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En España, cada 27 de mayo se celebra el Día Nacional de la Enfermedad Celíaca. Una fecha que FACE quiso marcar en el calendario con el fin dar visibilidad y apoyo a las personas celíacas con la intención de normalizar la vida del colectivo.
Si acaban de diagnosticar a tu peque celiaquía o sensibilidad al gluten no celíaca, es muy probable que tengas mil dudas. Lo cierto, es que al principio parece todo un mundo. Hay que aprender a cocinar muchas cosas, tener cuidado con la contaminación cruzada, algunos alimentos nuevos (y probablemente, mucho más sanos), leer etiquetas, saber cómo comer fuera de casa…
Pero lo cierto es que teniendo en cuenta una serie de consejos, al poco tiempo se hace ya de forma automática y, poco a poco, todo se va aprendiendo e interiorizando.
Primeros pasos tras el diagnóstico
Una vez diagnosticado nuestro hijo o nuestra hija, ¿qué es lo primero en lo que tengo que fijarme? Tras un diagnóstico de celiaquía uno puede llevarse las manos a la cabeza, pensando que no puede comer de nada; pero en realidad, una persona celíaca puede y debe basar su alimentación en alimentos reales, frutas, verduras, pescados, huevos carnes y todos ellos están libres de gluten. Solo deberá evitar ciertos cereales que veremos a continuación. Pero eso sí, se deberán tomar muchas precauciones para evitar la contaminación cruzada, el mayor problemas que encuentran las personas celíacas.
Asimismo, tenemos numerosas apps que son una herramienta magnífica, sobre todo al principio, para ayudarnos en este cambio de alimentación. Hay que tener muy en cuenta que para una persona celíaca, la dieta sin gluten es su medicina.
No es una moda ni es una elección, es la forma que tiene una persona celíaca o sensible al gluten de estar sana y evitar problemas de salud tanto inmediatos, como a largo plazo. Así que, si ya de por sí «somos los que comemos» y hay que tomarse muy en serio la alimentación, un poco más en el caso de un celíaco o celíaca.
Hoy hablamos de una guía de principiantes para celíacos o sensibles al gluten para aprender los tips más inmediatos que hay que tener en cuenta para comenzar una dieta sin gluten.
Celiaquía: Guía de principiantes
Brevemente, antes de empezar, aclaremos: ¿Qué es el gluten? El gluten es una proteína presente en la semilla de cereales como el trigo, el centeno, la cebada y el triticale, como los más comunes. En los celíacos/as o sensibles al gluten no celíaco, el gluten provoca síntomas que pueden ser inmediatos como dolores abdominales, diarrea, náuseas, vómitos, a otros más a largo plazo como anemia, dolores articulares, fatiga, irritabilidad… Es sumamente importante que la dieta sin gluten sea estricta y por el momento, es un tratamiento para toda la vida.
¿Qué consejos son ideales para comenzar a comer sin gluten? Para comenzar, estos cinco puntos son clave y los interiorizaremos en poco tiempo hasta hacerlos de forma automática.
Cinco tips para comenzar una alimentación sin gluten
1. La contaminación cruzada
La contaminación cruzada, que puede sonar como un término complicado, es tan sencillo como utilizar cubiertos, cazos y cualquier cubierto o utensilio de cocina de forma separada de los que utilizamos con los productos con gluten. Es decir, si estoy cocinando unos macarrones de trigo (los que comemos normalmente) nunca se deben remover, servir, colar… con los mismos utensilios que la comida destinada para un celíaco. Así mismo, es recomendable tener una tabla de cortar única para manipular siempre productos sin gluten.
Esto es igual que el cuchillo que usamos para cortar el pan, el aceite que utilizamos para freír, la tabla para cortar, una batidora… pues el gluten puede viajar en estos utensilios y contaminar los alimentos sin gluten.
Igual de importante es fijarse siempre bien en que la zona de trabajo en la cocina esté siempre limpia.
Es recomendable también, por la misma razón, reservar untables que solo se utilicen sobre pan sin gluten (tener por ejemplo, dos mantequillas en casa, dos botes de mermeladas…) y guardar los productos sin gluten de forma separa. Por ejemplo, en las baldas de arriba de la nevera y los armarios.
Y por último, es importante también explicar esto a familiares de nuestro hijo o hija así como a su profesor o profesora del centro educativo y tenerlo en cuenta en aquellos espacios a los que pueda acudir como cumpleaños de amigos o amigas.
2. Etiquetas
Al principio se hace tedioso, pero en poco tiempo tendremos controlados los productos más habituales. No es solo el pan o la pasta, muchos productos que quizá no imaginemos a priori, pueden contener gluten ya que en muchas ocasiones, se utiliza como espesante. Por ejemplo, en cacaos solubles, zumos o batidos, mermeladas, mayonesas…
Hay numerosas listas de productos con y sin gluten por la red, pero es recomendable fiarse únicamente de las fuentes oficiales. O bien de la asociación de celíacos FACE o bien, directamente, preguntar a la marca del producto si tenemos dudas. Hay una aplicación muy útil, sobre todo al principio, que se llama FaceMovil, que lee los código de barras de los productos y si está registrado, nos dice si es apto o no.
3. Medicamentos
Ojo, porque algunos medicamentos pueden contener gluten y es importante consultar tanto al pediatra o la pediatra, como al farmacéutico/a antes de administrar un medicamento a nuestro hijo o nuestra hija. Es cierto que la inmensa mayoría son aptos y que además, en España, la ley obliga a las farmacéuticas a declarar en el prospecto de los medicamentos si el gluten está presente como excipiente.
4. Electrodomésticos
Cuando utilicemos electrodomésticos, también puede ocurrir que suceda una contaminación cruzada que es muy fácil de evitar con estas pequeñas precauciones:
- En el microondas: basta con tapar siempre el alimento sin gluten que vamos a calentar.
- Tostadoras y sandwicheras: por razones obvias, es recomendable tener dos y utilizar una exclusivamente para el pan sin gluten. Es imposible que una tostadora donde usemos pan con gluten, pueda quedar totalmente limpio para evitar una contaminación cruzada.
- Horno: es necesario limpiar a fondo nuestro horno siempre que lo utilicemos para evitar migas que puedan contaminar y, muy importante, no utilizar el ventilador cuando horneemos productos sin gluten.
- Batidoras y robots de cocina: debemos limpiarlas siempre después de utilizarlas para batir cualquier producto que utilice harinas, pan…
5. Explicar y concienciar
Cuando a mi hija le detectaron celiaquía, muchas personas de mi alrededor, incluida su gastroenteróloga, me dijeron que los niños celíacos son muy responsables con su propia alimentación. Y estaban totalmente en lo cierto. Mi hija, desde que fue diagnosticada con un añito, nunca come absolutamente nada sin preguntar primero.
Si una mamá o papá le ofrece en el parque un caramelo, por ejemplo, ella siempre lo rechaza diciendo: «soy celíaca, no puedo comer de todo». Y muchas veces, aunque sea yo la que le ofrece el alimento, si es nuevo, me dice: «¿es sin gluten?»
Explicarle a nuestros hijos e hijas, de una forma en la que ellos y ellas puedan entender, qué es el gluten y qué ocurre si lo comen o porqué deben evitar siempre comer algo de lo que no estén seguras o seguros, es fundamental.
Los peques son mucho más responsables de lo que nos imaginamos y son perfectamente capaces de entender que cierto tipo de alimentos son dañinos para ellos y ellas, y de advertir a su entorno que no pueden comer nada que contenga gluten o haya podido ser contaminado.
Hay folletos y cuentos que explican en qué consiste la enfermedad celíaca de una forma muy sencilla, se pueden solicitar en la asociación de celíacos de nuestra comunidad o en la FACE. Y en la Tribu CSC tenemos cursos, seminarios y grupos específicos de alimentación infantil donde nuestras expertas nutricionistas pueden ayudaros.
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