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Cada vez vemos más bebidas energéticas en el mercado y cada vez es más frecuente que los menores de edad las consuman dado que son productos que contienen altas dosis de cafeína y azúcares, ¿qué riesgos supone para nuestros hijos tomarlas? Hablamos de los efectos de las bebidas energéticas en los niños.
¿Qué contienen las bebidas energéticas?
Las bebidas energéticas contienen estimulantes. Incluyen niveles no seguros de cafeína y además llevan suplementos de hierbas que también pueden tener efectos estimulantes, ya que estos productos contienen compuestos como la taurina y la guaraná o el gingsen que son potenciadores de los efectos de la cafeína.
Las bebidas energéticas provocan efectos negativos en el sistema nervioso y en el aparato cardiovascular. En términos generales, las consecuencias inmediatas suelen ser la alteración de los patrones del sueño y, de forma paradójica, un aumento de la sensación de fatiga.
Las bebidas energéticas no son refrescos, aunque la mayoría de las veces se venden y consumen como tales al no existir ninguna regulación que ponga límites a la comercialización y publicidad de estos productos.
El ingrediente principal de esas bebidas es la cafeína, un consumo elevado de ese estimulante puede tener consecuencias, principalmente entre los niños, a los que puede generar problemas de salud pudiendo afectar a su sistema nervioso y cardiovascular.
Aumenta el consumo de bebidas energizantes entre menores de edad
Según el informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), 1 de cada 4 niños de entre 3 y 10 años consume bebidas energéticas. En el caso de los adolescentes, la ingesta se dispara hasta el 62%.
El informe del Comité subraya la existencia de un patrón de consumo de riesgo potencial para la salud reafirmando las conclusiones de diferentes estudios previos analizados que ya alertaban de una creciente tendencia de consumo de estas bebidas por parte de los menores.
En la actualidad, la comercialización de bebidas energéticas se realiza en envases de 300 a 500 mililitros. En el mismo informe se explica que una persona que tome más de 1,4 miligramos de cafeína por kilo de peso al día puede sufrir insomnio, y si el consumo aumenta a los 3 miligramos puede conllevar riesgos cardiovasculares, hematológicos, neurológicos y psicocomportamentales.
¿Qué riesgos produce el consumo de estas bebidas?
El Comité Científico de la AESAN remarca en su informe que:
- Los consumidores que pesen 50 kg deben de evitar el consumo de bebidas energéticas con más de 32 mg/100ml para evitar alteraciones del sueño.
- Los consumidores de 60 kg no deben consumir 1.000 ml de cualquier bebida energizante ni superar 500 ml con concentraciones de 40-55 mg cafeína/100 ml, por sus alteraciones del sueño y efectos adversos generales para la salud.
- Los consumidores de 70 kg no deben consumir más de 1.000 ml/día de estas bebidas de 15 mg cafeína o 500 ml de bebidas de 32 mg cafeína/100 ml o 250 ml/día de bebidas con 40-55 mg cafeína/100 ml para evitar alteraciones del sueño. Además, no deben consumir más de 1.000 ml de bebidas de 32-40 mg cafeína/100 ml o más de 500 ml de bebidas energéticas de 55 mg cafeína/100 ml para evitar los efectos adversos para la salud.
Además, AESAN resalta que tomar estas bebidas energéticas supone un riesgo alto de hipervitaminosis para la vitamina B3, moderado para las vitaminas B3 y B6, y riesgo bajo de hipervitaminosis para las vitaminas B2, ácido pantoténico y B12.
Pero ¿qué consecuencias específicas pueden tener sobre la salud de nuestros hijos e hijas? Veamos cuáles son los efectos de las bebidas energéticas en los niños.
Efectos de las bebidas energéticas en los niños
Las sustancias que están presentes en las bebidas energéticas pueden perjudicar la salud de los niños y adolescentes. Este tipo de bebidas no son, en general, recomendables para nadie; pero en el caso de niños y adolescentes, como son personas en proceso de desarrollo, los efectos de las bebidas energéticas pueden ser más severos.
En general, ellos tiene un mayor riesgo de presentar eventos adversos por el consumo de estos productos, así como consecuencias a largo plazo. Por esos motivos, desde el punto de vista médico, los menores nunca deberían consumir este tipo de productos.
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Efectos adversos inmediatos
La taurina se ha asociado en algunos estudios con el incremento del ritmo cardiaco y la agitación. Además, si existe algún trastorno previo ansioso o maníaco, los síntomas se exacerban. Por otra parte, los elevados niveles de azúcar de las bebidas energéticas incrementan la resistencia a la insulina.
Las bebidas energéticas sobreestimulan a los menores, les restan potencia, no hidratan de forma correcta y afectan al sistema nervioso y cardiovascular.
En los niños y los adolescentes se presentan con más frecuencia efectos adversos inmediatos por consumo de bebidas energéticas. Estos incluyen:
- Dolor de cabeza.
- Palpitaciones.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Problemas para dormir.
- Convulsiones.
En un estudio llevado a cabo en Australia por el Telethon Kids Institute, se estableció que un 55,4% de los menores que eran consumidores habituales de bebidas energéticas presentaban eventos adversos que requerían asistencia médica.
Problemas en el comportamiento
Otro estudio publicado en Neuroscience Biobehavior reportó problemas de conducta en los niños y adolescentes que consumen bebidas energéticas de forma habitual. En general, tienden a la hiperactividad y suelen asumir conductas de riesgo.
También tienen más problemas de regulación de emociones y de comportamiento y desarrollan conductas autodestructivas. Asimismo, son más propensos a consumir alcohol y sustancias psicoactivas como acompañantes o mezclas. De hecho, los adolescentes suelen combinar las bebidas energéticas con el consumo de alcohol.
Los jóvenes que consumen este tipo de bebidas se inclinan, por lo general, por una alimentación menos nutritiva y tienen más trastornos del estado de ánimo. De igual forma, presentan un rendimiento escolar más bajo y se muestran con menores habilidades sociales.
La salud cardiovascular
Otra investigación, publicada por la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés), señala que el consumo frecuente de bebidas energéticas altera la actividad eléctrica del corazón. Esto a su vez incrementa la probabilidad de desarrollar una anomalía denominada taquicardia ventricular.
Los efectos del azúcar
Las bebidas energizantes contienen elevados niveles de azúcar. Esto facilita el desarrollo de caries dental y hacen a los menores más propensos a la diabetes y a la obesidad.
Intoxicación
El consumo elevado de bebidas energéticas en menores hace posible una intoxicación con consecuencias que pueden ser muy graves:
- Pérdida de consciencia.
- Alucinaciones.
- Convulsiones.
- Derrames cerebrales.
- Incluso existe la posibilidad de sufrir muerte súbita.
En muchos casos, el abandono de estas bebidas provoca síndrome de abstinencia.
Consecuencias del consumo de bebidas energizantes en embarazadas y madres lactantes
El informe de AESAN resalta también los riesgos que tienen las bebidas energéticas para las mujeres embarazadas. Las bebidas energéticas con ginseng (planta que provoca efectos secundarios como el insomnio, la euforia o la agitación) deben ser evitadas durante el embarazo y la lactancia, dada la ausencia de evaluación de los efectos de ginseng en este grupo de población, aunque la evidencia respalda que una ingesta de hasta 300 mg de cafeína al día, generalmente, no se asocia con efectos adversos sobre la reproducción.
Sin embargo, en lo que atañe a las bebidas energéticas, la Unión Europea recoge que si el contenido en cafeína es superior a 150 mg/l deberán presentar la mención «Contenido elevado de cafeína: No recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia» junto con la indicación de la cantidad de cafeína que aportan expresado en mg por 100 ml para que las mujeres lactantes sepan el riesgo que conllevan estas bebidas.
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