Los niños tienen una especial tendencia a "perder" los zapatos siempre que pueden (y siempre que les dejamos hacerlo). Y hacen muy bien. Porque inconscientemente están haciendo lo que la naturaleza les pide para conseguir…
Belinda Basilio es madre de un hijo, podóloga, enfermera y antropóloga. Su peque llegó en tiempo de pandemia, en febrero de 2020 y de él dice que es un gran maestro. Sus andanzas por la podología pediátrica comenzaron en la Universidad, por el año 2007, con un proyecto llamado “Piezito y piezote van al podólogo” en el que gracias a dos marionetas-calcetines, consiguió ganarse a los pequeños de entre cuatro y 8 años y realizar así cribados podológicos.
Tras años de experiencia en el mundo del pie diabético y heridas crónicas, retomó el mundo de la podo pediatría y como parte del equipo de especialistas de Criar con Sentido Común, aporta información y conocimiento a las familias miembro de la Tribu CSC para ayudarles en la elección del zapato ideal en cada momento del desarrollo de sus hijos/as, y así calzar con sentido común a los/as más pequeños/as, además de compartir con ellas toda su experiencia clínica sobre el pie infantil.
P: Normalmente cuando se habla de podología se piensa en el callista; quitar callos y cortar uñas. ¿Qué opinas al respecto?
R: Pues que eso es parte de mi profesión, pero una pequeña, aunque la más conocida. La podología es una disciplina en continuo movimiento en la que se tratan todas las patologías del pie y tobillo, desde quitar ese callo, hasta hacer una cirugía del pie, pasando por colocar una plantilla, entre otras muchas actuaciones.
Cuando se mueve algo en el pie, se mueve algo en el cuerpo
Además cuando se mueve algo en el pie, se mueve algo en el cuerpo; y está relacionado con todo el cuerpo, el pie no es un “ente a parte” sino que está dentro de un sistema. Acompañamos a las personas a caminar desde el nacimiento hasta la vejez, con todo lo que implica y todos sus cambios.
Acompañamos a las personas a caminar desde el nacimiento hasta la vejez, con todo lo que implica y todos sus cambios
P: ¿Hay mucho desconocimiento del pie? ¿Crees que la sociedad está lo suficientemente informada sobre la salud del pie y sus patologías?
R: Aún hay, aunque cada vez se conoce más, afortunadamente.
P: ¿Ha sido una parte del cuerpo ignorada e incluso despreciada a lo largo de los siglos?
R: Quiero pensar que no. El cuidado del pie ha estado presente a lo largo de la historia, en todas las culturas, desde que por primera vez, hace 2,7 millones de años, un ser bípedo rompió definitivamente con su naturaleza de primate, siendo el pie su base de sustentación, ahí comenzaron los cuidados del pie. Se ha encontrado calzado de piel tipo abotinado que cubría el pie en aquella época.
El cuidado del pie ha estado presente a lo largo de la historia, en todas las culturas, desde hace 2,7 millones de años
Pasado el tiempo, acceder a este cuidado en ocasiones era cosa de altas esferas, por ejemplo, en la época de Ramsés II, los siervos lavaban los pies a los nobles con el fin de desprenderles de las impurezas y de que emprendieran un nuevo camino sin lastres.
En España, Isabel II creó la figura del “callista»
En España, Isabel II crea la figura del “callista”. Volvió a pasar el tiempo… y así hasta nuestros días. Hubo una época en la que el ser humano se olvidó de sus huellas y sus pies, y posiblemente de sí mismo, y de nuevo estamos retomando y recordando el cuidado del pie.
P: ¿Crees que la sociedad está lo suficientemente informada sobre la salud del pie y sus patologías?
R: Solo cuando le duele el pie, es como aquel refrán “solo me acuerdo de Santa Bárbara cuando truena”. Cuando duele, el doctor “Google” lo resuelve todo. Ahí está el ruido, pero no la información, ni la desaparición del dolor.
Cuando duele el pie, el doctor “Google” lo resuelve todo. Ahí está el ruido, pero no la información, ni la desaparición del dolor
P: ¿Cómo son los pies de los más pequeños? ¿El pie del bebé y del niño pequeño es muy diferente al de un adulto?
R: Completamente distintos. Son pies en construcción, en formación, que hay que mimar y tratar con dulzura para que crezcan sanos y se conviertan en pies adultos.
Los pies de los niños son pies en formación, que hay que mimar y tratar con dulzura para que crezcan sanos
P: ¿Es normal que los niños tengan los pies planos? ¿Hasta qué edad?
R: Sí, es normal hasta los tres o cuatro años, por su gran elasticidad y tejido adiposo. Entre los siete y ocho años podemos encontrar un aplanamiento visual, sin ser un pie plano como tal.
Es normal que los niños tengan los pies planos hasta los tres o cuatro años y entre los siete y ocho podemos encontrar un aplanamiento visual
P: ¿Cuándo tenemos que visitar al podólogo infantil?
R: Muy interesante, recomendable en cuanto se instaure el coque de talón, a partir de los tres años, cuando además ya se ha formado un importante hueso del pie en esa zona del arco.
Es recomendable visitar al podólogo infantil a partir de los tres años
P: ¿Qué es un estudio de la pisada? ¿Cuándo es recomendable hacerlo?
R: Es la valoración del comportamiento del pie, en dinámica, o sea en movimiento y estática, es decir, parado; en relación con el resto del cuerpo.
P: ¿Qué consecuencias puede tener pisar mal?
R: Pisar mal puede influir en el resto del cuerpo, desde un dolor de rodilla, cadera, espalda, cabeza. El ser humano necesita caminar con la vista “mirando al horizonte”; si pisa mal, se pueden descompensar otras estructuras y causar dolor o deformidades a otros niveles, no solo en el pie.
Pisar mal puede influir en el resto del cuerpo. Se pueden descompensar otras estructuras y causar dolor o deformidades a otros niveles, no solo en el pie
Hay estudios que confirman que caminar con las puntas de los pies hacia dentro tiene relación con la aparición de artrosis de rodilla por ejemplo.
P: ¿Qué recomendación nos puedes dar para un buen desarrollo del pie?
R: Pues primero, no calzar al peque si no camina, hay un estudio de hace unos cuantos años que me encanta. Habla de bebés descalzos, bebés más inteligentes… Aunque le pese a las abuelas (lo digo por propia experiencia, y reciente además). El pie, hasta aproximadamente los nueve meses, tiene mucha más sensibilidad que las manos, por ejemplo. Dejémoslo libre.
Bebés descalzos, bebés más inteligentes
Además el recurrir a alfombras multisensoriales, con diferentes texturas por las que camine el/la niño/a es ideal para el pie y su desarrollo. En cuanto al cuidado de las uñas, no cortar demasiado, las uñas de los bebés son muy finas y se clavan fácilmente, aunque también en la mayor parte de los casos se resuelven de forma sencilla.
No hay que cortar demasiado las uñas de los bebés, son muy finas y se clavan fácilmente
P: ¿Qué debemos exigirle a un calzado?
R: Podemos calzar al bebé cuando empiezan a caminar, siempre con calzado que simule el ir descalzo, y siempre y cuando no haya patología previa. El calzado ha de ser muy flexible y ligero, que no limite movimientos y deje el tobillo libre. Sin piezas por dentro del zapato, ni ninguna elevación.
No debemos calzar al bebé hasta que empiece a caminar, y siempre con calzado que simule el ir descalzo
La suela debe ser dura, pero a la vez flexible y fina. Transpirable y que cierre con velcro o cremallera, para que sea fácil de colocar. La horma tiene que ser recta. Y que no tengan contenciones en la zona del talón, ni contrafuertes.
P: Cuéntanos alguna anécdota de esas que una podóloga nunca olvida…
R: Una con dos peques mellizos, recuerdo hasta sus nombres, Nicolás y Mateo, de tres años. Venían porque se les clavaban las uñas. El papá y la mamá entraron con ellos y pregunté «¿quién tiene malito el pie?». Mateo señaló a Nicolás y Nicolás me dijo «yo no, es Mateo». Me parecieron unos cracks.
P: ¿Qué consejos les darías a las familias para que sus peques gocen de mejor salud en sus pies?
R: Que observen el crecimiento sin obsesión, que les acompañen a cada paso, sin querer controlarlo. Que les toquen el pie, les masajeen, si se lo permiten, y que si tienen dudas consulten. Pequeños gestos, como cortar de forma correcta una uña o mirar movimientos repetitivos del niño que pueda hacer que se clave, pueden evitar una lesión. Que utilicen el calcetín y calzado de materiales naturales, que transpiren. Que sequen muy bien los pies de los peques. Que los mimen mucho.
Hay que acompañar a los peques en cada paso, sin querer controlarlo
Termino con un poema:
Los pies, rostros ajenos a la luz
talón ardiente, compañero que acaricia el suelo a cada paso.Los pies, nos dan permiso, nos acompañan a conocernos,
a elegir el camino, incluso a aborrecerlos.Los pies, esas plantas que persiguen la sombra,
incluidos los días de descanso.Amables en la marcha, la rutina, que permiten huir si llega el caso.
Con gratitud los miro, y comparto contigo porque sé: que el despertar comienza por los pies.Anatomía Poética
Belinda, ante todo, es un gran Ser Humano, la tuve como voluntaría en el Jardin Hidrobotánico de Caucasia, Antioquia, Colombia.