Cómo afrontar la ciática estando embarazada

La ciática afecta a un gran número de embarazadas. Aunque la intensidad del dolor varía en cada mujer, la ciática en embarazadas es una afección frecuente y las gestantes que ya presentaban esta afectación antes del embarazo tienen más riesgo de padecerla precozmente. 

¿Qué es y por qué es tan frecuente la ciática en embarazadas?

El cuerpo de las mujeres cambia drásticamente durante el embarazo. El incremento del tamaño del útero y el aumento de peso acarrea cambios posturales para equilibrar el centro de gravedad. Esto, unido a las modificaciones en el tejido conjuntivo, ligamentos y articulaciones que son necesarios para el desarrollo del embarazo, pueden generar molestias como dolores de espalda, frecuentes durante esta etapa.

Uno de los malestares más comunes (y más molestos) durante la gestación, es la ciática. Se trata de un dolor en la parte superior del glúteo que puede irradiarse por la cara posterior del muslo, pierna y hasta el pie. Se debe a la compresión de los nervios ciáticos en su salida por el sacro. 

Es un problema que tiene importancia, por cuanto afecta y limita en las actividades de la vida diaria, por sencillas que estas sean. Y es que el dolor suele afectar a la embarazada, dificultándole realizar tareas habituales y sencillas como ponerse los zapatos, subir o bajar escaleras o incluso caminar.

Cómo reconocer la ciática en embarazadas: Síntomas y complicaciones

El dolor de la ciática puede variar desde un hormigueo leve hasta un dolor intenso y sensación de ardor en toda la zona, pasando por entumecimiento o pequeñas punzadas. En ocasiones, si el dolor es muy intenso, puede incluso dejar a la mujer embarazada postrada en la cama, incapaz de moverse.

También varía la zona en la que se siente dolor. La mujer gestante puede sentir molestia en la cadera al caminar, en la parte interior del muslo o a lo largo de toda la pierna. El dolor también puede afectar en diferente grado de intensidad a cada una de las partes. Por ejemplo, puede darse de forma intensa en la parte superior de la pierna y sentir sólo un leve entumecimiento en la parte inferior. Y aunque suele afectar a una sola pierna cada vez, en algunos casos el dolor puede llegar a extenderse por las dos piernas.

Si la futura mamá tiene antecedentes de problemas lumbares o de ciática con anterioridad al embarazo, ha tenido hernias o protusiones discales, trabajos o hábitos de vida más sedentarios o ha sufrido aumento excesivo de peso durante la gestación tiene más probabilidades de sufrir ciática estando embarazada.

Esta suele desencadenarse como consecuencia de un movimiento brusco, al agacharse o coger peso (también al coger en brazos a otro peque de mayor edad). Y si en embarazos anteriores te has visto afectada, es más probable que vuelvas a tener ciática en tus siguientes gestaciones.

Pero puedes estar tranquila: si no tienes un problema muscular o de espalda adicional, por lo general después del parto la ciática desaparecerá.

¿Se puede prevenir la ciática?

Evitar la ciática durante el embarazo es una de las muchas buenas razones para realizar ejercicio y mantenerte activa. Como forma de prevención, es fundamental no adoptar malas posturas y mantener la espalda recta cuando estemos sentadas o de pie, así como evitar cargar con demasiado peso. Para ello es fundamental «mantener buenos hábitos de higiene postural y evitar cruzar las piernas estando sentada», matiza nuestra matrona Esther Esteban.

También es recomendable realizar algún ejercicio que trabaje el área de la pelvis, como la natación, el yoga para embarazadas o el pilates enfocado a las mamás gestantes. Estas actividades contribuyen a fortalecer la zona lumbar y nos facilitan el adoptar buenas posturas. Informar a tu fisioterapeuta de los problemas que hayas podido sufrir con anterioridad o de las molestias que te causa si es que ya la sufres, es una fantástica idea.

Las recomendaciones generales para aliviar la ciática si es que ya la padeces son:

• Intenta no levantar objetos pesados, si lo haces flexiona las rodillas para que las piernas realicen el esfuerzo y mantén la espalda recta. 
• Cuida la higiene postural: caderas hacia delante y espalda recta. Y utiliza sillas con un buen apoyo en la espalda, incluso colocando una almohada pequeña en la zona lumbar. 
• Evita permanecer mucho tiempo de pie sin cambiar de postura. 
• Evita los zapatos de tacón ya que «el tacón altera la basculación natural de la pelvis«, indica Esther Esteban. 
• Duerme en un colchón duro, sobre tu lado izquierdo, colocando un cojín entre las piernas. 
• Si hay antecedentes o empieza el dolor «se pueden hacer estiramientos preventivos específicos», señala Esteban, «aunque es importante la consulta profesional especializada» para saber qué ejercicios realizar estando embarazada y cómo realizarlos correctamente.

Asimismo recuerda que, salvo que te encuentres completamente imposibilitada, es conveniente evitar el reposo absoluto, por lo que debes mantenerte activa en la medida de lo posible. De hecho, hay muchos deportes que puedes practicar estando embarazada, aunque no se recomienda empezar de cero justo en el momento de la gestación (si antes llevabas una vida sedentaria, lo mejor es salir a caminar a tu ritmo un buen rato cada día). 

¿Qué se puede hacer para aliviar un episodio grave de ciática en el embarazo? 

Ante un episodio moderado o grave de ciática, una buena forma de aliviar el dolor es el reposo relativo y la aplicación de calor en la zona afectada. Para ello, puedes usar saquitos de semillas o bolsas de agua caliente, ya que usar la manta eléctrica durante el embarazo no es recomendable, ya que no se aconseja el uso de corriente durante la gestación (al igual que ocurre con los fármacos, en embarazo no se pueden realizar ensayos clínicos y por tanto no hay manera de conocer los efectos secundarios).

Es muy importante evitar levantar objetos pesados tanto durante un episodio de ciática como después del mismo, así como no forzar la espalda en posturas incómodas. Puedes consultar a tu matrona para que te aconseje lo que mejor se ajuste a tus necesidades. Si lo prefieres, puedes consultar online a nuestra experta, la matrona Sara Caamaño, durante una semana completamente gratis, en la Tribu CSC.

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El dolor puede empeorar por varias razones: malas posturas, movimientos bruscos, dejar la zona expuesta al frío, por las noches, etc. La fisioterapia puede ser tu mejor aliada porque podrá aliviarte, reducir la molestia y asesorarte sobre las posturas o ejercicios que puedes hacer en los momentos de mayor molestia, para estar en forma y para prevenir problemas.

Eso sí, es muy importante que se trate de un fisioterapeuta especializado en embarazo, como Marta Saeta, la especialista del equipo de Criar con Sentido Común, a la que también podrás consultar online gratis durante 30 días sin compromiso de permanencia si formas parte de nuestras familias miembro. Un masaje suave (a cargo siempre del especialista), aprender técnicas de relajación, ejercicios para entrenar y fortalecer los músculos pueden ayudarte mucho a mejorar el problema. 

Si el dolor persiste y es muy intenso, es conveniente que consultes a tu médico de cabecera para valorar el uso de analgésicos.