Día Europeo de la Igualdad salarial: La importancia de enseñar a nuestras hijas a luchar por sus derechos laborales

Hoy, 22 de febrero, se conmemora el Día Europeo de la Igualdad salarial. La fecha no es arbitraria. Se calcula que una mujer debe trabajar 53 días más que un hombre para ganar el mismo salario anual realizando el mismo trabajo. Es decir, desde el 1 de enero hasta el 22 febrero.

¿Por qué es necesario seguir celebrando el Día Europeo de la Igualdad Salarial?

El objetivo de este día es concienciar sobre la brecha salarial que aún existe en nuestros días. A pesar de todos los avances conseguidos en materia de igualdad, aún existen muchas formas de discriminación de la mujer y esta es una de ellas.

Es cierto que existen leyes que prohíben esta discriminación y mecanismos que tratan de evitarla, pero, por desgracia, esta es una realidad que se sigue produciendo en nuestro país y en muchos otros.

Ninguna empresa puede, al menos legalmente, establecer salarios diferentes para mujeres y hombres dentro de la misma categoría laboral. Sin embargo, nos encontramos en ocasiones con mujeres contratadas, por ejemplo, como auxiliar administrativa que están realizando las mismas funciones que sus compañeros contratados como administrativos. De esta manera se justifica la diferencia de salario en base a la distinta categoría laboral mientras que, en la práctica, realizan idénticas funciones.

Otro claro ejemplo de desigualdad salarial son las competiciones deportivas. Aún son muchos los deportes en los que las remuneraciones económicas distan mucho en las categorías masculina y femenina, siendo probablemente el tenis el deporte más igualitario en este sentido y el fútbol, el que más aumenta la brecha salarial convirtiéndola, más que en una brecha, en un abismo.

Todas las situaciones que se derivan de los embarazos y los cuidados también contribuyen a aumentar esta desigualdad. Menor salario percibido durante las bajas por incapacidad temporal asociadas al embarazo, despidos durante el periodo de prueba sin necesidad de justificar el motivo, no renovación de contrato por haber sido madre…

Así como la realidad objetiva de que, en muchos ámbitos profesionales, a pesar de existir una mayoría de mujeres que se dedican al sector, siguen siendo los hombres quienes ocupan, en la mayoría de las ocasiones, los puestos de máxima responsabilidad y mejor remunerados.

La importancia de enseñar a nuestras hijas a luchar por sus derechos

En las últimas décadas han sido varios los ejemplos de niñas activistas que han destacado por luchar por sus derechos en distintos ámbitos. Algunos de los ejemplos más relevantes o con más repercusión han sido el de Greta Thunberg, que se declaró en huelga contra el cambio climático; o el de Malala Yousafzai, que consiguió el premio Nobel de la Paz por su activismo en favor del derecho a la educación de las niñas en Pakistán.

Sin ser necesario que convirtamos a nuestras hijas en referentes del activismo infantil a nivel mundial, sí es importante que les permitamos tomar conciencia de aquellos terrenos en los que la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres, así como la igualdad salarial, aún no es una realidad hoy en día. No se puede conseguir la igualdad real sin tener conciencia de la desigualdad que existe.

Por eso es importante que en las escuelas y en las familias se aborden estos temas y se dé visibilidad a estas efemérides que ponen el foco de atención en los aspectos en los que aún tenemos que seguir avanzando. No es suficiente con celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo que, por cierto, además de ser un día para celebrar los avances conseguidos sigue siendo un día para centrar la atención en todos esos otros logros que aún se deben alcanzar. También es importante que se aborden de manera transversal todas estas efemérides que se centran en aspectos concretos que aún crean desigualdades.

Otra cuestión que podemos fomentar es facilitarles la posibilidad de realizar propuestas e iniciar cambios a nivel local. Dentro de la escuela o incluso en la localidad donde vivimos. Existen órganos de participación donde la infancia puede y debe estar presente, tanto en las escuelas como en los ayuntamientos.

Desde las escuelas se pueden elegir, de manera voluntaria, representantes para el Consejo de la Infancia de la corporación local. Esta es una fantástica oportunidad para que, de manera efectiva y en su radio de acción más cercano, nuestras hijas aprendan a luchar por sus derechos desde el activismo y la realización de propuestas que cambien estas desigualdades que aún persisten hoy en día.

Ojalá algún día exista una igualdad real de derechos, oportunidades y trato para niñas y niños; para hombres y mujeres. Mientras tanto, no debemos dejar de trabajar para construir una sociedad más justa e igualitaria.