Los juguetes «ruidosos» son un peligro para el oído de los niños: pueden causar daños permanentes

Los juguetes «ruidosos» no son un regalo para el oído de un niño, sino que pueden causar daños permanentes a la audición de un niño, según advierte la Academia Estadounidense de Audiología (AAA) a los padres en un comunicado de prensa publicado en HealthDay.

Las familias quejándose por el ruido del nuevo juguete navideño de sus retoños es ya parte de la estampa tradicional navideña de miles de hogares en todo el mundo. Pero los juguetes ruidosos no solo resultan molestos para los adultos, según la AAA: «Los juguetes ruidosos no sólo molestan a los padres, sino que también pueden ser un peligro para los niños«, manifiesta el presidente de la AAA, Bopanna Ballachanda.

No en vano, los especialistas llevan años advirtiendo que los juguetes con música y luces para bebés no son recomendables. Sin embargo, las estanterías de las tiendas están llenas en esta época del año de juguetes con sonidos de animales en la sección infantil, incluso dirigidos a los bebés más pequeños. De hecho, se sitúan entre los juguetes para bebés de 0 a 6 meses más vendidos.

Daños permanentes a la audición infantil

Los oídos infantiles son particularmente susceptibles a sufrir daños auditivos, dice la AAA en su comunicado. El oído interno contiene células ciliadas delicadas que no vuelven a crecer, lo que provoca una pérdida auditiva permanente si se daña por el ruido.

Las personas nacen con alrededor de 16.000 células ciliadas dentro de su cóclea, la parte del oído interno involucrada en la audición, explica la AAA. Esas células permiten que el cerebro detecte los sonidos. Pero el ruido «puede dañar el nervio auditivo que transporta señales eléctricas al cerebro» explica Ballachanda.

A su vez, la pérdida de audición puede hacer que un niño tenga dificultades en la escuela y en situaciones sociales, señala el experto. «Un niño con una pérdida auditiva mínima puede perderse el 50% de las discusiones en clase», afirma Ballachanda.

Estos niños necesitan hacer un esfuerzo adicional para escuchar lo que se dice y, a menudo, se distraen y/o se agotan al final del día. Sus problemas de audición también pueden confundirse con problemas de aprendizaje.

La pérdida de audición también puede provocar problemas de conducta, falta de concentración e incluso depresión en los niños, incide Ballachanda.

Comprobar el nivel de ruido de los juguetes antes de comprarlos

«Muchos padres no se dan cuenta del daño permanente que un simple juguete puede causar en la audición de un niño», advierte Ballachanda en el comunicado de prensa de la AAA. «Cuando no protegemos la audición de un niño, el resultado puede ser una pérdida auditiva irreversible«.

Por ello, Ballachanda, incide en la importancia de concienciar a las familias e instarlas a comprobar los niveles de ruido de los juguetes antes de comprarlos. Para ello, el especialista aconseja a los progenitores que utilicen una aplicación de teléfono para probar los niveles de sonido de los juguetes antes de comprarlos.

«No se puede dar por sentado que el fabricante los haya probado para garantizar la seguridad auditiva, especialmente cuando los niños tienden a sostener los juguetes mucho más cerca de ellos que los adultos», afirma Ballachanda.

Por debajo de los 85 decibeles

Las pautas federales reconocen 85 decibeles como el nivel en el que el ruido puede causar daño a la audición de una persona, si está expuesta al sonido durante períodos prolongados de tiempo, explica Ballachanda.

«Si alcanzan 85 decibeles o más cuando sostienes el micrófono de tu teléfono cerca de ellos, como si tu hijo sostuviera el juguete cerca de su oreja, no los compres. No vale la pena correr el riesgo», afirma el experto, que añade que «cuanto más fuerte es el sonido, más rápido se produce el daño y el daño continúa con la exposición«.

Educar a los niños en un uso responsable del sonido

Ballachanda también incide en la necesidad de acostumbrar a nuestros hijos e hijas a un nivel adecuado y saludable de sonido

«Los padres deben tener cuidado al comprar juguetes con sonido, incluidos los videojuegos. Con juguetes y juegos en los que puedas bajar el sonido, establece el sonido en un nivel aceptable y no dañino y enseña a los niños a mantenerlos en ese nivel. Además, esté atento a cualquier señal que pueda indicar que su hijo tiene dificultades auditivas«.

Asimismo, el especialista anima a los progenitores preocupados por la audición de sus hijos a someterlos a una prueba de audición integral.

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