El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Ojalá nunca, ninguna mujer, tuviera que plantearse cómo salir de una relación violenta. Nunca tuviera que leer…
Un estudio analiza cómo los jóvenes y adultos que sufrieron violencia en el hogar cuando eran niños viven actualmente y cómo influyó el suceso a lo largo de su vida.
¿Cómo viven los niños que sufren violencia en el hogar?
El hogar suele ser sinónimo de lugar seguro, estable y familiar para la mayoría de personas. Sin embargo, para los niños y niñas que viven violencia en casa y que incluso han llegado a sufrir el asesinato de uno de sus progenitores, es justo lo contrario: un lugar de trauma y de alteración de todo lo que antes le resultaba familiar.
La vida de estos peques está lejos de ser fácil. Al duro trance de perder a uno de sus progenitores de forma violenta, se suma que su concepto de hogar tal y como lo había entendido hasta ese momento, cambia. En el peor de los caos, comienza un trasiego entre casas de acogida o cuidadores temporales, hasta que consiguen encontrar de nuevo uno definitivo.
Las investigaciones anteriores en las que se analizaban las experiencias de estos peques después de un homicidio doméstico encontraron que había menores satisfechos con el lugar al que fueron después del suceso, mientras que otros tenían sentimientos encontrados. Sin embargo, no se analizaba más allá del entorno físico, de los factores que contribuyen a lo que el hogar significa para una persona y el impacto que esos factores tienen en su trayectoria de vida después de la muerte de uno de sus progenitores.
Por ello, un nuevo estudio desarrollado por la Universidad de Melbourne (Australia) se centró en explorar cómo los jóvenes y adultos que sufrieron violencia doméstica cuando eran niños viven actualmente y cómo influyó el suceso a lo largo de su vida.
El hogar, un espacio emocional y físico en constante evolución
Gran parte de los participantes del estudio describieron el hogar como un espacio emocional y físico, además de social. Un sitio en constante evolución y transitorio durante diferentes etapas de sus vidas. Porque la realidad es que muchos de estos peques se vieron obligados a descubrir el «hogar» de diferentes maneras ya que, en muchos casos, estaba en constante evolución a lo largo de la vida. Según explica uno de los participantes:
«Así que, incluso con solo recordarme de dónde vengo, por lo que he pasado y todo lo que he superado en mi vida, aunque me duela mucho, también lo miro y pienso: sí, lo superé. Y pasé por todas estas situaciones. Y pasé por ese abuso y pasé por ese trauma».
Además, la mayoría de ellos relataron la sensación de pérdida de la familiaridad o la comodidad que podían haber sentido antes en relación con su hogar. ¿El motivo? La falta de reconocimiento del homicidio en sí y de las vidas que los niños y niñas vivieron antes de perder a uno de sus progenitores. Es decir, era como si nada (malo) hubiera pasado antes en su vida, pero sin embargo, esta había cambiado por completo.
Por ejemplo, algunos de los encuestados explicaron cómo perdieron las pertenencias físicas que los conectaban con sus padres o madres fallecidos, lo que también influyó a ese sentimiento de extrañeza. Así, además de lidiar con el dolor traumático por la pérdida del progenitor, estos peques tuvieron que lidiar con un nuevo entorno familiar y adaptarse a él sin ningún objeto físico que les recordara a su vida anterior.
Si el nuevo entorno físico del hogar se convirtió en un desafío para los peques, no lo fue menos las relaciones que se establecieron dentro de ese espacio. De hecho, son estas las que ayudan a procesar el homicidio y su pérdida y en quiénes se convierten los peques con el paso de los años. Por ello, lo que más llamó la atención de los investigadores es el sentimiento común de los jóvenes de tener que ocultar sus emociones como una forma de adaptarse al nuevo espacio. Según advirtió uno de ellos:
«Creo que me sentí así durante mucho tiempo. No hablé de estas cosas con nadie y hubo mucho silencio y vergüenza en torno al tema».
El hecho de tener que ocultar sus emociones en el nuevo espacio familiar pone de manifiesto el estigma que sigue rodeando al homicidio doméstico y la agitación que padecen los jóvenes al ver silenciadas sus emociones. En este sentido, explicaron que se veían obligados a fingir que todo estaba bien «cuando sentían que no era así» o detallan sentimientos de soledad al no poder plantear libre y abiertamente los temas de los que querían hablar:
«Nadie en nuestra familia quiso reconocer que había un problema. Todos querían simplemente esconderlo todo bajo la alfombra. No aireábamos nuestros trapos sucios. No hablábamos de nada. Todo iba bien».
«Supongo que no me sentía parte de ningún lugar, aunque sí tuve una familia de acogida donde me sentí muy segura. Creo que fue porque nadie hablaba de las cosas que yo sentía internamente y yo no podía hablar de ellas. Me sentía muy sola».
¿Cómo ayudar a los niños en duelo por violencia en el hogar?
Por todo ello, es clave validar las emociones y el dolor de los niños que pueden estar en duelo, crear un espacio seguro y de confianza para poder hablar siempre que quieran y apoyarlos durante su crecimiento.
Y en todo ese proceso, los cuidadores juegan un papel fundamental, a pesar de que también pueden estar ellos mismos en duelo. Por ello, se pueden seguir algunas recomendaciones para ayudar a los niños y niñas en duelo por violencia en el hogar:
- Establecer un clima de confianza en el que los peques tengan oportunidad de expresar sus opiniones y deseos sobre su entorno familiar después del homicidio doméstico y participar en la toma de decisiones relativas a sus condiciones de vida.
- Apoyar a los cuidadores para que puedan conectarse con niños que enfrentan un duelo traumático.
- Cuando los cuidadores se enfrentan a una pérdida, ya sea porque son familiares o amigos, es posible que también necesiten apoyo para su propio bienestar.
¿Cómo afecta la violencia en el desarrollo de los niños? ¿Qué características tiene un niño que sufre de violencia en su hogar? ¿Cómo afecta a los hijos y las hijas cuando un padre ejerce violencia hacia su madre? Si tienes más dudas sobre cualquier tema relacionado con la maternidad y la crianza de tus peques, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte y a los que puedes consultar todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la terapeuta ocupacional pediátrica y experta en desarrollo infantil, Jéssica Romero, o la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero.
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