Una de las mayores preocupaciones de las familias, cuando se deciden a iniciar la alimentación complementaria mediante Baby-Led Weaning, es la posibilidad de que el bebé se atragante, y que ese atragantamiento derive en una…
Hay muchas familias a quienes les da miedo el método BLW, en cambio pueden cometer errores peligrosos como no practicar una alimentación complementaria con sólidos de forma segura, pero luego ofrecerle a nuestro bebé lo que comemos nosotros. En este post vamos a hablar de los riesgos del BLW no seguro.
El Baby Led Weaning (BLW) es un método para introducir los alimentos en la dieta infantil en estado sólido y dejando que sea el bebé el que se autorregule y sea quien guíe este proceso. Es un sistema que tiene muchos beneficios, como prevenir la obesidad, inculcar una relación sana con la comida y ahondar en la autonomía de los niños, pero que también genera miedo y dudas en muchas familias (generalmente relacionados con temor de atragantamiento). Sin embargo, muchas de estas familias después cometen errores como ofrecerle al bebé lo mismo que comen ellas. En este post vamos a hablar de los riesgos del BLW no seguro.
Requisitos para practicar un BLW seguro
Para practicar el BLW, tanto el bebé como nosotros debemos estar preparados. Es fundamental para hacerlo de forma segura. La alimentación complementaria con BLW se debe iniciar alrededor de los seis meses aproximadamente; cuando el niño haya superado el reflejo de extrusión; es capaz de mantener la postura sentada; puede rechazar la comida volviendo la cara o echándose hacia atrás; es capaz de llevarse los alimentos a la boca; y tiene interés en la comida.
Y en el caso de los padres, también tenemos que estar preparados si queremos evitar los riesgos del BLW no seguro. Para empezar, tenemos que tener claro qué es el método que queremos aplicar y para ello lo mejor es tener información y asesoramiento como el que ofrecemos en la Tribu CSC.
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También tenemos que tener claro que, como explica nuestra dietista-nutricionista Rebeca Pastor en uno de los muchos cursos de BLW que tenemos en CSC, es un sistema «para disfrutar de estos momentos que son únicos». Es decir, tener claro que el objetivo es que el bebé vaya probando texturas y sabores que luego formarán parte de su dieta.
Con una actitud positiva y dispuesta a pasarlo bien, es mucho más fácil ponerlo en práctica. Y es lógico que como padres nos dé «miedo» el BLW porque hasta hace poco el método más extendido seguía siendo el de purés y papillas. Y porque está muy extendido el temor al atragantamiento.
Pero teniendo claro que hay alimentos prohibidos precisamente por ese motivo, que existen formas seguras de preparar los sólidos para los bebés (la manzana, por ejemplo, siempre asada o cocida) y que la arcada no es lo mismo que atragantarse (precisamente es un mecanismo para evitarlo), podremos manejar mejor ese miedo y no transmitírselo a nuestro bebé. Vamos a enumerar, en cualquier casos, las contraindicaciones del BLW.
Riesgos del BLW no seguro: ¿Es adecuado el trozo de tu comida que le estás ofreciendo?
Imagina que como te da miedo el BLW has optado por triturados o papillas, pero un mediodía estás comiendo carne guisada y tu bebé se muestra interesado. Como has leído que el BLW consiste en dar trozos, le das un trozo de tu carne. Y sorprendentemente el niño o la niña se lo come sin problema. Pero, ¿te has planteado qué le estás ofreciendo? ¿Es esa carne la apropiada? ¿Es del tamaño y textura adecuada para evitar que se atragante? ¿Cómo estaba cocinada? ¿Tenía sal? ¿Lleva la salsa algún ingrediente que no deberías haberle ofrecido?
Pues ahí tienes un primer riesgo del BLW no seguro. Entre los errores más comunes que cometemos cuando iniciamos la alimentación complementaria está la sal. Estamos muy concienciados (o más concienciados) con no ofrecer azúcar pero no tanto con la sal. Y los bebés no deben tomar sal.
Y encima estamos ofreciendo alimentos sin orden ni conciencia, condicionados por lo que comemos nosotros, y no los que les viene bien a ellos. Aunque se pueden ofrecer toda la gama de alimentos, es mejor empezar poco a poco, y sin mezclar varios alimentos nuevos a la vez.
Nuestra Dietista-Nutricionista Rebeca Pastor también pone el acento en los aperitivos y los frutos secos. A menudo ofrecemos a los niños piezas pequeñas de alimento pensando que así lo gestionarán mejor, cuando en realidad una aceituna entera tiene un alto riesgo de atragantamiento.
Lo mismo sucede con los trozos de manzana cruda y con las salchichas, uno de los alimentos más peligrosos para menores de cinco o seis años. Y, en el caso de los frutos secos, no se deben dar ni enteros ni en trocitos. Hay que dárselos triturados, molidos y en pequeñas cantidades.
Además, hay que tener precauciones con el huevo. «No hay que ofrecerles huevos fritos ni sin cuajar. De hecho, sin cuajar no se le debe ofrecer un niño hasta los siete u ocho años, porque su sistema inmune no está completamente desarrollado», puntualiza Pastor.
Y, en último lugar, era un estofado pero… ¿Conoces las técnicas más recomendadas para cocinar los alimentos? Y sobre la forma de presentarlos, ¿sabes que para evitar cualquier riesgo de asfixia, los alimentos se tiene que dar de determinada forma -en bastoncitos, trocitos que pueda agarrar con una manos, etc.-?
Por ejemplo, no hay que ofrecérselos duros ni redondos, tampoco texturas demasiado pegajosas que puedan adherirse al paladar o la garganta (como las gominolas) y, por supuesto, sin espinas ni huesos en el caso el pescado o la carne si queremos evitar los riesgos del BLW no seguro.
Peligros de practicar Baby Led Weaning mal
Como decía antes, uno de los grandes miedos de la alimentación con BLW son los atragantamientos. Y es lógico porque es uno de los riesgos más importantes del BLW no seguro. Sin embargo, con ciertas precauciones, dar alimentos sólidos no tiene que implicar que se puedan atragantar.
Es lógico que, sobre todo al principio, se produzca alguna arcada. Y nuestra actitud en ese momento no debe ser la de intervenir, aunque sí estar presentes y pendientes, y también la de animarles. Ellos necesitan ese proceso para gestionar bien los alimentos.
Además, precisamente si tenemos ese temor pero nos informamos, formamos y aprendemos qué hacer en caso de atragantamiento, sabremos cómo reaccionar y que, por ejemplo, en ninguna circunstancia debemos meterle los dedos en la boca porque podemos conseguir lo contrario a lo que pretendemos. Además, hay que ser muy conscientes de que el bebé tiene que estar bien sentado y no semiacostado ni en una hamaquita, porque le será más difícil reaccionar.
Y, por supuesto, entender que hay alimentos prohibidos por el riesgo a atragantamientos. Aceitunas, frutos secos, salchichas, manzana o zanahoria cruda, uvas enteras…
Importa lo que comen, cómo y dónde
La mayoría de familias llevamos una vida muy ajetreada y en determinados momentos se nos activa el chip multitarea para atender varios frentes a la vez. En la alimentación complementaria esto hay que desterrarlo. Se necesita tiempo, tranquilidad y un buen espacio para desarrollarla.
Comer con los peques tiene muchos beneficios, no solo por la seguridad (ya que estaremos en todo momento pendiente ante cualquier incidencia), sino también porque animamos al bebé a formar parte de los rituales del hogar y a sentirse miembro de su tribu, alguien importante en casa.
Así que el BLW está contraindicado si no podemos ofrecer esta atención, dejar de lado nuestras tareas, y si no se puede compartir el espacio y la hora de la comida. Además, si este momento no es calmado y no podemos estar con el bebé también le restamos uno de los aspectos que a mí más me gustan del BLW: disfrutar del acto de comer. No solo es divertido para él (y muy sucio, sí), es que nosotros nos perdemos también ese momento divertido acompañados de una cara llena de churretes.
Y, ojo, porque el BLW también se puede hacer fuera de casa. Sin embargo, es mejor ir preparados y tener en cuenta qué alimentos se podrían ofrecer al bebé en caso de que estemos en un restaurantes (viene muy bien explicado en este post).
Nuestras dudas, otro riesgo del BLW no seguro
Al inicio del post comentaba la necesidad de estar bien informados y asesorados cuando se opta por el BLW. Si la tenemos, sabremos que, por ejemplo, también existe la modalidad mixta. Pero incluso esta tiene sus pautas y no hay que desarrollarla mandando mensajes contradictorios a nuestra hija o hijo. Porque, aunque sentir miedo es lógico, esta actitud también puede llevar al bebé a sentirse inseguro ante determinados alimentos o incluso que los rechace totalmente si además nos ve cara de susto.
Y esto tiene consecuencias para él: es posible que no pruebe todos los alimentos; que rechace sistemáticamente todo lo que no sea puré porque es más cómodo y porque cuando come algo sólido hay un ambiente de incertidumbre y poca tranquilidad reflejado en nuestros gestos. Y, entonces, ya no estará autorregulándose sino caminando entre obstáculos que ni siquiera entiende.
La información nos servirá de escudo frente a los mil y un consejos que no hemos pedido y que seguro nos ofrecerán gratuitamente. Lo cierto es que es muy lógico y totalmente comprensible tener esa incertidumbre cuando nos referimos a nuestros hijos e hijas. Pero los miedos y las dudas nos acompañarán siempre en el camino de la crianza; así que si nos paralizan, si nos dejamos llevar por la inseguridad, o esta nos controla, provocaremos más perjuicios que beneficios. Y eso es lo que sí hay que evitar.
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