Adolescentes perfeccionistas y exigentes consigo mismos: Cómo ayudarles a encontrar el equilibrio

Cada vez más adolescentes tienden a ser más autoexigentes y perfeccionistas consigo mismos, lo que puede provocar problemas de salud mental como ansiedad o estrés.

Adolescentes autoexigentes: causas y señales a las que prestar atención

Exigirse es, muchas veces, la base del éxito. Pero cuando se busca la perfección y nada es suficiente, puede provocar el efecto contrario. Es cierto que tendemos a celebrar cuando un estudiante tiene buenas notas, destaca en los deportes y es responsable; a pesar de que cumplir siempre con las reglas y superar todas las expectativas no es propio de la adolescencia. ¿Entonces? ¿Por qué celebramos cuando los jóvenes son perfeccionistas?

Cada vez más adolescentes buscan está perfección convirtiéndose en personas muy exigentes consigo mismos, lo que les lleva a sufrir problemas de salud mental como ansiedad o estrés. De hecho, según un estudio la Asociación Americana de Psicología, en las últimas décadas se ha observado un aumento en los rasgos perfeccionistas de los jóvenes universitarios:

«Los resultados muestran que las generaciones recientes perciben una mayor demanda del entorno sobre ellos y son también más demandantes con sus pares y con ellos mismos». 

El perfeccionismo tiene un componente genético marcado, aunque es cierto que influyen otros factores como la educación. Se pueden diferenciar 3 tipos de perfeccionismo:

• Perfeccionismo autoorientado. Propio de las personas que se autoimponen unas metas estrictas y no aceptan sus propios errores.
• Perfeccionismo orientado hacia otros. Supone tener expectativas de perfección para las demás personas, siendo críticos con ellas cuando no las cumplen.
• Perfeccionismo socialmente impuesto. Creencia de que otras personas esperan que uno sea perfecto.

Estas conductas perfeccionistas suelen empezar en la infancia y pueden resultar difíciles de detectar. De hecho, es común también en niños y niñas con altas capacidades. ¿El motivo? Aún vivimos en una sociedad que valora más el resultado que el esfuerzo. El perfeccionismo se puede presentar en cualquier ámbito de la vida y su objetivo no es mejorar o hacer las cosas mejor. Aspira a hacerlas perfectas, algo que es imposible y, por tanto, causa malestar y frustración.

¿Cómo saber si tu hijo adolescente es perfeccionista y autoexigente consigo mismo? Hay algunas señales a las que puedes estar atento:

1. Autocrítica excesiva. Los adolescentes perfeccionistas tienden a sentir que no son lo suficientemente buenos nunca y suelen decir que no hacen nada bien.
2. Sensibilidad a la crítica ajena.
3. Gran frustración ante los errores.
4. Ansiedad ante la posibilidad de cometer un error.
5. Dificultad para terminar tareas ya que no acabarlas es una manera de no enfrentarse a la posibilidad de fallar.
6. Sin riesgos. No se atreven a probar cosas nuevas por el temor a no hacerlas perfectas.
7. Falta de reconocimiento de sus propios éxitos.

La autoexigencia puede tener un impacto negativo en la salud mental de los adolescentes. Así, suelen tener baja autoestima; son personas pesimistas y negativas; y pueden tener problemas de salud mental como ansiedad o depresión. Además, la búsqueda de la perfección y la autoexigencia suele asociarse a trastornos de conducta alimentaria (TCA).

Las causas por las que un adolescente puede llegar a ser autoexigente y perfeccionista consigo mismo son diversas. La presión social o familiar suele ser la principal, llevando a los jóvenes a sentir la necesidad de cumplir con las expectativas de otras personas en vez de las suyas propias. Pero hay más:

• Búsqueda constante de validación externa.
• Miedo al fracaso.
• Comparación social en diferentes aspectos como los resultados académicos, la apariencia o los logros.
• Influencia de las redes sociales donde se muestran vidas aparentemente perfectas y cuerpos idealizados.

¿Cómo ayudar a una adolescente perfeccionista?

Para ayudar a nuestros hijos adolescentes con un alto nivel de autoexigencia es fundamental mostrarles un amor incondicional. Explicarles que este amor no depende de sus logros ni de sus resultados.

Es cierto que es positivo animar a nuestros hijos e hijas a mejorar y esforzarse para obtener mejores resultados en cualquier ámbitos. Pero es fundamental poner énfasis en la importancia del progreso, en lugar de insistir en la necesidad de sacar buenas notas o destacar sobre el resto. Deben saber que siempre contarán con nuestros apoyo, aunque los resultados no sean los esperados. 

1. Comunicación. Es clave crear un espacio de comunicación abierto y seguro en el que los adolescentes se sientan cómodos y con confianza para compartir sus sentimientos y, sobre todo, sus preocupaciones.
2. Valora el esfuerzo y el proceso de aprendizaje más que el resultado final. Explícale que los errores no son más que una oportunidad para aprender.
3. Sé un buen ejemplo. Vigila tus propias reacciones en momentos de frustración o cómo te enfrentas a nuevos retos. Demuestra comprensión hacia ti mismo y cuida tu manera de hablarte.
4. Fija metas y expectativas realistas y alcanzables.
5. Ayúdalo a organizarse, planificarse y ofrécele habilidades de estudio (o para la actividad en la que se está centrando) lo que le ayudará a reducir la presión.
6. Enséñale estrategias para manejar el estrés y la ansiedad como la meditación, la respiración o el ejercicio físico.
7. Explícale la importancia de la resiliencia, que el fracaso ocasional forma parte de la vida pero no define su valor.
8. Anímale a hacer otras actividades en lugar de centrarse exclusivamente en sus estudios. Puedes buscar junto a tu hijo o hija actividades que le diviertan y le interesen sin necesidad de que estén enfocadas al éxito.
9. Busca ayuda profesional. En caso de que nada lo anterior funcione y afecta al bienestar emocional de tu hijo, es importante buscar apoyo o terapia para ayudaros a abordar la situación.

¿Qué trastorno tiene una persona perfeccionista? ¿Qué hay detrás del perfeccionismo? ¿Cómo es el comportamiento de una persona perfeccionista? Si tienes dudas sobre cómo trabajar el perfeccionismo en adolescentes o necesitas trabajar la autoexigencia en adolescentes, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte. Entre ellos, se encuentra la logopeda, docente y psicóloga infantil Elena Mesonero.

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