¿Qué hace que los adolescentes sean felices? Ayudar a los jóvenes a desarrollar un sentido de propósito en la vida ayuda a desarrollar su resiliencia y prevenir el deterioro de su salud mental, según un informe…
Si preguntas a cualquier padre o madre qué le desea a su peque, con gran probabilidad te contestará que quiere que sea feliz. Pero, ¿cómo podemos educar a un niño para que sea feliz?
La felicidad: un viaje más que un destino
Lo cierto es que la felicidad es un estado subjetivo que varia en función de cada persona. Y, a pesar de ello, la propia ciencia asegura que la infancia es la mejor etapa y la más feliz de la vida. Así, podríamos pensar que no es necesario hablar con nuestros hijos e hijas sobre la felicidad ni prestar especial atención a su educación para que sean felices.
Pero lo cierto es que sí podemos hacer muchas cosas por los más peques. No en vano, diferentes instituciones reconocen cada año desde 1973 a Dinamarca como el país más feliz del mundo y admiten que las familias danesas crían hijos felices que se convierten en adultos felices. Y lo que es mejor, este ciclo se sigue manteniendo en el tiempo.
Una de las principales claves para inculcar en nuestros hijos la clave de la felicidad es tratar de explicarles que más que un destino en sí es un viaje constante. Ese popular dicho también es repetido por el científico social y profesor de la Universidad de Harvard Arthur Brooks, quien asegura que tendemos a creer que al lograr una determinada cosa, automáticamente seremos más felices y estaremos más satisfechos con nuestra vida. Pero, según el experto, esto es falso.
Conseguir un trabajo bien remunerado, casarse, tener hijos, comprar una casa, perder peso… Son solo algunos ejemplos de las metas que solemos ponernos y que esperamos alcanzar y ser más felices con ellas. Sin embargo, para Brooks lo importante no es el destino, sino la dirección y el viaje. Según explica:
“Los seres humanos están preparados para el progreso. El progreso es lo que nos trae una verdadera sensación de satisfacción. Movimiento hacia adelante. Metas y avanzar hacia ellas es lo que realmente necesitamos”.
¿Cómo educar a un niño para que sea feliz?
Por tanto, la felicidad no es algo material que podamos entregar a un niño, pero sí le podemos enseñar y educar para que sea feliz. Y la clave está en la correcta gestión de las emociones, lo que les permite tener seguridad en sí mismos y una mayor autoestima, además de la capacidad de ver el lado positivo de las cosas.
Así, podemos darle las herramientas necesarias para la vida, además de enseñarles valores y hábitos imprescindibles para el día a día. Pero, ¿cómo educar a un niño para que sea feliz?
- Comparte tiempo de calidad, juega, escucha y habla con ellos. Estar tiempo con sus adultos de referencia es probablemente de las cosas que más feliz hace a un niño.
- El juego libre. Limitar las horas frente a las pantallas y fomentar el juego libre es vital para su felicidad. Así, podemos dejarles tiempo y espacio para jugar a solas o con otros niños, sin intervenir a menos que sea necesario.
- Educar con autenticidad es el primer paso para inculcar valentía y honestidad. Esto incluye enseñarles a validar todas las emociones, a expresarlas y gestionarlas correctamente.
- Practicar la redefinición es alejar de nosotros la negatividad para ver la misma situación desde un prisma más positivo, evitando los pensamientos catastróficos y optando, en cambio, por el enfoque constructivo y el diálogo fortalecedor.
- Fomentar la empatía esforzándonos por entender a los demás y ponernos en su piel, estableciendo relaciones interpersonales sólidas, aprendiendo a escuchar e intentando comprender a nuestros interlocutores, aún cuando tengan puntos de vista diferentes a los nuestros.
- Apostar por la responsabilidad en lugar de la obediencia, por educar desde el respeto y no desde el miedo ni los ultimátums.
- Los niños y las niñas necesitan sentir que pertenecen a un grupo, que se les reconoce como miembros de su propia familia y tienen valor e importancia dentro de ella. Satisfaciendo esta necesidad innata en ellos les aportamos seguridad y confianza.
- No resuelvas todos sus problemas pensando que así los haces más felices. Es importante que aprendan a tolerar la frustración, que luchen y resuelvan las cosas por sí mismos. Esto no significa que nos pidan ayuda cuando la necesiten, pero en lugar de darles la solución, podemos apoyarlos para que la encuentren ellos mismos.
- Permítele estar triste. No tenemos que vivir en un estado de felicidad constante. Nuestros hijos e hijas se enfrentarán a diferentes situaciones y emociones durante su infancia y es importante acompañarlos a transitar cada una de ellas. Es probable que no lo inviten a una fiesta de cumpleaños a la que quiere ir, pero nuestra labor no es conseguir la invitación para que no esté triste ya que así estaríamos enviándole el mensaje de que está mal sentirse así.
¿Cómo enseñar a los niños sobre la felicidad? ¿Qué necesita un niño para ser feliz de los 0 a 3 años? ¿Cómo fomentar la alegría en los niños? ¿Cómo educar a un niño para que sea feliz? Si te preguntas sobre la importancia de la felicidad para los niños o buscas actividades para trabajar la felicidad en niños, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as en salud infantil y crianza respetuosa que puede ayudarte a resolverlas. Entre ellos se encuentra la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero
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