Una de las grandes ventajas del BLW es que ya desde el inicio de la Alimentación Complementaria, los peques pueden comer muchas cosas igual que los adultos. Y eso se agradece ¡y se disfruta!, especialmente…
Este post se publicó originalmente el 15/12/2022 y ha sido actualizado en fecha 03/12/2024
Durante la época navideña, solemos llenar nuestra mesa con productos fuera de lo habitual, lo que nos puede llevar a darle a probar muchos alimentos nuevos a nuestro bebé a la vez. ¿Qué riesgos conlleva hacerlo cuando practicamos Baby-Led Weaning (BLW) con nuestro peque? Lo explicamos en el post.
¿Por qué un bebé no debe probar muchos alimentos nuevos a la vez?
La Navidad suele ser una época de excesos en la que muchas mesas se llenan de mariscos, turrones y polvorones (con frutos secos, huevos, leche…). Y son precisamente estos alimentos los que suelen provocar más alergias alimentarias en los niños. Por ello, si nuestro peque no ha probado aún todos los alimentos, es importante no ofrecerlos todos a la vez y prestar atención a la hora a la que se le da el nuevo alimento. Solo así podremos controlar posibles reacciones alérgicas y actuar con rapidez en caso de ser necesario.
Así, según la dietista-nutricionista de CSC, Rebeca Pastor, a la que podéis consultar vuestras dudas en la Tribu CSC, es recomendable seguir la regla de los 3-4 días, especialmente con los alimentos potencialmente alergénicos: «Durante tres o cuatro días seguidos se introduce un único alimento nuevo en la dieta del niño o la niña», explica. Además, habría que hacerlo a la hora del almuerzo o en la comida para poder observar posibles reacciones alérgicas en el peque.
Alergias alimentarias en Navidad
Durante las fiestas navideñas, la alimentación de adultos y niños suele cambiar. En esta época consumimos productos que no solemos comer habitualmente y que, además, contienen muchas grasas, azúcar o calorías vacías. Por ello, si tenemos un peque que acaba de empezar la alimentación complementaria, debemos prestar más atención de la habitual a qué le damos de comer.
Durante la Navidad es habitual que aumente el riesgo de padecer alergias alimentarias y atragantamientos. No en vano, entre el 3 y el 5% de la población tiene algún tipo de alergia alimentaria. Por ello, no es una buena idea que justo en esta fecha los más peques se lancen a probar complicadas recetas con todo tipo de ingredientes, especialmente si no los han probado antes y hemos descartado ya alergias alimentarias o intolerancias. De hecho, y de forma general, es probable que los niños prefieran una comida sencilla, lo más parecida posible a lo que están acostumbrados, que otras más elaboradas propias de la fecha. ¡Y si aún son muy pequeños y están empezando con el BLW, mucho más!
También hay que prestar atención al resto de la familia. Es frecuente que nos haga gracia (especialmente a los más mayores) dar a probar a los más peques alimentos más propios de adultos bajo la excusa de «es Navidad y no va a pasar nada». No tiene por qué pasar nada. O sí. Así que, ¿qué sentido tiene arriesgarse a una reacción alérgica y tener que salir corriendo al hospital en unos días tan señalados?
Pero, ¿cuáles son los alimentos típicos de la Navidad a los que tenemos que prestar atención por sus posibles reacciones alérgicas?
Es clave vigilar lo que comen nuestros hijos en casa, sobre todo si tenemos invitados y traen comida de fuera con posibles alimentos que aún no han probado. Además, al reunirnos con grupos grandes de gente, puede que relajemos nuestra atención. ¿Cuáles son los alimentos que pueden provocar más reacciones alérgicas?
Dulces navideños
Los dulces navideños como los polvorones, el turrón o las galletas pueden llevar leche, huevos, nata o mantequilla. Y precisamente, la alergia a la leche y al huevo es una de las más frecuentes en los niños.
Así, un alérgico al huevo no podría comer muchos turrones, galletas o mazapanes ya que pueden tener trazas de huevos. Los helados industriales pueden tener ingredientes derivados de la leche (como los caseinatos) o del huevo como la lecitina, lisozima, vitelina o luteína. Por su parte, un alérgico a la leche de vaca no puede comer leche de cabra ni queso de oveja, ya que puede provocar reacciones cruzadas.
BLW en Navidad: Mariscos
¿Tu peque no ha probado aún el marisco? Es uno de los alimentos estrellas de la Navidad junto con el pescado, así que si no se lo has ofrecido antes, es un buen momento para hacerlo ya que tiene múltiples beneficios, siempre que lo hagas durante 3-4 días seguidos y como único alimento «nuevo».
Debes tener en cuenta que el marisco puede estar presente en muchos productos como cremas para untar, aliños, salsas y aderezos, por lo que hay que leer detenidamente las etiquetas antes de ofrecérselo al peque si no lo ha probado nunca antes.
Además, tal y como recomienda la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, habría que evitar las cabezas de gambas, los langostinos, los gambones, los cangrejos y los crustáceos ya que tienen un alto contenido en cadmio y están desaconsejados para los más peques. En el lado opuesto, se encuentran los mejillones, las almejas, los camarones o los langostinos sin cabeza, pero siempre siguiendo la regla de los 3-4 días si es la primera vez que los come.
Probar alimentos nuevos: Los frutos secos
Los bebés pueden tomar frutos secos a partir de los 6 meses, pero siempre triturados hasta los 5 años para evitar el riesgo de atragantamiento. Muy presentes en todas las comidas y cenas navideñas (y en muchos postres y salsas), son también uno de los que causa más alergias en niños.
Y hablando de atragantamientos… ¡Cuidado con las uvas! A los más peques de la casa hay que ofrecérselas siempre cortadas longitudinalmente y en cuartos para prevenir sustos.
Debes tener en cuenta que si tu peque es alérgico a un fruto seco en concreto puede tener una reacción cruzada a otra variedad. Normalmente, la alergia a los frutos secos se manifiesta con ronchas alrededor de la boca y, en ocasiones, vómitos y dolor abdominal. En los casos más graves, puede producirse una reacción anafiláctica con dificultad respiratoria, tos persistente, afonía y sensación de ahogo. En caso de afectar al sistema cardiovascular, puede provocar bajada de tensión, decaimiento e incluso parada cardíaca.
¿Y dónde podemos encontrar frutos secos en esta época del año? Los turrones, mantecados, mazapanes o garrapiñadas son los más habituales, pero también en salsas, alimentos procesados, helados o galletas.
Eso sí, recuerda que no es recomendable retrasar la introducción de alimentos potencialmente alergénicos. De hecho, está demostrado que la introducción temprana de estos puede prevenir alergias y fortalecer el sistema inmunitario. Así, su retraso en lugar de prevenir las alergias, puede aumentar la posibilidad de sufrirlas.
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