El abanico de actividades extraescolares infantiles es amplísimo. Cada vez existe una mayor diversificación de la oferta y la demanda; al mismo tiempo que se amplía el rango de edad del público potencial. Desde matronatación…
Cada vez más, los niños y niñas tienen demasiadas actividades extraescolares después del cole no solo por su propio interés, sino también por la necesidad de conciliación de los adultos. Y eso tiene ventajas e inconvenientes.
¿Qué sucede cuando los niños tienen demasiadas actividades?
La vuelta al cole trae consigo también el retorno de las actividades extraescolares. Cada vez hay más oferta, pero también más demanda. Desde las clásicas como inglés o algún tipo de deporte a otras como yoga infantil o matronatación. Y, además, se amplía también el rango de edad, con una incorporación cada vez más temprana.
Sin embargo, a veces pueden suponer todo un reto para los padres. Más allá de la logística o el transporte (en ocasiones supone cruzarse la ciudad en hora punta), hay que tener en cuenta también el coste. No en vano, una encuesta realizada por Ipso para Global News encontró que de media, los progenitores pagaron 1.160 dólares en el año escolar 2017-2018 en actividades extraescolares.
A pesar de ello, los expertos recuerdan que las actividades extraescolares son siempre voluntarias y, de hecho, alertan de las consecuencias de la falta de tiempo libre que puede provocar una agenda apretada en niños y adolescentes. Pero, como todo, las actividades extraescolares tienen ventajas e inconvenientes. ¿Cuáles?
Ventajas de las actividades extraescolares
Es cierto que muchas familias se ven obligadas a apuntar a sus hijos a actividades extraescolares para poder conciliar la jornada laboral con el cuidado de los hijos. Pero, a pesar de ello, es cierto que las actividades extraescolares tienen beneficios para los peques. Y, aunque no son imprescindibles para ellos, les permite desarrollarse en campos que en la escuela no se abordan. Entre las ventajas de las actividades extraescolares, se encuentran:
- Más amistades y desarrollo del sentido de pertenencia.
- Menos problemas de salud mental.
- Días estructurados con rutinas, lo que les ayuda a sentir control y predecir lo que viene a continuación.
- Explorar nuevas habilidades y descubrir nuevas fortalezas, más allá del esfuerzo académico.
- Mayor autoestima al participar y tener éxito en una actividad que les gusta.
- Aprender sobre la gestión del tiempo, por ejemplo, tener que terminar una tarea del colegio para poder ir a jugar al fútbol.
- Mantiene a los niños alejados de las pantallas y del sedentarismo.
Inconvenientes de las actividades extraescolares
Sin embargo, que los niños y niñas tengan demasiadas actividades extraescolares también puede tener efectos negativos. El más importante es que les resta tiempo para otras actividades de la vida que son de vital importancia, como pasar tiempo en familia. Pero no es la única:
- El exceso de actividades puede impedir que los peques jueguen libremente sin estructura, algo que es importante para el desarrollo infantil según diferentes investigaciones. Así, el juego libre es la mayor fuente de aprendizaje, aumenta las habilidades para resolver problemas y les permite demostrar su propia individualidad.
- El tiempo libre permite a los niños parar, reflexionar y relajarse. De hecho, es fundamental también que los peques se aburran.
- La sobrecarga de actividades puede abrumar a los peques al tener que compaginar las tareas escolares con las extraescolares, lo que les puede generar estrés, ansiedad o incluso dolores físicos.
¿Cómo elegir las actividades después del cole?
La clave para elegir las actividades extraescolares de nuestros peques es observarlos. Conocer sus gustos y preferencias, así como sus necesidades. De hecho, incluso podríamos dejar que tomen sus propias decisiones ya que nadie mejor que ellos para saber qué les apetece.
Quizás lo más importante es el sentido común y la flexibilidad. Si por ejemplo se apunta a alguna actividad y a lo largo del curso quiere borrarse, no deberíamos poner impedimento. Más adelante sí podremos fomentar valores como el compromiso y la responsabilidad, pero cuando son pequeños no tiene sentido obligarles a hacer algo que no les gusta.
En el caso contrario, si no les apetece apuntarse a nada y no lo necesitamos, tampoco debe haber ningún problema, siempre que podamos garantizar pasar las tardes al aire libre o haciendo alguna actividad física. En cuanto al número, es importante buscar el equilibrio. Si hay muchas que son de su interés, tendremos que pedirles que prioricen para no estar toda la tarde de un sitio para otro
¿En qué momento? Lo ideal sería apuntarlo cuando lo pida, teniendo en cuenta que hasta que no tienen una edad determinada no son conscientes de que existen actividades que pueden hacer por la tarde. Cada peque es diferente y, por tanto, no hay una edad exacta. Aunque lo recomendable es no iniciar estas actividades extraescolares hasta que la escolarización está bien asentada, de forma que no lo pasen mal con la separación de sus figuras de apego principales
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