En pleno siglo XXI no podemos evitar el uso de nuevas tecnologías como el teléfono móvil y tablet, el ordenador, etc. Discusión aparte sobre lo poco beneficioso que puede ser para el desarrollo de los…
Según diferentes estudios, el acceso a una cantidad ingente de información a través de un teléfono móvil afecta a la capacidad de atención y concentración de los niños y niñas.
¿Cómo afecta el móvil a la concentración de los niños?
Según el estudio del INE “Equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares en España” de 2020, el 69,5% de la población de 10 a 15 años tiene un teléfono móvil. Y en ellos, multitud de aplicaciones a su alcance. Estas están específicamente diseñadas para captar la atención de adultos y niños. Al ser gratuitas, ganan dinero recopilando datos y publicidad. Es decir, cuanto más tiempo pasemos mirando la pantalla, más datos y publicidad consumimos.
Los niños y niñas de hoy son nativos digitales, nunca han conocido la vida sin acceso a Internet. Dependemos de una pantalla prácticamente para todo y saltamos de un contenido a otro con un solo clic sin necesidad de pensarlo demasiado. Y esta estimulación constante no cesa.
Tal y como explica el filósofo Byung-Chul Han en su libro «Non-things», «este tipo de estimulación constante hace que rápidamente lleguemos a necesitar nuevos estímulos. Nos acostumbramos a ver la realidad como una fuente de estímulos y sorpresas”. Acostumbrados a este ritmo de recibir información, nos cuesta centrar nuestra atención en una sola cosa. Y esta forma de consumir información “agita nuestro sistema cognitivo”.
¿Cómo reacciona el cerebro ante este exceso de información? El cerebro cambia según nuestras experiencias. Así, ante un libro el cerebro se centra profundamente en esa tarea, pero un móvil o tablet nos incita a recibir muchos estímulos, picar de muchas cosas pero no acabar de captar ninguna por completo. Y el cerebro se adapta a cada una de las situaciones en función de lo que requiera.
Al recibir mucha cantidad de información, esta deja de tener sentido porque nuestro cerebro bloquea la información. Sin embargo, el contenido descartado no se evapora de la mente, sino que permanece allí, impidiéndonos descubrir qué nos interesa en realidad y limitando por tanto nuestra capacidad de atención.
¿Cómo influyen los teléfonos móviles en la forma en la que aprendemos?
Si tienes un peque camino de la adolescencia, es probable que te preguntes cuándo debes comprarle su primer móvil. Aunque depende de muchos factores, los expertos recomiendan dar un móvil a nuestros hijos a partir de los 12 años. Sin embargo, hay que tener en cuenta que con esta edad debería usarlo para jugar o ver vídeos, pero no para utilizar las redes sociales. De hecho, apps como WhatsApp no deberían usarse hasta los 15 o 16 años.
Y es que la adicción cada vez más habitual a los teléfonos móviles y la forma de aprender de los jóvenes están cada vez más relacionadas. De hecho, a pesar de las numerosas recomendaciones de limitar el número de horas que los jóvenes pasan con el teléfono móvil o prohibir su uso en la habitación mientras estudian o duermen, no siempre se consigue.
Los daños van más allá de la adicción a las pantallas ya que el exceso de información que recibimos, nos hace desconectar y perder la atención, lo que puede ser perjudicial a largo plazo. Así, la pérdida de atención está relacionada con la disminución de la capacidad de concentración.
Para recuperar la atención, el cerebro necesita tomarse un descanso y encontrar tiempo y espacio donde pueda estar «libre» de tantos estímulos. De forma general, para los adultos puede ser resultar algo más fácil dejar aparcado el móvil y la tablet para poder volver a centrar la atención. Pero no ocurre con los más peques y los adolescentes. Ellos aún no cuentan con fuerza de voluntad, pensamiento crítico o percepción del tiempo y organización.
¿La consecuencia de no dejar de lado el dispositivo móvil para volver a recuperar la concentración en ese momento? Si no trabajan el hábito de hacerlo, corren el riesgo de no recuperar nunca su capacidad de atención. Así, si les damos a los niños y niñas acceso a móviles o tablets antes de que hayan adquirido esas habilidades, les estamos dejando la puerta abierta a navegar por una cantidad ingente de información, resultándoles cada vez más difícil concentrarse en una tarea durante el tiempo necesario, según señalan los expertos.
¿Cuándo debería darle un teléfono a su hijo? ¿Cómo afecta el móvil a la concentración de los niños? ¿Qué sucede cuando los niños miran demasiado contenido en sus teléfonos? ¿Cuál es la edad adecuada para que un niño tenga celular? Si te preguntas cómo desenganchar a un adolescente del móvil, si es legal quitarle el móvil a tu hijo o las consecuencias del uso de teléfonos móviles en niños y adolescentes, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte y a los que puedes consultar todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero.
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