Durante la lactancia, ya sea con el pecho, mixta o con el biberón, pueden surgir obstáculos que impidan que esta se desarrolle normalmente. Mantenidos en el tiempo, esas barreras pueden ir a más y en…
Muchas familias que van a adoptar a un bebé o un niño o niña de pocos años desconocen que existe la posibilidad de inducir la lactancia para darle el pecho. ¿Cómo amamantar siendo madre adoptiva?
¿Qué es la lactancia inducida?
El proceso de producción de leche materna comienza en el embarazo, con el aumento natural de hormonas. Después, tras la salida de la placenta en el parto y con la estimulación de la succión del bebé, este ya encuentra calostro, la primera leche que han de recibir los recién nacidos. Después, con la llamada subida de la leche aumenta la cantidad a medida que el bebé es capaz de succionar mejor. Sucede así de forma natural en el proceso fisiológico, pero también es posible amamantar a un bebé sin haberlo gestado ni parido.
Es cierto que inducir la lactancia en una mujer que no ha estado embarazada antes es un proceso complejo en el que se entremezclan la dificultad de inducir la lactancia y la dificultad de que el bebé mame que requiere mucho tiempo, apoyo, constancia y paciencia. Por un lado la inducción es un trabajo de simulación del embarazo para que el cuerpo quiera producir leche y, por otro, el bebé. Su éxito depende de muchos factores, entre ellos:
- La edad del bebé ya que cuanto más pequeño más fácil resultará.
- La forma en la que ha sido alimentado el bebé hasta la llegada de la madre adoptiva y su disposición para mamar.
- Que no exista ninguna patología que pueda afectar a la producción de leche;
- Un proceso de estimulación del pecho e inducción correcto.
A ello se suma el fuerte deseo de la madre de dar el pecho y la confianza en una misma y en su capacidad para producir leche ya que es probable que durante el proceso muchas personas opinen en contra de dar el pecho a un niño o niña adoptado o digan directamente que «no es posible». Por ello, contar con un entorno que le apoye en su decisión es fundamental, además de la constancia.
Así, la lactancia inducida es un proceso viable en la mayoría de los casos con una tasa de éxito alta. De hecho, hay estadísticas que señalan que el 36% de las mujeres que lo intentan, alimentan a su peque solo con su propia leche al cabo de 2 meses. El resto (el 64%) produce leche pero necesita suplementar al bebé con leche de fórmula.
Pero esto no significa que sea fácil. Por ello, es necesario contar con información y apoyo adecuados. En la Tribu CSC cuentas con la consultora de lactancia Inma Mellado que puede ayudarte a resolver cualquier duda que pueda surgirte sobre la lactancia inducida o cualquier otro tema relacionado con la lactancia materna.
La capacidad de producir leche depende de la correcta estimulación del pecho, pero la capacidad de producir leche depende del desarrollo mamario, de un correcto estado hormonal y de que no haya habido intervenciones en la mama que hayan alterado las estructuras anatómicas de forma fundamental, entre otros factores. Si se cumple todo y hay una correcta estimulación, es muy probable que todo comience a funcionar. Y en todo ello, el embarazo juega un papel clave ya que lo facilita, pero no es completamente indispensable. Eso sí, las glándulas mamarias tienen memoria, de ahí que es algo más sencillo cuando la persona que quiere amamantar ya ha dado a luz antes, incluso si ya han pasado varios años. Es lo que se conoce como relactación.
Es cierto que la producción de leche en una lactancia inducida es muy variable. Por ello, la nutrición en sí debería quedar en un segundo plano. Así, el objetivo principal sería aumentar el vínculo afectivo con el bebé.
Cómo amamantar siendo madre adoptiva
Inducir la lactancia en una madre adoptiva puede llegar a ser todo un reto. Por ello, lo ideal es contar con la ayuda y apoyo de una consultora de lactancia que nos ayude a hacer un plan personalizado y conozca las circunstancias y preferencias de cada binomio mamá/bebé.
Existen varios protocolos, incluso podría ser factible solamente con la estimulación física del pecho con el sacaleches, pero generalmente es preciso combinar dicha estimulación con medicación. Las pautas establecidas por Lenore Goldfard con ayuda del doctor canadiense Jack Newman son las más seguidas.
En cualquier caso, y sea cual sea el método de inducción elegido, es necesario estimular la glándula mamaria antes de la llegada del bebé. Así, para amamantar a un bebé adoptado siendo madre adoptiva, es aconsejable seguir una serie de consejos:
- Estimular el pecho de manera manual. Se pueden realizar masajes dos veces al día sobre el pecho, el pezón y la areola, además de tracciones suaves sobre el pezón. Si se estimula de forma adecuada, el cerebro de la madre aumenta la producción de prolactina, hormona esencial en la lactancia materna.
- Estimulaciones con sacaleches. Es mejor una estimulación breve y frecuente varias veces al día que una única de larga duración. De hecho, cuando no sale leche, bastaría al principio con unos 2 minutos por cada pecho, para ir ampliando el tiempo progresivamente.
- La estimulación debería realizarse cada 2-3 horas de día y cada 4 horas de noche.
- Elige un lugar cómodo y asegúrate de contar con distracciones cerca para no estar todo el rato pensando y mirando si sale leche o no del pecho.
- Cuando empiezan a salir las primeras gotas de leche se pueden aumentar los tiempos de extracción. Aunque hay que tener en cuenta que no son aconsejables las sesiones largas de extracción.
Y, por supuesto, ¡no tires la leche! Como al principio solo saldrán unas gotas, se puede congelar en jeringas. A medida que aumente la producción, la puedes guardar en bolsas especiales para leche materna, etiquetarla y congelarla para dársela a tu bebé cuando por fin lo tengas contigo. Pero, ¿qué ocurre cuando llega? En ese momento, comienza la segunda etapa de la lactancia inducida en la que hay que conseguir que el bebé se agarre al pecho y succione. De hecho, la actitud del peque y su disposición a mamar será clave en el éxito o no del proceso. Para ello es importante:
- Haz piel con piel con tu bebé y ponlo al pecho de forma frecuente. Lo ideal sería hacerlo cada 1 o 2 horas o, al menos, de 8 a 12 veces al día.
- Haz colecho con el peque permite que tenga un acceso rápido y fácil al pecho siempre que quiera. De hecho, las tomas nocturnas son fundamentales porque aumentan la producción de prolactina. Además, el contacto permanente con mamá puede incrementar las ganas del peque de acercarse al pecho.
- Ofrece ambos pechos en cada toma e incluso ir alternándolos varias veces si el peque muestra disposición.
- Asegura un buen agarre y una buena succión.
- Evita el uso de chupetes, biberones o tetinas ya que pueden interferir en la lactancia materna. En su lugar, se pueden optar por métodos alternativos como jeringa-dedo, uso del vasito, alimentación con cuchara o relactador. Este último es una opción muy interesante ya que permite tener al bebé en el pecho estimulando la glándula mamaria a la vez que recibe leche de fórmula.
- Mantener la extracción con sacaleches si el peque no mantiene un ritmo de tomas adecuado para aumentar la producción y establecer correctamente la lactancia.
¿Qué ocurre si el peque no muestra ningún interés en mamar? En esos casos, es fundamental mantener al peque en contacto piel con piel todo el tiempo posible y ofrecerle pecho de forma constante, sin obligarlo. Además, es importante asegurarse de que no está enfermo.
En cualquier caso, asegurar la correcta alimentación del bebé es fundamental para su salud y crecimiento. Por ello, debemos estar atentos al número de pañales que mancha y a su ganancia de peso y, en caso de ser necesario, suplementar al bebé ya sea con leche materna o de fórmula. En caso de duda, es fundamental consultar siempre con el pediatra. En la Tribu CSC cuentas con la pediatra Gloria Colli.
Tipos de inducciones
La base de la inducción es la estimulación de la glándula mamaria y el aumento de la prolactina en la sangre para iniciar así la producción de leche materna. Así, existen diferentes tipos de inducción que varían en función del tiempo que tenga la madre antes de la llegada del bebé y de sus propias preferencias:
- Inducción farmacológica. Ciertos galactogogos pueden ser útiles para inducir la lactancia, pero siempre deben estar recetados por un médico.
- Inducción con fitoterapia.
- Inducción exclusiva con estimulación.
En función del tipo de inducción, varía el tiempo necesario para producir leche, algo que se complica en el caso de las adopciones al desconocer la fecha exacta de la llegada del bebé. Además, cada persona es diferente por lo que los tiempos pueden variar de forma significativa de una a otra. Por ello, es mejor dejar a un lado las expectativas y dejarse llevar en el proceso.
Pero, ¿cuándo empezar? Es cierto que si empezamos muy pronto podemos caer en el cansancio y si lo hacemos muy tarde, se puede comprometer el resultado final. Así, de forma general, se recomienda empezar entre 4 y 6 meses antes de la llegada del bebe con una inducción farmacológica; mientras que en la inducción con fitoterapia o con estimulación se debería empezar mínimo 2 meses antes.
¿Qué pasa si una mamá amamanta a otro bebé? ¿Cómo puedo amamantar sin ser madre? ¿Cómo se le dice a las mujeres que amamantan a otros niños? ¿Qué pasa si le doy teta a un bebé que no es mío? ¿Cómo alimentar a un bebé recién nacido adoptado? En la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte a resolver todas tus dudas. Entre ellos, se encuentra la consultora de lactancia materna e IBCLC Inma Mellado.
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