Matrescencia: La transformación del cerebro de la mujer embarazada

Cuando una mujer se queda embarazada, experimenta todo tipo de cambios físicos, biológicos, psicológicos, conductuales, sociales e incluso del propio cerebro

Cuando una mujer se queda embarazada, su cuerpo experimenta todo tipo de cambios para garantizar la supervivencia del bebé y la suya propia. Es lo que se conoce como matrescencia.

¿Qué es la matrescencia?

Aunque los cambios físicos son los más evidentes, lo cierto es que la mujer embarazada experimenta cambios biológicos, psicológicos, conductuales, sociales e incluso del propio cerebro. Y justo a todos esos cambios que ocurren con el embarazo y la maternidad hace referencia la matrescencia.

El término fue acuñado por la antropóloga Dana Raphael en la década de los 70 y rescatado por la psicóloga Aurelie Athan en 2008. La intención era promover la comprensión social y facilitar el apoyo que necesitan las mujeres en este momento. La palabra comparte raíz con «adolescencia» haciendo alusión al importante cambio hormonal que sufren tanto las jóvenes como las mujeres que se quedan embarazadas y son madres.

 

Matrescencia La transformación del cerebro de la mujer embarazada

 

En ambas etapas se sucede un periodo de neuroplasticidad, además de procesos de poda neuronal y mielinización, lo que implica que algunas áreas y circuitos cerebrales se perfeccionen. Y todo esto ocurre para favorecer la adaptación a nuevas etapas con importantes cambios, como puede ser la transición a la vida adulta o la llegada de un bebé.

¿Cómo cambia el cerebro de la mujer embarazada?

El cerebro de la mujer cambia en el comienzo del embarazo y vuelve a hacerlo tras el parto. Pero esto no significa que el cerebro de la embarazada disminuye y pierde capacidad ni que sea un deterioro cerebral, sino más bien lo contrario: es una adaptación focalizada a asegurar la supervivencia del bebé.

Hay numerosos estudios científicos que han analizado cómo se adapta el cerebro a esta nueva etapa. Uno los investigadores que más ha indagado sobre esos cambios fue Craig H. Kinsley (1954-2016) de la Universidad de Richmon. Según él, «las madres no nacen, se hacen». Este neurocientífico explicaba en 2006 que las fluctuaciones hormonales durante el embarazo, el parto y la lactancia pueden remodelar el cerebro de las mamíferas «mediante el aumento del tamaño de las neuronas en algunas regiones y la producción de cambios estructurales en otras».

 

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Por su parte, una investigación liderada por las investigadoras del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) Susana Carmona, María Paternina-Die y Magdalena Martínez en colaboración con el proyecto BeMother de la Universidad Autónoma de Barcelona, también evidenció estos cambios en el cerebro de las embarazadas.

“Cuando comparamos los cerebros [de mujeres embarazadas y otras que no lo habían estado nunca] vimos que cambiaban muchas redes cerebrales. No solo la llamada red neuronal por defecto (que se activa cuando la mente está en reposo y se desactiva cuando realizamos tareas que requieren atención, implicada en procesos como la reflexión del yo y la capacidad para empatizar ); también las regiones relacionadas con la atención”.

Pero estos cambios no solo ocurren en la mamá gestante. También el cerebro del otro progenitor o de los cuidadores principales cambia.

La diferencia con el mommy brain

Si estás embarazada o tienes hijos, es probable que de repente hayas empezado a olvidar cosas. No es que se haya hecho más pequeño o pierda capacidad. Solo focaliza la atención en lo importante: cuidar y proteger al bebé. Es lo que se conoce como «mommy brain» (cerebro de mami en español). Sin embargo, un artículo publicado en la revista JAMA Neurology alertaba de la necesidad de cambiar este relato. Según explican sus autores:

«La idea de que la maternidad está plagada de déficits de memoria y se caracteriza por un cerebro que ya no funciona bien no es científicamente cierta. 

Ha llegado el momento de rebautizar el mommy brain y que se refleje la adaptación del cerebro de las mujeres para asumir la extraordinaria hazaña de la crianza. Para ello, debemos seguir centrando nuestra investigación en comprender el conjunto de adaptaciones neuronales que acompañan a la maternidad y dar a ese órgano el crédito que merece”. 

 

Matrescencia La transformación del cerebro de la mujer embarazada

 

Pero lo más importante es que el término matrescencia reconoce de alguna forma el derecho de las mujeres a sentirse abrumadas o solas en su experiencia de maternidad. A no poder más en ocasiones. Y saber que eso no te convierte en una mala madre. Al revés, anima al entorno a comprender los desafíos de la maternidad y fomenta una red de apoyo para transitarla más acompañadas.

¿Qué significa matrescencia? ¿Cuánto dura la matrescencia? ¿Qué es la matrescencia? ¿Cuándo se quita el mommy brain? Si tienes más dudas, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as en salud infantil y crianza respetuosa que puede ayudarte. Entre ellos, se encuentra la matrona Sara Caamaño o la psicóloga Mamen Bueno.

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16 enero, 2025

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