Los fumadores adolescentes que también vapean pueden tener un mayor riesgo de fumar de forma persistente y más intensa al final de la adolescencia, según revelan los resultados combinados de dos estudios representativos a nivel…
Un estudio publicado en Journal of Adolescence centrado en estudiar cómo funcionan las mentiras de los adolescentes ha descubierto que solo el 40% de los jóvenes revela información a sus padres de forma voluntaria.
Mentiras, niños y adolescentes
Diferentes investigaciones anteriores han demostrado que a medida que los niños crecen y se convierten en adolescentes, su disposición a compartir información y mantener a sus progenitores al tanto de cualquier movimiento, disminuye, mientras que el secreto aumenta. Según Smetana:
«En parte, se trata del desarrollo de la autonomía y de que los adolescentes hagan lo que quieran, incluso si eso implica un comportamiento riesgoso».
Pero las mentiras no son solo cosa de los adolescentes. Aunque unos lo hacen abiertamente y otros con más cautela, es cierto que la mayoría de las personas miente, incluso más de una vez al día. Sin embargo, los más jóvenes lo hacen sobre sus actividades del día a día, acerca de dónde están, con quién y sobre qué estaban haciendo.
Pero, ¿cómo funciona la mentira en los adolescentes? ¿Planean mentir de antemano? ¿Comparten información voluntariamente o porque se les escapa? Con la intención de responder estas preguntas y entender el comportamiento de los adolescentes ante las mentiras, la profesora de psicología en la Universidad de Rochester, Judith Smetana, se entrevistó con 131 adolescentes sobre diferentes momentos en los que mintieron a sus progenitores.
El 40% de los jóvenes revela información a sus progenitores voluntariamente
Según los resultados del estudio, el 40% de los adolescentes revela información a sus padres y/o madres voluntariamente mientras que el 47% lo hace estratégicamente. Es decir, dicen la verdad sobre una fiesta para la que podrían necesitar transporte; pero también informan de ella de manera preventiva porque sospechan que sus padres se enterarán de todos modos. Para Smetana, es «significativo» que sólo el 40% de los participantes del estudio revelaran la información más importante por su propia voluntad, «mucho menos» de lo que comúnmente se había asumido.
Además, los investigadores descubrieron que decir la verdad involuntariamente es mucho menos frecuente (13%) y podría implicar que un amigo revele la verdad accidentalmente. Por ejemplo, podría suceder que un adolescente se haga un tatuaje que luego ven sus padres o que sus padres lo presionen para que lo cuente.
El momento juega un papel clave: el 53% de los adolescentes tienen más probabilidades de mentir antes del evento o la acción que sus progenitores no aprobarían. Sin embargo, decir la verdad o revelar la información ocurrió con mayor frecuencia después de que los jóvenes participaran en la actividad desaprobada o prohibida por sus padres. Así, el 35% reveló la actividad dudosa poco después; el 8% mintió durante un tiempo prolongado antes de confesar; y el 23% dijo la verdad en algún momento no especificado.
«Puede que revelar su situación no sea lo primero que hagan. Tal vez intentaron salirse con la suya sin decírselo a sus padres. O tal vez primero ocultaron su situación y luego la revelaron. En realidad, se trata de matices de gris, por lo general no de blanco y negro», dice Smetana.
Decir la verdad se asocia con un mayor crecimiento personal
Los investigadores preguntaron a los participantes qué habían aprendido de su experiencia con las mentiras (si es que habían aprendido algo). Pero las respuestas no fueron las esperadas ya que, la mayoría de ellos, concluyó que «eran buenos mentirosos».
Eso sí, los investigadores descubrieron que, independientemente de la edad, decir la verdad (o parte de ella) de manera voluntaria se asociaba con cambios positivos como un mayor crecimiento psicológico en la comprensión de sí mismos, su propósito, su autoeficacia o sus conexiones con los demás y sus padres. «Tenían una mejor comprensión psicológica de sí mismos y le daban más significado psicológico a la revelación que a la ocultación o a la mentira», explicó Smetana.
Por el contrario, los adolescentes sacaron conclusiones más negativas al relatar experiencias de mentiras, como opiniones más negativas y menos claridad sobre sí mismos, más emociones negativas o una peor autoimagen. Además, revelar lo que había sucedido después del suceso narrado (en lugar de antes) se asoció con una mayor probabilidad de aprender lecciones sobre uno mismo.
Para realizar el estudio, los investigadores hablaron con 131 adolescentes y estudiantes universitarios sobre una ocasión en la que hicieron algo con lo que sus padres no estaban de acuerdo o incluso se lo habían llegado a prohibir expresamente. Así, le preguntaron por el momento en el que revelaron algo (totalmente o en parte), cuándo ocultaron o mintieron acerca de una actividad que sus padres desaprobaban.
El equipo codificó las respuestas en función de su carácter voluntario, el momento, la coherencia y las lecciones aprendidas. Además, abordaron la suposición frecuente de que la revelación es voluntaria. Es decir, que los adolescentes que cuentan parte o toda la verdad lo hacen por voluntad propia: «Pero ese no siempre es el caso, que es lo que sospechábamos y, de hecho, descubrimos», explica Smetana.
¿Qué hago si mi hijo me miente?
¿Qué podemos hacer ante adolescentes que mienten compulsivamente? Lo cierto es que de poco sirve una supervisión parental estricta para evitar que nuestros hijos e hijas mientan y, de hecho, todo se reduce a la voluntad que tienen de compartir (o no) con nosotros información.
Por ello, la clave es establecer un clina de confianza entre padres, madres e hijos, con un canal abierto de comunicación en el que los adultos debemos ser receptivos a todo lo que nos cuenten, sin juzgar.
¿Cómo tratar a un adolescente que miente? ¿Qué lleva a un adolescente a mentir? ¿Por qué los adolescentes mienten tanto? ¿Qué hacer con un adolescente que miente? ¿Cómo saber si un adolescente dice mentiras? ¿Qué lleva a un adolescente a mentir? Si quieres responder a estas preguntas o buscas actividades para trabajar la mentira en adolescentes, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte y a los que puedes consultar todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero.
Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.
0 responses on "¿Cuándo mienten los adolescentes a sus padres (y cuándo dicen la verdad)?"