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Roman McConn es un niño de 12 años que ha cambiado la vida de miles de perros abandonados. Con tan solo 4 años ya luchaba por darles visibilidad y, posteriormente, la ayuda de su familia, fundó el Proyecto Freedom Ride para ayudar a los perros de la calle a encontrar un hogar.
Desde su creación en 2016, el proyecto ha rescatado a más de 4.800 perros en Estados Unidos.
Su especial empatía hacia los perros que se hizo evidente desde muy temprano en su infancia: con tan solo 4 años, comenzó a ayudar a los perros de su refugio local a encontrar un hogar.
Todo empezó cuando tenía solo 4 años
Roman nació con una gran compasión por los animales, especialmente hacia los perros. No en vano, se crió con dos «hermanos mayores» peludos en su hogar.
En 2015, mientras su padre estaba destinado en San Angelo, Texas, Roman, que entonces tenía 4 años, se enteró de que no todos los perros salen vivos de los refugios. En ese momento, se convirtió en un niño con una misión: estaba decidido a darle a cada perro más que una vida en una perrera.
Con el apoyo de su madre, el pequeño empezó entonces a visitar refugios con regularidad y a grabar vídeos para dar visibilidad a los perros más invisibles y aumentar así sus posibilidades de encontrar una familia. Con una particular sensibilidad, en las grabaciones Roman se centraba en los «perros tímidos y asustadizos», que eran los más invisibles y no tenían voz propia.
Un año después nació el Proyecto Freedom Ride, una organización sin fines de lucro cuya misión es conectar perros abandonados en Texas y Georgia con familias y rescates en los estados del norte de EE. UU. y Columbia Británica.
Con 5 años fundó una ONG para ayudar a los perros abandonados
Roman tenía solo 5 años cuando Project Freedom Ride tuvo su primer transporte en 2016. Y es que lo que comenzó con el deseo de ayudar a algunos perros a encontrar un hogar, ahora se ha convertido en la actividad fundamental en la vida de Roman: encontrar hogares para miles de perros abandonados.
El nacimiento del proyecto el 6 de diciembre de 2016 se inauguró con el transporte de 31 perros de Texas a Washington. Desde entonces, Project Freedom Ride ha ayudado a conectar perros (y algunos gatos) abandonados con familias aptas para su adopción y deseosas de recibirles en sus hogares.
Para ser aún más eficaz en su labor, Project Freedom Ride trabaja con rescatadores de Texas que ayudan sacando perros de refugios con altas tasas de mortalidad, acogiendo perros callejeros y ayudando a perros que de otro modo no serían visibles para las familias adoptantes. Estos perros reciben así el cariño y la atención necesarias mientras esperan a su familia definitiva o su transferencia a refugios o grupos de rescate que les abran sus puertas.
La ONG de Roman cuenta en su página web con un apartado de finales felices («colas felices»), para que todo el mundo pueda ver en qué se materializa la actividad de la ONG, así como también pone a disposición del público sus finanzas, en una política de transparencia y principios éticos que ya quisieran muchas compañías internacionales.
A pesar de ser un superhéroe para miles perros y todo un modelo de inspiración y ejemplo de valores coetáneos, Roman es en la actualidad un preadolescente normal de 12 años al que le encanta el fútbol y el jiujitsu, además de los Legos y las batallas de Nerfs.
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