Dinamarca es declarado todos los años, desde 1973, por la OCDE como el país más feliz del mundo. El secreto de su felicidad no es otro que su estilo de crianza. Todas las instituciones mundiales…
Un estudio de la Universidad de Harvard revela que los niños y niñas que asumen más tareas del hogar en casa son más felices.
Los niños son más felices cuando realizan tareas en casa
La crianza moderna busca la felicidad y el éxito de los niños y niñas. Como padres y madres, queremos que crezcan felices y, para ello, tendemos a pensar que será más fácil si se lo damos todo hecho. Le facilitamos todo lo que está en nuestra mano y tendemos a satisfacer el más mínimo deseo pensando que así los haremos más felices.
Pero, según los expertos, nos equivocamos. Según explican, cuanto más útil se siente un niño, más tareas se siente capaz de realizar y más sentido de pertenencia al grupo tiene, más realizado y feliz se siente. Así, según detallan en el estudio, asignar tareas domésticas a los niños y niñas desde una edad temprana tiene importantes beneficios más allá de tener la casa limpia y ordenada.
Para realizar el estudio multigeneracional, los investigadores examinaron a lo largo de 85 años (y que continúa en desarrollo) a más de 700 personas consideradas «altas triunfadoras». Y observaron una correlación significativa entre la realización de tareas domésticas durante la infancia y el éxito profesional elevado en la edad adulta.
En realidad, los resultados del estudio van en la misma línea de lo que ya afirma la neurociencia. Cuanta más autonomía personal tiene un peque y más sentido de pertenencia a un grupo desarrolla, mayor sentimiento de satisfacción tiene. Y esto repercute de forma inmediata en su autoestima, su autoconocimiento y su autonomía personal; aspectos fundamentales para el bienestar de una persona. No solo eso, así aprenden a percibir y atender las necesidades de los demás, lo que los prepara para colaborar y liderar futuros entornos laborales.
Pero, además, gracias a la realización de tareas en el hogar, los peques aprenden que el mundo no gira en torno a ellos, reduciendo el egocentrismo. Así, se fomenta el trabajo en equipo, la empatía o la capacidad de seguir instrucciones cuando es necesario. Y todas estas habilidades son básicas para la vida adulta, no solo para alcanzar el éxito a nivel profesional, sino también en el plano personal y social.
La felicidad, un viaje constante
A lo largo de los años, los investigadores de Harvard han puesto en marcha diferentes estudios para dar respuesta a la felicidad en niños y adultos. Así, ya comprobaron en una investigación previa que la felicidad depende de la felicidad de las personas con las que se relacionan. Un hecho que justifica que la felicidad, al igual que la salud, es un fenómeno colectivo.
Por su parte, el científico social y profesor de la Universidad de Harvard Arthur Brooks, comparte el famoso dicho «la felicidad más que un destino es un viaje constante». Él asegura que tendemos a creer que al lograr una determinada cosa, automáticamente seremos más felices y estaremos más satisfechos con nuestra vida. Pero, según el experto, esto es falso. Para Brooks lo importante no es el destino, sino la dirección y el viaje. Según explica:
“Los seres humanos están preparados para el progreso. El progreso es lo que nos trae una verdadera sensación de satisfacción. Movimiento hacia adelante. Metas y avanzar hacia ellas es lo que realmente necesitamos”.
Además, otro estudio publicado en Journal of Developmental Behavioral Pediatrics, comprobó que los niños y niñas que comienzan a ayudar en casa a los 4 o 5 años, desarrollan mayor confianza en sí mismos y autoeficacia, además de más posibilidades de ser felices de adultos.
Beneficios de involucrar a los niños en las tareas del hogar
Implicar a los niños y niñas desde pequeños en las tareas del hogar tiene importantes beneficios para su desarrollo. Entre ellos, se encuentran:
- Desarrollo de habilidades motoras. Los más peques pueden recoger sus juguetes y ordenar los libros, lo que les ayuda también a fomentar la coordinación mano-ojo y el movimiento de agarre y sujeción de los objetos.
- Reciben estímulos nuevos. Los peques aprenden jugando y experimentando. La cocina es el espacio perfecto para probar nuevos sabores, texturas, nuevos olores…
- Desarrollan la concentración. Aprenden a ser más cuidadosos y a pensar antes de actuar.
- Aprenden a trabajar en equipo y se sienten parte del grupo, lo que les lleva a sentir que su participación es única e importante. Así, desarrollan el sentimiento de pertenencia, de colaboración y de hacer el bien común.
- Entienden la importancia de seguir instrucciones, sobre todo en algunos casos como poner la lavadora, preparar el desayuno o hacer la cama.
- Fomenta la seguridad en sí mismos. Al sentirse útil, el peque se siente feliz, respetado y valorado por el resto de la familia.
- Aprenden a ser organizados. Participar desde pequeños en las tareas del hogar suele generar adultos organizados, lo que no se refleja solo en el hogar, también a nivel académico y laboral.
- Compartir tiempo en familia.
Si tienes más dudas sobre la crianza de tus peques, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte. Entre ellos, se encuentra la logopeda, docente y psicóloga infantil Elena Mesonero.
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