Creo que mi hijo tiene ansiedad: ¿Cómo se manifiesta la ansiedad infantil y cuáles son las opciones de tratamiento?

Se estima que una quinta parte de los niños en todo el mundo presenta síntomas de ansiedad "clínicamente elevados"

Aunque los temores infantiles son habituales y a menudo pasajeros, cuando la ansiedad afecta a la calidad de vida y al día a día de un niño es importante determinar su causa y trabajar para erradicarla. La cada vez más elevada prevalencia de ansiedad infanto-juvenil nos obliga a centrar la mirada en la ansiedad infantil y su tratamiento.

De hecho, diversos estudios han explorado a lo largo del tiempo la sintomatología y características de la ansiedad infantil (como este, realizado con población española), así como las diversas opciones para sanarla. En concreto, España es el país europeo con más niños y adolescentes con problemas de salud mental.

Recientemente, Simón Byrne, Profesor de Psicología Clínica de la Universidad de Queensland y miembro de la Asociación Australiana de Terapia Cognitivo Conductual (AACBT), escribe que los trastornos de ansiedad son comunes entre los niños. Tanto que, por ejemplo, en Australia ya afectan a casi el 7% de los que tienen entre 4 y 11 años.

¿Qué tipo de causas hay para la ansiedad infantil?

Los miedos y preocupaciones de los niños suelen centrarse en áreas como estar solo, hablar con extraños o irse a dormir. «En pequeñas cantidades, estos miedos pueden resultar útiles para la supervivencia; en grandes cantidades pueden volverse abrumadores y perjudiciales«, escribe Byrne.

«Es importante que los padres y el resto del entorno (profesores u otros cuidadores secundarios) aprendan a no minimizar los miedos pero tampoco amplificarlos. Ser empáticos, ayudarles a entender y expresar lo que les ocurre y a afrontar sus miedos desde la calma hará que los peques puedan manejar adecuadamente la ansiedad», explica la psicóloga infantil de la Tribu CSC, Elena Mesonero.

Los especialistas señalan la infancia como el momento ideal para tratar estos problemas antes de que se agraven, se prolonguen o provoquen otros trastornos (que podrían dar la cara en la adolescencia o edad adulta temprana).

 

Ansiedad infantil tratamiento y síntomas

 

En la actualidad, existe una amplia variedad de diferentes tratamientos para la ansiedad infantil, pero ¿cómo decidir cuál es mejor para nuestro hijo?

Primero: ¿Mi hijo necesita ayuda?

El primer paso es determinar si de verdad nuestro hijo necesita tratamiento. «Es normal que los niños experimenten miedos irracionales que pasan con el tiempo«, explica Byrne.

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad en niños?

¿Qué hace un niño cuando tiene ansiedad? El principal factor que determina si un niño tiene «ansiedad clínica» es el grado en que el miedo causa problemas en su vida diaria. «Si un niño que tiene miedo a las arañas, por ejemplo, tiene problemas constantes para salir de casa o dormir debido a su miedo, es posible que necesite ayuda adicional», añade el experto.

Sin embargo, en los niños más pequeños la ansiedad puede verse como un comportamiento más cauteloso o evitativo, que es especialmente visible cuando se encuentran en situaciones desconocidas.

 

Rabietas en público: Gestionarlas sin temor al qué dirán

 

Los niños con ansiedad a menudo no llaman la atención y pueden pasar desapercibidos., según Byrne. «Por ejemplo, los niños ansiosos suelen ser tranquilos y se portan bien en la escuela, por lo que es posible que los maestros no se den cuenta de que están teniendo dificultades».

Lamentablemente, muchos menores con ansiedad también experimentan otros problemas de salud mental, en particular depresión, por lo que es importante estar atento también a otros síntomas.

«Como padres es importante que estemos atentos a la aparición de síntomas que podamos apreciar en nuestros hijos, sobre todo cuanto más pequeños son, puesto que, a menudo, no son capaces de explicar con palabras lo que les ocurre», indica Mesonero.

Señales de ansiedad en niños pequeños

La ansiedad tiene manifestaciones físicas, emocionales y conductuales que podemos identificar si estamos al tanto:

Signos físicas de ansiedad

  • Dolores de estómago o de cabeza frecuentes, aunque no exista un motivo médico para ello.
  • Pérdida de apetito (el niño se niega a comer en casa o a merendar o almorzar en la escuela).
  • No usa cuartos de baño desconocidos (solo hace sus necesidades en casa).
  • Es incansable, inquieto, hiperactivo o distraído (incluso sin tener TDAH).
  • Empieza a temblar o a sudar en situaciones intimidantes.
  • Tensa los músculos constantemente.
  • Tiene dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.

 

TEA y problemas de sueño

 

Signos emocionales de ansiedad

  • Llora mucho.
  • Está muy sensible.
  • Se muestra fácilmente irritable o se enoja mucho sin ningún motivo claro.
  • Teme cometer errores, incluso pequeños.
  • Tiene ataques de pánico (o teme tenerlos).
  • Muestra preocupaciones constantes e infundadas (se preocupa de cosas que ocurrirán en un futuro lejano o que es poco probable que sucedan. Por ejemplo, se preocupa por si les pasa algo a sus progenitores, aunque ninguno esté enfermo, por temor a quedarse solo).
  • Se preocupa o siente temor cuando lo dejan en algún lugar (escuela infantil, colegio, casa de parientes o amigos, etc.).
  • Tiene pesadillas frecuentes (a veces acerca de perder a uno de sus padres o a un ser querido).

Signos conductuales de ansiedad

  • Pregunta constantemente «¿y si…?». (Por ejemplo: «¿Y si ocurre un terremoto?», «¿Y si entran ladrones a casa?»).
  • Evita participar en actividades en clase, como cuando se sientan en círculo.
  • Permanece en silencio o preocupado cuando se espera que trabaje con otros.
  • Se niega a ir a la escuela.
  • Se queda solo durante el almuerzo o el recreo.
  • Evita situaciones sociales con otros niños, como fiestas de cumpleaños, jugar en el parque o actividades extracurriculares.
  • Busca aprobación constantemente (de sus padres, cuidadores, maestros y amigos).
  • Dice «¡no puedo hacerlo!» sin un motivo real.
  • Tiene berrinches o crisis.

 

Rabietas en público: Gestionarlas sin temor al qué dirán

Entender qué está causando la ansiedad es el primer paso para ayudar. Para ello, debemos observar el comportamiento del niño con detenimiento e intentar descubrir patrones de conducta (comportamiento y/o actitudes repetitivas).

¿Cuál es el mejor tratamiento para un niño con ansiedad? Ansiedad infantil: Tratamiento

Diferentes profesionales de la salud pueden recomendar diferentes formas de comprender y tratar la ansiedad infantil, a menudo utilizando el enfoque con el que están más familiarizados o para el que están más capacitados.

En general, la psicoterapia (terapia de conversación) puede ser muy eficaz en casos de ansiedad infantil. El psicólogo infantil debe ser una persona empática con el niño y evaluar cómo comenzó su ansiedad y cómo afecta su vida.

«El tratamiento de elección de la ansiedad infantil es la psicoterapia», incide también la pediatra de la Tribu CSC, Gloria Colli. «El tratamiento farmacológico solo se considera en mayores de 6 años con síntomas moderados o graves cuando la psicoterapia ha fracasado, o en las etapas iniciales como tratamiento coadyuvante».

Aún así, los niños y niñas también pueden responder de manera diferente a los tratamientos, por lo que es importante y necesario escuchar lo que le resulta más útil a cada niño.

«Por ejemplo, un terapeuta de sistemas familiares puede centrarse en cómo la dinámica familiar y la comunicación impactan la salud mental de un niño. Algunos terapeutas se centran en desarrollar habilidades de atención plena, enseñando a los niños a observar y aceptar sus pensamientos y sentimientos ansiosos en lugar de responder a ellos. Los diferentes tratamientos tienen distintos niveles de evidencia

Tenga en cuenta que las personas suelen informar algún beneficio de cualquier tratamiento (como un «efecto placebo»), por lo que es necesario determinar qué funciona mejor en general

Dicho esto, los tratamientos que enseñan a los niños habilidades para controlar su ansiedad, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), tienden a ser más efectivos«, explica Byrne.

 

 

Un psicólogo con formación clínica específica, experiencia en TCC y ansiedad infantil puede ser un buen punto de partida, recomienda el experto. «Definitivamente vale la pena el esfuerzo de investigar un poco o buscar una referencia».

«La ayuda de un profesional cualificado es fundamental tanto a la hora de trabajar los pensamientos negativos recurrentes y aportar al niño herramientas para afrontar la ansiedad como para enseñar a los padres cómo acompañarle«, añade Mesonero.

¿Qué es la terapia cognitivo-conductual?

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una amplia gama de tratamientos basados ​​en la interacción entre los pensamientos, sentimientos y comportamientos del niño. En ella, explica el especialista, «los terapeutas alientan a los niños a modificar su forma de pensar, lo que puede cambiar su comportamiento y sus sentimientos«.

«Los programas TCC se han desarrollado y adaptado para niños con ansiedad y sus familias, como el programa Cool KidsEstos tratamientos han sido probados rigurosamente y se sabe que funcionan en muchos niños.

La TCC también está disponible gratuitamente en línea y esta puede ser una manera fácil de acceder y probar tratamientos, por ejemplo, Fear-Less Triple P Online. Estos tratamientos enseñan las mismas habilidades de TCC; sin embargo, se administran y evalúan mediante una plataforma en línea, lo que significa que el tratamiento puede realizarse en casa», señala Byrne.

 

 

¿Mi hijo necesita medicamentos?

Los medicamentos antidepresivos pueden ser muy eficaces para la ansiedad infantil, pero también pueden provocar efectos secundarios, por lo que suelen utilizarse solo en casos extremos y cuando es absolutamente necesario, es decir, cuando las terapias psicológicas no han sido eficaces. Su uso debe ser siempre supervisado por un médico.

«Los fármacos de elección en la ansiedad infantil son los antidepresivos del grupo de los inhibidores de la recaptación de la serotonina (ISRS) como  la fluoxetina, la sertralina o el citalopram.

Las benzodiacepinas, a diferencia de lo que sucede en adultos, no se suelen utilizar en niños porque no han demostrado eficacia y por mayor riesgo de efectos secundarios y dependencia. En casos graves y al inicio del tratamiento se pueden usar por períodos breves de tiempo, benzodiacepinas de vida media larga como clorazepato, diazepam o lorazepam», explica Colli.

¿Qué más puedo hacer?: El manejo de la ansiedad infantil desde casa

¿Cómo puedo controlar la ansiedad infantil? Los especialistas dan una serie de sencillas recomendaciones, muy simples, que se pueden llevar a cabo en casa para mejorar los niveles de ansiedad de los pequeños como mejorar la dieta, el sueño y el ejercicio del niño, y que pueden tener un gran efecto en su salud mental.

Hay estudios que señalan la importancia del sueño para combatir la depresión y la ansiedad en los adolescentes. En concreto, una investigación encontró que el consumo elevado de fritos y ultraprocesados aumenta los niveles de ansiedad en los adolescentes. El tiempo de pantalla también está muy relacionado con la aparición de síntomas.

 

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Asimismo, es importante brindar apoyo y escuchar a nuestro hijo cuando esté angustiado, así como alentarle a enfrentar sus miedos. «Sus miedos pueden parecer tontos [a los adultos], pero para ellos son muy reales», recuerda Byrne.

También es aconsejable involucrar a la escuela en el tratamiento, para que los profesores y las familias estén en comunicación, y así los docentes estén al tanto de las dificultades que afronta el niño o la niña, y las medidas que puede llevar a cabo para ayudar desde el aula.

En cualquier caso, si se mantiene en el tiempo o afecta a la vida diaria del menor, la ansiedad infantil requiere tratamiento profesional.

¿Cómo saber si lo que hacemos funciona? ¿Mi hijo está mejorando?

 

Ansiedad infantil tratamiento y síntomas

 

La principal forma de saber si nuestro hijo está mejorando es comprobar si está retomando su vida normal.

«Recuerde que el objetivo del tratamiento no es que su hijo esté completamente libre de ansiedad; es ayudarlos a controlar su ansiedad para que sigan viviendo una vida plena.

La ansiedad infantil es angustiante para tu hijo y para toda la familia, sin embargo, hay motivos para tener esperanzas: existen tratamientos eficaces y estos problemas suelen pasar con el tiempo.

Puede ser todo un viaje, pero trabaje con su hijo y con profesionales de la salud capacitados y encontrará la ayuda que su familia necesita», alienta Byrne.

 

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Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la docente, logopeda y psicóloga infantil Elena Mesonero.

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