En comparación con los nacimientos registrados antes de la pandemia, la caída de la natalidad en España es de casi el 23%. Durante los dos primeros meses de 2021 se han registrado 48.282 nacimientos, la…
Los nacimientos en España decaen por tercer año consecutivo y registran la cifra más baja. El «baby crack» del que llevan años advirtiendo los expertos ya es una realidad y un problema para el estado de bienestar y para las próximas generaciones.
El INE ha dado a conocer los datos de natalidad del año 2021 que revelan que han nacido menos bebés que nunca desde que se tienen registros oficiales, hace 80 años.
En 2021 nacieron 337.380 bebés, lo que supone una baja de 1,15 puntos con respecto al año anterior. El mes de septiembre de este año 2022 ha registrado una baja de nacimientos histórica nunca vista para ese mes, con una caída de casi el 6% con respecto a septiembre del año anterior. En cuanto a la tasa bruta de natalidad, ha caído cerca del 28% en la última década.
El efecto de la pandemia
En los primeros meses de 2021 se observó una bajada de nacimientos más pronunciada debido a los efectos de la pandemia del Covid-19 que paralizó a las parejas a la hora de buscar un bebé. Y es que el coronavirus desplomó la natalidad en España. La caída de la natalidad fue entonces la más acusada desde la posguerra y España lideró la caída de nacimientos de Occidente.
Según señala el propio INE, se constató entonces una “disminución de embarazos producidos durante el confinamiento”, que comenzó en marzo de 2020, justo 9 meses antes del nuevo año.
Ya entonces se vaticinaba que, a ese ritmo, en 2100 nuestro país tendrá la mitad de habitantes. Ahora el panorama es aún peor.
Las comunidades con más y menos nacimientos
Las comunidades que registraron las tasas de natalidad más bajas en 2021 (por debajo del 6%) son:
- Asturias (la más baja, con un 4,74%).
- Castilla y León (5,50%).
- Galicia (también un 5,50%).
- Cantabria (5,63%).
Por su parte, las que tuvieron tasas más altas, por encima del 7% son:
- Murcia (9,11%).
- Baleares (7,81%).
- Navarra (7,78%).
- Ceuta (8,68%).
- Melilla (11,17%).
La caída va a más: Septiembre de 2022 registra un mínimo histórico en España
Tradicionalmente septiembre es el mes del año en el que más bebés nacen, pero este septiembre de 2022 ha registrado un mínimo histórico para este mes en España.
Este mes nacieron 28.381 bebés (unos 946 al día de media), lo que representa una caída del 5,94% respecto al mismo mes de 2021, del 6,30% en comparación con 2020 y del 8,69% en relación a septiembre de 2019, antes de la pandemia. Si lo comparamos con el mismo mes de hace 5 años, la caída es de un 15,45%.
La mayor caída se ha registrado en las madres más jóvenes y va disminuyendo a medida que aumenta la edad materna. Si lo comparamos con septiembre del 2019 cayó un 25,59% entre las mujeres que dieron a luz entre los 15 y los 19 años; un 15,34% entre los 20 y los 24 años; un 12,19% entre los 25 y los 29; el 6,10% entre los 30 y los 34; el 8,06% entre los 35 y los 39; y el 4,87% entre los 40 y los 44.
La tasa de fecundidad en España, el número de hijos por mujer, se sitúa en 1,19 hijos.
Cada vez madres de mayor edad
La tendencia a ser madre cada vez más tarde persiste, y las mujeres cada vez tardamos más en tener nuestro primer hijo. En la última década, la edad media de las mujeres para tener un hijo superó la treintena. Un dato que ha ido aumentando año tras año, y en 2021, se situó en 32,61 años la media de edad en la que las mujeres tenemos a nuestro primer hijo.
En 2021, sólo el 25% de las madres primerizas tenían menos de 30 años y la franja de madres de 45 a 49 años creció un 2,53%, mientras que en las mayores de 50 años, un 66%.
La inflación también impacta en la crianza
Los niños ya no nacen con un pan bajo el brazo. Y es que criar a un hijo o una hija es hoy más caro que hace unos años. Concretamente, cuesta 672 euros de media al mes, 85 euros más que en 2018, según el informe El coste de la crianza 2022 de Save The Children. En total, son 8.064 euros anuales, un 14,5% más que hace 4 años (cuando costaba 7.044 euros al año).
Según el INE, en 2021 el 21,7% de la población estaba en riesgo de pobreza, una cifra que subía al 28,7% en el caso de los menores de 16 años. Los expertos advierten de que es probable que la crisis de la inflación empeore esta situación y piden más ayudas públicas para evitar que aumente la pobreza infantil.
El crack demográfico puede destruir el estado de bienestar
El director asociado del Departamento de Asuntos Monetarios de la Reserva Federal de Estados Unidos, David López-Salido, vaticinaba hace cinco años que «la demografía será la causa de que el crecimiento económico occidental» sea «insostenible» a medio y largo plazo, como consecuencia del «envejecimiento de la generación del baby boom» y «la baja tasa de natalidad».
Según el experto, «las economías occidentales se verán en serias dificultades para continuar con el desarrollo económico», algo que sí conseguirán «las orientales». En este sentido, López-Salido señalaba que uno de los factores determinantes que influyen en el crecimiento de la economía de un país es «la evolución de la población y su distribución por edades».
El economista señalaba entonces a China e India como «los países para los que se augura un mejor futuro económico», ya que «poseen una gran masa de población joven en edad de trabajar».
El envejecimiento de la generación del «baby boom», el adiós a las pensiones y la insostenibilidad de la Seguridad Social
López-Salido explica que en Occidente «se está produciendo el envejecimiento de la generación del baby boom» (los nacidos tras la II Guerra Mundial), un grupo que «se incorporó masivamente al mercado de trabajo». Pero a partir del año 2000 esta población comenzó a envejecer y «la tasa de natalidad descendió en gran medida».
Por lo tanto, «la pirámide poblacional se invierte», de tal forma que «la población en edad de trabajar se acerca a su jubilación», mientras que «la población más joven tiene serias dificultades para incorporarse al mercado de trabajo».
El especialista explica que «la participación de los jóvenes en el mercado de trabajo es cada vez menor» debido «al sistema de educación y a las pocas oportunidades que se le ofrecen a los estudiantes cualificados» que les impiden «acceder a un puesto con salarios estables» que les permita «contribuir a la Seguridad Social», única forma de «mantener las pensiones».
«Menos gente trabajando» implica «menos gente con capacidad para crear riqueza», lo que a su vez provoca «efectos tremendos sobre la finanzas públicas». Uno de esos efectos puede ser «el riesgo del mantenimiento del sistema de pensiones», apuntaba ya en 2017 el especialista.
López-Salido ha explicado que «tal y como está diseñado el sistema de Seguridad Social», como un «sistema de reparto», en el que «la gente que trabaja contribuye a mantener a aquellos que ya no lo hacen», la demografía «se muestra como un problema de gran envergadura».
Para tratar de frenar la inversión de la pirámide tradicional y «asegurar el mantenimiento del sistema de bienestar», López-Salido apunta a una «inmigración masiva de gente joven» y la puesta en marcha de «iniciativas para favorecer mayores tasas de natalidad» o «medidas para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral».
Sin embargo, la realidad que muchos progenitores ya ni siquiera pueden permitirse pasar las vacaciones con sus hijos. Si queréis informaros sobre vuestros derechos como progenitores trabajadores, en la Tribu CSC podéis consultar online a la abogada laboralista y familiar Ana Pacheco.
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