Los peligros navideños para los niños con asma

Velas, árboles, animales de compañía… la Navidad está llena de peligros para los niños con asma. Por eso, el Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología ofrece una serie de consejos para el asma durante las fiestas navideñas.

Niños con asma: ¿Por qué empeoran en Navidad?

«La temporada navideña está llena de festividades divertidas y tradiciones queridas, muchas de las cuales presentan desafíos únicos para las personas con alergias o asma», explicó el Dr. Mark Corbett, presidente del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI).

Y es que fuentes de alegría navideña tradicionales como los árboles de Navidad, la quema de un tronco, las piñas, el muérdago o el perro o el gato de la abuela pueden ser desencadenantes inesperados del asma, advierte la Asociación Estadounidense del Pulmón (ALA), que aconseja a las familias estar alertar a las primeras señales de advertencia y ayudar a los pequeños a controlar los síntomas durante un brote.

Para ello, Corbett y los expertos de ACAAI comparten consejos para controlar el asma y los desencadenantes de alergias durante las vacaciones de invierno:

Aromas navideños

Los artículos con aromas navideños como velas, popurrí seco, piñas perfumadas, escobas de canela, etc. representan para los niños con asma un riesgo similar al de los ambientadores durante todo el año, advierte la ALA.

Las escobas de canela en particular crean un poderoso aroma que desencadena el asma, por lo que los especialistas aconsejan a los progenitores abstenerse de colgarlas en casa y, en su lugar, hornear golosinas con canela, vainilla o cítricos para darles un aroma festivo.

Las familias que disfrutan con la atmósfera navideña y la recrean con ambientes a la luz de las velas deben optar por velas sin aroma o velas sin llama que funcionen con pilas, añade la ALA.

Decoraciones de navidad

Un árbol de Navidad natural puede albergar desencadenantes del asma como moho y polen, advierte la ALA. Incluso el fuerte olor a pino puede ser un desencadenante. Por ello, los expertos recomiendan sacudirlo, rociarlo con una manguera y dejarlo secar antes de llevarlo al interior del hogar donde, una vez instalado, se debe cambiar el agua del árbol con regularidad para evitar el crecimiento de moho. Asimismo, una vez que el árbol deja de beber y comienza a secarse, ha de ser retirado.

Pero el árbol de Navidad artificial también puede representar un riesgo de asma, ya que durante su almacenamiento acumula polvo y moho. Por ello, es aconsejable limpiarlo minuciosamente antes de instalarlo, a ser posible en el exterior, ya que el simple hecho de desembalar un árbol polvoriento o mohoso puede provocar un brote en los niños con asma. Además, es mejor comprar un árbol que no tenga nieve artificial en sus ramas, ya que las sustancias utilizadas pueden irritar el asma.

Además, de forma general, los padres de niñas o niños con asma deberían aplicar estos consejos a cualquier decoración navideña que adquieran, como coronas naturales o acebo falso. Es necesario limpiar a fondo cada objeto decorativo antes de utilizarlos y, si son artificiales, guardarlos en contenedores de plástico o metal después de cada temporada navideña, ya que las cajas de cartón son un excelente caldo de cultivo para el moho.

Viajes de vacaciones: nuevos aromas, animales y chimeneas

Si salimos de viaje durante las vacaciones de Navidad, es conveniente preguntar al médico de nuestro/a hijo/a si su asma puede recibir tratamiento previo para reducir el riesgo de un ataque de asma, dice la ALA.

Reunirse en la casa de un familiar durante las vacaciones de Navidad puede significar exponer a las niñas y los niños con asma a personas que usan colonia o perfume, o a una casa con animales o humo, dice la ALA.

En primer lugar, es importante que los progenitores se aseguren de llevar siempre el inhalador de su hijo/a cuando viajan, darle tantas dosis como pueda necesitar y mantener el inhalador en un lugar de fácil acceso.

En el interior de una casa, es conveniente no estar en la misma habitación que un animal (podemos preguntar si este o nuestro hijo puede quedarse en otra parte de la casa mientras estamos allí), y pedirle al peque que se mantenga alejado de las chimeneas de leña.

Asimismo, los especialistas advierten del «Efecto Acción de Gracias», un fenómeno que se produce cuando se pierde la tolerancia hacia el propio animal de compañía después de estar ausente unos días.

Higiene de manos y vacunación

La época navideña se conjuga con la temporada de enfermedades respiratorias, frecuentes en invierno. Por todo ello, si tu peque tiene asma, es particularmente importante lavarse las manos con regularidad. La mejor forma de eliminar los gérmenes es lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.

Además, para estos peques es particularmente importante vacunarse contra la Covid-19 y recibir también la vacuna anual contra la gripe. Los peques pueden contagiarse simultáneamente de gripe, Covid y bronquiolitis/bronquitis, o que una infección derive en otra (un catarro en gripe o una gripe en bronquilitis, por ejemplo) )lo que puede complicar el cuadro de la enfermedad.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, lo ideal es recibir las vacunas al mismo tiempo, lo cual es completamente seguro y eficaz. Pero si queréis ahorrar un pinchazo al peque, siempre podéis optar por la vacuna intranasal de la gripe, ya disponible en farmacias (con prescripción médica).

Asimismo, si estáis invitados a casas de otras personas, es aconsejable preguntar con anticipación si están vacunadas contra la Covid. Otras personas optan por usar mascarillas en interiores y reuniones privadas, así que es otra alternativa si al peque le resulta más cómodo.

Alergias alimentarias

Capítulo aparte merecen las alergias alimentarias, para las que la Navidad también está llena de riesgos. Para los peques con alergias alimentarias, es importante estar atentos y preguntar sobre los ingredientes antes de probar recetas y alimentos cuando se come fuera de casa. Los dulces típicos navideños y las salsas que se consumen en esta época del año pueden contener frutos secos, mariscos y otros ingredientes a los que los niños pueden ser alérgicos.

Las personas con alergias graves pueden ser sensibles incluso a pequeñas cantidades de ciertos alimentos, por lo que es importante preguntar. Y, en caso de duda, lo mejor es evitar un alimento o golosina con ingredientes desconocidos.

Lo mejor, cuando visitemos casas ajenas, es informar a los anfitriones de la alergia del niño o la niña para que nadie le ofrezca determinados alimentos y puedan planificar el menú en consecuencia o buscar alternativas.

Para facilitar las cosas, es conveniente ofrecerse a llevar la comida del peque alérgico. De esta forma, si las opciones son limitadas, ¡siempre habrá que pueda disfrutar con seguridad!

Asimismo, los especialistas alertan de la importancia de llevar siempre 2 inyectores automáticos de epinefrina en caso de emergencia como medicación de rescate ante reacciones alérgicas graves, problemas respiratorios y paros cardíacos.

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Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli, la fisioterapeuta respiratoria Anna Ferrán, la dietista-nutricionista Rebeca Pastor y el enfermero de pediatría Armando Bastida.