¿Qué provoca la ansiedad escolar?

Los niños con ansiedad en el colegio ven afectado significativamente su rendimiento académico e incluso su vida diaria, pero ¿qué provoca la ansiedad escolar? Según los especialistas, las causas son múltiples y variadas.

¿Cómo es la ansiedad escolar?

Según los especialistas, la ansiedad escolar es definida como un conjunto de síntomas agrupados en respuestas cognitivas, psicofisiológicas y motoras emitidas por un sujeto ante situaciones escolares que son percibidas como amenazantes y/o peligrosas.

Como consecuencia, para los niños con ansiedad en el colegio todo ello tiene una repercusión negativa en el bienestar personal de los alumnos y en su rendimiento académico (debido a su influencia negativa en los procesos de atención, concentración y retención).

La ansiedad escolar es bastante común. El estrés por problemas relacionados con la escuela puede surgir en los estudiantes de cualquier edad en cualquier momento. Pero si el estrés de un estudiante es crónico o interfiere en su vida diaria o su rendimiento académico, debe abordarse.

Pero para abordar la ansiedad de nuestros hijos e hijas, es importante conocer el origen: ¿cuáles son las causas de la ansiedad escolar?

¿Qué provoca la ansiedad escolar?

Según los estudios, para niños entre 8 y 12 años de edad, la ansiedad escolar está relacionada frecuentemente con miedos sociales frecuentes a estas edades, relacionados con situaciones en las que hay que leer y/o hablar en voz alta, hablar con personas que representan autoridad y relacionarse con sus pares. La ansiedad social en estas edades puede agruparse en 3 causas:

• Miedo a las evaluaciones negativas de sus compañeros.
• Evitación del contacto social.
• Angustia frente a situaciones nuevas.

Asimismo, 2 problemas motivacional-afectivos que sufren frecuentemente algunos alumnos a estas edades son la denominada indefensión y la desesperanza aprendida. Según los expertos, ambas pueden atribuirse en gran medida a las condiciones poco favorables en las salas de clase y al uso incorrecto de la dimensión afectiva por parte del profesor y de la institución escolar.

No obstante, en la ansiedad en el ámbito escolar pueden intervenir múltiples factores. Tradicionalmente, se han considerado las siguientes causas como las más comunes de la ansiedad escolar:

• Fuentes académicas
  • Problemas de aprendizaje derivados de dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura o las matemáticas, TDAH, dificultades en la comunicación o retraso en el habla, problemas de memorización, dislexia, un trastorno específico del lenguaje, etc.
  • Presión indebida de los adultos para que tengan éxito.
  • Hablar en público y participar en grupo. La escuela exige en todos los grados cierto nivel de participación y presentación que puede generar ansiedad en el alumnado tímido, introvertido, con TEA, inseguridades o con dificultades de socialización o en el habla.
  • Estilo de enseñanza. Aunque la mayoría de docentes hacen todo lo posible para abordar las necesidades de todos los estudiantes, a veces simplemente esto no se consigue. Cuando el estilo de enseñanza de un colegio o docente en concreto no encaja con las necesidades de un estudiante, es poco probable que ese niño tenga una experiencia positiva en esa clase. Y si el profesor o profesora es inaccesible además de ser incompatible con el alumno, puede ser una gran fuente de estrés para el/la alumno/a.
  • Sobrecarga de trabajo y organización. A medida que los estudiantes avanzan de grado, su carga de estudio, deberes y trabajos se vuelve más pesada y se suma a las horas que dedican a las extraescolares y a las tareas domésticas. Además, los adolescentes comienzan a tener otras responsabilidades (grupo de amigos, primeras parejas, compromisos deportivos e incluso primeros trabajos). Por todo ello, muchos estudiantes pueden lidiar mal con la organización de tiempo, materiales e información.
  • Falta de apoyo. Cuando los estudiantes tienen problemas académicos y sienten que no tienen a quién acudir o que no saben cómo pedir ayuda, puede generarles ansiedad.
• Fuentes sociales
  • Acoso. El acoso escolar es fuente de mucha angustia y sufrimiento, tanto para las víctimas y sus familias, como a veces para los testigos que se sienten impotentes ante la situación de sus compañeros o amigos.
  • Presión social. Comienza a surgir en los últimos años de la escuela primaria, cuando muchos estudiantes temen no encajar con sus compañeros.
  • Conflictos sociales. Los estudiantes pueden tener o percibir conflictos o distanciamiento de sus compañeros o amigos.
  • Horario sobrecargado. Es importante que todos los niños tengan equilibrio en sus vidas. Este equilibrio debe incluir la escuela y la tarea, tiempo en familia, tiempo con amigos y tiempo a solas. Cuando el horario de un niño se llena demasiado, una o más de estas áreas no reciben la asignación adecuada. Esto a menudo hace que los estudiantes pierdan una salida en la que pueden confiar para liberar el estrés.
• Fuentes ambientales
  • Ruido. Puede ser increíblemente estresante para aquellos estudiantes que realmente necesitan silencio para concentrarse, como aquellos con TEA, TDAH o alta sensibilidad.
  • Falta de espacio propio o personal. Algunos estudiantes sienten malestar cuando, debido a la estructura del aula, no disponen de un espacio propio debidamente asignado y organizado, o cuando trabajan demasiado cerca de los compañeros.
  • Problemas de ubicación. Algunos estudiantes necesitan estar sentados en un lugar determinado del aula para aprender. Por ejemplo: cerca de la pizarra por problemas de vista, en la primera fila por problemas de audición, cerca de la puerta del pasillo si siente claustrofobia o lejos de la ventana si tiene asma.

En el caso de la ansiedad escolar en adolescentes, esta puede estar también ligada a factores personales como el autoconcepto (conjunto de percepciones que una persona tiene sobre sí misma). De hecho, numerosas investigaciones empíricas concuerdan en resaltar la influencia que ejerce el autoconcepto en la regulación del éxito escolar y el rendimiento académico, la competencia social o las metas académicas y personales.

Dentro de las causas ambientales de la ansiedad escolar, una nueva investigación ha hecho un hallazgo reciente: las malas condiciones del edificio escolar también pueden causar ansiedad en los estudiantes. Es decir, el estado del edificio en el que estudian los niños y su percepción del mismo, importan.

Niños con ansiedad en el colegio: El entorno de identificación importa

Una reciente investigación de la Queen’s University de Belfast, la Universidad de Johannesburgo, la Universidad de Jyväskylä, el Instituto Finlandés de Salud y Bienestar y la Universidad del Este de Finlandia, publicada en el British Journal of Social Psychology, ha descubierto que la percepción de un estudiante sobre las condiciones del edificio escolar está relacionada con su ansiedad.

En concreto, los investigadores encontraron que los estudiantes que tenían una percepción negativa del entorno físico de su escuela reportaban niveles más altos de ansiedad.

La investigación se llevó a cabo con estudiantes finlandeses de secundaria en 2017 y 2019. Un total de 71.392 estudiantes de 678 escuelas participaron en el estudio en 2017, y 85.989 estudiantes de 704 escuelas contribuyeron en 2019.

Según el Dr. Ian Shuttleworth, profesor titular de geografía humana de la Escuela de Medio Ambiente Natural y Construido de Queen’s asegura que un edificio escolar bien mantenido apoya el bienestar mental de los escolares.

«Los datos sugieren que un ambiente físico escolar deficiente está relacionado con la ansiedad de los alumnos, sobre todo en aquellos estudiantes que perciben el ambiente escolar peor que la percepción promedio de todos los alumnos, y también en aquellas escuelas donde la identidad o el espíritu del grupo escolar es más débil.

Esto sugiere que la mala calidad de la construcción de escuelas en el Reino Unido tendrá resultados individuales desiguales, lo que generará una mayor ansiedad para los estudiantes que son sensibles a su entorno físico y que estudian en escuelas con identidades sociales colectivas más débiles«, explica el experto.

Por su parte, Eerika Finell, profesora de psicología social en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Este de Finlandia, manifiesta que, aunque los síntomas de ansiedad de los escolares ya eran relativamente comunes antes de 2020, muchos más escolares presentaron síntomas durante la pandemia de COVID-19.

Según la experta, los docentes están presenciando un aumento de los síntomas de ansiedad entre los escolares y «la COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de contar con entornos interiores de buena calidad para nuestros niños y adolescentes».

«En nuestro estudio, encontramos que la percepción de los estudiantes sobre las condiciones del edificio escolar estaba asociada con su ansiedad autoinformada, y esto está en línea con investigaciones anteriores que muestran que los edificios escolares de buena calidad son importantes para el logro educativo y la comodidad de los estudiantes.

Sin embargo, las condiciones escolares suelen ser insatisfactorias: los baños, el mobiliario o los edificios escolares enteros pueden estar en mal estado; las aulas pueden ser demasiado ruidosas; y las temperaturas pueden ser demasiado altas o demasiado frías. Este es un problema real y se debe prestar más atención a las condiciones de la construcción de escuelas», añade Finell.

Cómo afecta la ansiedad en los estudiantes

No todos los niños, niñas y adolescentes experimentan el mismo patrón o intensidad de la sintomatología. Las reacciones y consecuencias de la ansiedad pueden variar en cuanto a su duración, persistencia y fluctuación a lo largo del tiempo.

Ansiedad y dificultades escolares

De acuerdo a las investigaciones realizadas, unos niveles altos de ansiedad reducen la eficiencia en el aprendizaje, ya que disminuyen la atención, la concentración y la retención, con el consecuente deterioro en el rendimiento escolar.

Los niños muy ansiosos tienen dificultades de atención y se distraen con facilidad, se organizan peor, no elaboran adecuadamente las actividades, tienden a ser poco flexibles para adaptarse a los procesos de aprendizaje y sufren dificultades académicas. Esto afecta sobre todo a los alumnos con menos recursos intelectuales, ya que está demostrado que los mejor dotados intelectualmente pueden compensar mejor la ansiedad.

Si el estudiante enfrenta constantemente situaciones académicas cuyas exigencias o demandas no puede cumplir con sus propios medios y recursos, afronta una situación estresante y de humillación, que a veces conduce a un rechazo a la escuela.

Asimismo, la disminución en el rendimiento en la escuela repercute en unas bajas calificaciones y estas en un empeoramiento de la autoestima de los estudiantes.

Si la ansiedad es intensa, la persona que la padece puede mostrar una excesiva sensibilidad y temores, así como temor a la escuela, vergüenza, timidez, sensaciones importantes de inseguridad y síntomas somáticos.

Los alumnos intensamente ansiosos tienen tendencia a preocuparse excesivamente por su competencia cognositiva y rendimiento escolar, exteriorizando intranquilidad, trastornos del sueño, dolores de estómago, alteraciones conductuales, cambios en el estado de ánimo y apetito, etc.

Asimismo, a medida que se van resintiendo sus calificaciones, los niños y niñas sienten temor de no ser válidos y no gustar a los demás, y pueden mostrarse aprensivos frente a actividades que otros alumnos realizan con entusiasmo ante el temor al fracaso y al ridículo.

Asimismo, la ansiedad escolar afecta al ámbito cotidiano y social, ya que estado ansioso intenso provoca que un niño altamente estresado puede alterarse fácilmente por experiencias de la vida cotidiana, especialmente ante la tarea escolar. Exhibe desasosiego y miedo exagerado y constante a actuar de una manera vergonzante en situaciones o actividades sociales, lo cual puede conllevar a padecer depresión y/o fobia social.

¿Cómo lidiar con la ansiedad escolar?

Si la ansiedad del niño o la niña es alta o se mantiene en el tiempo, es recomendable buscar ayuda y hablar con el centro educativo para que estén al tanto y puedan actuar en consecuencia. La terapia psicológica puede ayudar al alumno a gestionar sus emociones y el trabajo psicopedagógico otorgar herramientas precisas para ayudar a los alumnos a superar sus dificultades específicas en el aula, en el caso de necesitarlas.

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