Qué es la infertilidad secundaria y por qué sucede

Tras haber tenido un hijo (o varios), muchas parejas desean tener más. Sin embargo, hay ocasiones en las que este nuevo embarazo nunca llega. De ser así, es probable que se deba a una infertilidad secundaria.

¿Qué es la infertilidad secundaria?

Igual que ocurre en el caso de la infertilidad primaria, se sospecha de que puede haber un problema si después de 12 meses de mantener relaciones sin protección, no se consigue el embarazo. Este plazo se reduce a 6 meses en el caso de las mujeres de más de 35 años, así como las mujeres que tengan patología relacionada con la fertilidad como por ejemplo endometriosis.

Pasado este tiempo, es necesario consultar con un especialista. En la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as  a los que puedes preguntar cualquier duda sobre maternidad, salud de la mujer o la crianza de tus hijos. Entre ellos, se encuentra la matrona Sara Caamaño.

¿Por qué sucede la infertilidad secundaria? Causas

Las causas de la infertilidad secundaria son variadas y, de hecho, comparte muchas con la infertilidad primaria. La edad, especialmente de la mujer, es clave, ya que el paso del tiempo afecta a su capacidad reproductiva. De hecho, como muchas mujeres retrasan cada vez más la primera gestación, las condiciones para volver a concebir van empeorando progresivamente.

Pero también influye la edad del hombre y, de hecho, cada vez está más claro que el componente masculino está presente. Sin embargo, se ha estudiado más el femenino porque de siempre se ha creído que la culpa era de la mujer. Y como muchas parejas retrasan cada vez más la primera gestación, las condiciones para volver a concebir van empeorando progresivamente.

Pero hay más motivos que pueden estar tanto en el hombre como en la mujer, por lo que es importante hacer un estudio completo a la pareja. Entre ellas, se encuentran:

1. Descenso de la calidad del semen. La edad, el estrés, la dieta, el alcohol o el tabaco pueden afectar la calidad del semen y/o la cantidad y movilidad de espermatozoides.
2. Descenso de la reserva ovárica de la mujer. A partir de los 30 años, la reserva ovárica de la mujer disminuye, a la vez que la calidad de sus óvulos. Así, a partir de los 35 años, la cantidad de los óvulos desciende drásticamente. Además, a partir de esta edad se presentan anomalías cromosómicas en el 30% de sus gametos; y a partir de los 40 años esas anomalías afectan al 50 o 60%. En caso de ser fecundados, pueden dar lugar a embriones desequilibrados cromosómicamente por lo que no terminarán en embarazo, o bien ocasionarán gestaciones bioquímicas o abortos.
3. Desajustes hormonales y alteraciones de la ovulación de la mujer.
4. Daños en las Trompas de Falopio que impiden que el óvulo se desplace hasta el útero o que los espermatozoides lleguen al óvulo.
5. Cicatrices asociadas a la endometriosis.
6. Afecciones del útero como fibromas uterinos o adenomiosis.
7. Complicaciones relacionadas con un embarazo, cesárea o cirugía anterior.
8. Enfermedades posteriores al último parto como diabetes, problemas de tiroides o hiperprolactinemia.
9. Patologías que afectan al aparato reproductor masculino o alteraciones del tracto genital.
10. Sobrepeso o bajo peso.
11. Consumo de determinados medicamentos, alcohol o tabaco.

Además, hay que tener en cuenta también si ha habido un cambio de pareja, ya sea hombre o mujer. De ser así, habría que estudiar al nuevo miembro desde el inicio.

Para diagnosticar la infertilidad secundaria, las pruebas son iguales que en la infertilidad primaria. Así, será necesario hacer una historia clínica y un examen físico completo a los dos miembros de la pareja.

En el caso de la mujer, pruebas como el estudio hormonal basal, ecografía o histerosalpingografía (una prueba para evaluar la forma del útero y si las trompas de Falopio están abiertas). Por su parte, al hombre se le realiza una prueba del semen, mediante un seminograma o espermiograma. En caso de ser necesario, el especialista puede realizar las pruebas complementarias que considere.

Soluciones para la infertilidad secundaria: Tratamiento

Existe la creencia de que si una pareja consigue su primer embarazo de forma natural sin problema, lo «normal» es que ocurra lo mismo con el segundo. Pero no siempre ocurre así, lo que puede provocar mucho estrés y sufrimiento y un impacto en la salud mental. Y, además, retrasan la consulta al especialista para buscar el motivo por el que la mujer no vuelve a quedarse embarazada.

En caso de que te diagnostiquen una infertilidad secundaria, es probable que el especialista te recomiende inicialmente un cambio de hábitos como la dieta, el ejercicio o tratar de reducir el nivel de estrés. Además, tras realizar un estudio individualizado a ambos miembros de la pareja, se pueden proponer técnicas de reproducción asistida como la inseminación artificial en caso de aparecer un factor masculino alterado o bien una Fecundación in Vitro.

Si la edad de la mujer ha incrementado mucho desde el primer embarazo, se puede recomendar la ovodonación (la recepción de ovocitos donados) para tratar de solucionar la infertilidad secundaria y conseguir el embarazo; o bien la donación espermática si es componente masculino.

¿Por qué no puedo quedar embarazada si ya tuve un hijo? ¿Cómo superar la infertilidad secundaria? ¿Por qué infertilidad secundaria? Si tienes más dudas, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte a resolverlas. Entre ellos, se encuentra la matrona Sara Caamaño.

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