Bultos en el pecho durante la lactancia: por qué se producen y cómo aliviarlos

Aunque los bultos en el pecho pueden resultar alarmantes, lo cierto es que la mayoría de las veces son fruto de la propia lactancia materna y no síntomas de una enfermedad. Por ello, es clave conocer por qué se forman, cómo prevenirlos y cómo tratarlos.

¿Por qué aparecen los bultos de leche durante la lactancia?

Es habitual que aparezcan bultos en el pecho durante la lactancia. De hecho, los primeros días es muy normal que aparezcan pero no por una obstrucción. Simplemente se deben a que la glándula mamaria está a pleno rendimiento. Los motivos pueden ser diversos, aunque uno de los más habituales es que haya un conducto obstruido por la leche. La leche circula por el pecho a través de conductos conocidos como galactóforos. Y si uno de ellos se obstruye, provoca que la leche se vaya acumulando hasta formar un bulto duro. Normalmente aparece también dolor y suele estar muy sensible y en ocasiones enrojecido.

Por lo general, los conductos se obstruyen por un drenaje incorrecto del pecho, algo frecuente en los primeros días de vida del bebé. En estos momentos, la mamá y el recién nacido se están conociendo y ajustando la lactancia, lo que puede ocasionar un mal agarre o que pase demasiado tiempo entre las tomas. Pero también pueden aparecer por ejercer una presión constante sobre la mama (con un sujetador muy apretado, por ejemplo) o por una infección. Así lo explica la Asociación Española de Pediatría:

“La obstrucción de un conducto lácteo surge como consecuencia de un vaciado defectuoso o ineficaz de un lóbulo mamario, por una mala técnica de lactancia o por la utilización de sujetadores de talla o modelo inadecuado que producen una compresión excesiva. En raros casos puede obedecer a una malformación u otras lesiones de la mama (quistes, tumores), que favorecen la obstrucción del conducto”.

 

Cómo deshacer bultos de leche en el pecho

Aunque tradicionalmente se ha recomendado aplicar calor para mejorar el flujo de leche, lo cierto es que actualmente se aconseja aplicar frío entre tomas para reducir la inflamación.

Es probable que ante el dolor, te sientas tentada de dejar de dar el pecho o retrasar lo máximo posible ese momento. Sin embargo, es importante ser muy activas, ofrecer el pecho con frecuencia al peque y asegurar un correcto agarre, ya que así facilitará el drenaje.

Además, los masajes circulares con el pulgar hacia el pezón antes y durante la toma también pueden ayudar a aliviar el dolor y la obstrucción. Eso sí, en ningún caso se debe apretar pensando que así conseguimos mover la obstrucción ya que, de hecho, apretar puede provocar más inflamación aún. Por ello, en caso de hacer masajes deben ser muy suaves.

Si comprobamos que el bebé no ha drenado el pecho por completo, conviene terminar de extraer la leche con un sacaleches o de forma manual. En caso de que el dolor sea muy intenso, la mujer puede tomar algún analgésico, como paracetamol o ibuprofeno, compatible con la lactancia.

De forma general, las obstrucciones de leche y los bultos en el pecho suelen desaparecer por sí solas en 2-3 días, aunque pueden disminuir de tamaño tras la toma y volver a aparecer pasadas unas horas.

¿Cómo prevenir los bultos en el pecho por la lactancia?

Es cierto que, en ocasiones, es inevitable que aparezcan los bultos en el pecho durante la lactancia. Pero sí hay algo clave para prevenirlos: poner a nuestro peque al pecho con frecuencia.

Aunque la lactancia es a demanda, durante las primeras semanas de vida y hasta que recupere el peso del nacimiento, la lactancia puede ser a oferta. Esto significa que debemos asegurarnos de ponerlo al pecho con frecuencia para que hagan como mínimo 8 y 12 tomas en 24 horas. Atrás quedan viejas creencias de ofrecer el pecho 10 minutos cada 3 horas. Son ellos los que deciden cuándo han acabado de comer ya que solo así podremos asegurarnos de un correcto vaciado.

En ocasiones, una obstrucción de la mama, puede acabar convirtiéndose en una mastitis. Así, si además del bulto, la zona está caliente y enrojecida y aparece malestar, fiebre, escalofríos o dolor de cabeza, deberías consultar con tu consultora de lactancia o la matrona para resolver las dudas. En la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as en salud infantil y crianza respetuosa que puede ayudarte. Entre ellos, se encuentran consultora de lactancia materna e IBCLC Inma Mellado o la matrona Sara Caamaño. 

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En caso de tratarse de una mastitis, es fundamental asegurar el buen drenaje del pecho y descansar. Se pueden tomar analgésicos y el médico podría pautar antibiótico.

¿Qué otros bultos en el pecho pueden aparecer durante la lactancia?

Aunque la causa más habitual de un bulto en el pecho durante la lactancia es la obstrucción de los conductos, hay otros motivos por los que puede aparecer. Entre ellos:

1. Galactocele. Se produce cuando se acumula el contenido graso de la leche fuera de los conductos provocando el bulto. Es benigno y suele ser más habitual durante el destete. No cambia de tamaño entre las tomas y la zona no está enrojecida. En ocasiones desaparece por sí solo, aunque en otras es necesario pincharlo para vaciarlo.
2. Absceso mamario. Es una complicación de la mastitis. El bulto es doloroso y se mueve al tocarlo, la zona está enrojecida y en tensión. Es necesario aspirar el pus con una aguja o bien con una incisión quirúrgica.
3. Adenoma de la lactancia, fibroadenoma y hamartoma son tumores benignos que pueden aparecer durante la lactancia.
4. Cáncer de mama. Aunque es poco frecuente, la aparición de un bulto en el pecho podría deberse a un cáncer de mama. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las mujeres con cáncer de mama durante la lactancia tiene un peor pronóstico por no detectarse a tiempo. Por ello, es fundamental  acudir al médico si hay un bulto que no mejora en 2-3 días para realizar una ecografía, totalmente compatible con la lactancia.

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