Los úteros artificiales podrían ser realidad algún día: así es como podrían cambiar nuestras nociones sobre la paternidad

Los úteros artificiales podrían salvar la vida de millones de bebés prematuros, aunque se enfrentan a muchos obstáculos legales

Diferentes investigadores trabajan para hacer realidad los úteros artificiales, que podrían cambiar la maternidad y paternidad tal y como la conocemos hasta ahora. Aunque la idea es usarlos con los bebés prematuros, no se descarta una “ectogénesis completa” en el futuro. 

Úteros artificiales para salvar a los bebés prematuros

La vida reproductiva ha cambiado de forma significativa en los últimos años. La fecundación in vitro (FIV), los donantes de óvulos y espermatozoides, la congelación de óvulos o la gestación subrogada ofrece más opciones que nunca sobre la paternidad y la maternidad. Sin embargo, hay un tema que sigue siendo tabú: la necesidad de gestar dentro del útero y la posibilidad (o no) de hacerlo fuera de él. ¿Qué pasaría si la tecnología hiciera posible el desarrollo y crecimiento de un feto fuera del cuerpo de la mujer?

 

Los úteros artificiales podrían ser realidad algún día así es como podrían cambiar nuestras nociones sobre la paternidad

 

El proceso, conocido como ectogénesis, era considerado casi ciencia ficción hasta hace relativamente poco. Pero la realidad es que diferentes equipos de Estados Unidos, Australia y Japón trabajan en el desarrollo de estos úteros artificiales. Y lo cierto es que ya se han realizado ensayos con animales con éxito. Fue el caso de un grupo de investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia que en 2017 mantuvo vivo a un cordero en desarrollo durante 28 días en una bolsa esterilizada llena de líquido. Hasta la fecha, un total de 8 fetos de cordero han sobrevivido y se han desarrollado dentro de un útero artificial durante 4 semanas

Así, más allá de los numerosos interrogantes que puedan plantearse o las cuestiones éticas, se espera que esta tecnología salve las vidas de los bebés muy prematuros. De hecho, un grupo de investigadores de los Países Bajos trabaja también en el desarrollo de un sistema utilizando tecnología de simulación. En él, se imita el nacimiento de bebés extremadamente prematuros para comprender cómo puede desarrollarse después en un entorno que simule las condiciones del propio útero.

Actualmente, solo alrededor del 30% de los bebés nacidos a las 22 semanas sobreviven y el 56% de los nacidos a las 23 semanas, según una investigación publicada en 2022. En la actualidad, los bebés prematuros que sobreviven a menudo pasan un tiempo prolongado en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), donde reciben cuidados críticos pero también se enfrentan al riesgo de infección.

 

Diagnóstico prenatal con células del líquido amniótico

 

Y aunque no es el objetivo final de la investigación actual y podría tardar aún varias décadas en ocurrir, es cierto que las tecnologías de útero artificial podrían llevar a una “ectogénesis completa”. Es decir, al crecimiento del feto desde la concepción hasta el “nacimiento” fuera del cuerpo humano.

Problemas legales para la “ectogénesis completa”

El principal escollo al que se enfrenta la investigación de la ectogénesis completa es la legislación actual en todo el mundo que prohíbe la investigación con embriones por completo o el cultivo de embriones humanos para investigaciones más allá de 14 días.

Por tanto, sería necesario cambiar la legislación actual para poder seguir investigando en esta línea. Es cierto que hay gran interés por parte de la comunidad científica internacional, pero no ocurre lo mismo con la mayoría de la población. De hecho, la ectogénesis completa plantea importantes cuestiones éticas, jurídicas y sociales.

 

Diagnóstico prenatal con células del líquido amniótico

 

Así, los úteros artificiales cambiarían normas y conceptos bien enraizados en la población. Por ejemplo, en estos casos no habría una “madre biológica”. Así, la ley tendría que definir quién es la madre legal en caso de usar esta tecnología y si este término se usaría siempre aplicándose a todas las madres o solo cuando se usa la tecnología de útero artificial.

¿Cómo funciona el útero artificial?

El propósito inicial del útero artificial sería ayudar a los bebés nacidos antes de las 28 semanas de gestación (menos del 1% de los lactantes). Este proporcionaría al bebé oxígeno, nutrientes y hormonas, mientras el bebé termina el desarrollo de órganos importantes que normalmente se completa al final del embarazo (los pulmones, el sistema gastrointestinal y el cerebro).

El bebé se situaría dentro de una gran bolsa de plástico transparente llena de fluido amniótico artificial. El feto respira dicho fluido como lo haría en el útero y su cordón umbilical se encuentra conectado a una máquina que añade oxígeno y retira dióxido de carbono de la sangre.

De esta forma, los úteros artificiales podrían ser claves para salvar la vida de los bebés prematuros. Cada año nacen 15 millones de bebés prematuros en todo el mundo. Estos recién nacidos sufren altas tasas de mortalidad y muchos de los que sobreviven sufren enfermedades que duran toda la vida.

 

Los úteros artificiales podrían ser realidad algún día así es como podrían cambiar nuestras nociones sobre la paternidad

 

Entre los problemas de salud de por vida que pueden experimentar los bebés nacidos prematuros se encuentran retrasos en el desarrollo, parálisis cerebral, problemas respiratorios, problemas de visión y audición y problemas con el sistema gastrointestinal.

Los úteros artificiales podrían cambiar la maternidad y paternidad tal y como se conoce hoy

Los úteros artificiales podrían llegar a cambiar los conceptos de maternidad y paternidad tal y como se conocen hoy en día. Si ya algunas técnicas como la gestación subrogada genera intensos debates, los úteros artificiales no se quedarían atrás.

Al igual que la congelación de óvulos, los úteros artificiales permitirían a las mujeres tener hijos a edades más avanzadas; o gestar varios fetos a la vez para tener varios hijos de la misma edad y “completar” una familia en menos tiempo del necesario hasta hoy. Sin embargo, una vez más entrarían las cuestiones éticas sobre la edad idónea para tener un hijo o sobre tener varios hijos a la vez como norma.

Además, esta tecnología facilitaría que más personas tuvieran sus propios hijos biológicos, incluidos los hombres solteros, las parejas del mismo sexo y las mujeres que no pueden quedarse embarazadas por motivos de salud. Y también significaría que las mujeres no tendrían que hacer frente a los riesgos del embarazo y el parto.

 

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Así, aunque en la ciencia ficción los úteros artificiales son un símbolo de incursión de la tecnología en los procesos naturales, también se podrían sumar a las diferentes opciones reproductivas disponibles en la actualidad.

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