El estrés previo a la concepción puede afectar la salud de las mujeres que se someten a tratamientos de fertilidad

El estrés durante el embarazo puede tener efectos en la salud de la mujer y del feto. Pero ahora, un nuevo estudio ha desvelado cómo influye el estrés antes de la concepción en la salud de la mujer.

¿Cómo afecta el estrés antes de la concepción a la salud?

Investigadores del Hospital General de Massachusetts y del Hospital Brigham and Women’s han analizado el vínculo entre el estrés informado justo antes de la concepción en mujeres que buscaban asesoramiento en clínicas de fertilidad para quedarse embarazadas y los niveles de glucosa en sangre, un marcador de la salud cardíaca. Y descubrieron que el estrés materno en la etapa previa a la concepción se asociaba con niveles más altos de glucosa en sangre. Una situación que se repetía sobre todo entre las mujeres que recurrían a la inseminación artificial para concebir, así como entre las mujeres con mayor nivel socioeconómico.

Es cierto que la prevalencia del estrés ha aumentado con el paso de los años, «especialmente con las parejas que no pueden concebir de forma natural», según explicó la autora del estudio Lidia Mínguez-Alarcón, epidemióloga reproductiva de la División de Medicina en Redes de Brigham’s Channing y coinvestigadora del estudio Environment and Reproductive Health (EARTH). Por ello, se propusieron evaluar cómo afecta este estrés previo a la salud durante el embarazo, tanto a la madre como al bebé a largo plazo.

Para ello, analizaron datos del estudio EARTH realizado en el Centro de Fertilidad del Hospital General de Massachusetts entre 2004 y 2009 con 398 mujeres de entre 18 y 45 años. Las mujeres habían informado sobre el estrés antes de la concepción antes de participar en el estudio. 300 de ellas concibieron mediante técnicas de reproducción asistida como la inseminación artificial o la fertilización in vitro.

El equipo descubrió que 82 mujeres tenían los niveles de azúcar en sangre anormalmente altos, lo que puede reflejar una peor salud cardiovascular. Estudios anteriores ya demostraron que las mujeres con antecedentes de diabetes gestacional durante el embarazo tienen más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, así como problemas cardiovasculares más adelante, incluida la calcificación de la arteria cardíaca.

Mayor estrés antes del embarazo y nivel de glucosa más alto

Además, los investigadores descubrieron que las mujeres que experimentaron un mayor estrés antes de la concepción tenían niveles de glucosa más alto. Aquellas que lo hicieron mediante inseminación artificial tenían niveles más altos de estrés y azúcar en sangre que las que lo hicieron mediante FIV. Por su parte, las mujeres con mayor nivel socioeconómico tenían niveles más altos de estrés antes de la concepción y niveles más altos de glucosa en sangre durante el embarazo. Según Mínguez-Alarcón:

«Se ha demostrado previamente que las mujeres con un nivel de educación superior experimentan mayores niveles de estrés laboral. Dado que el nivel de educación está asociado positivamente con el salario, es posible que esta explicación se aplique también a las mujeres con mayores ingresos».

Por todo ello, los autores resaltan la importancia del estudio publicado en Journal of the Endocrine Society y sus conclusiones. Sobre todo dadas las crecientes tasas de estrés a lo largo de los años y su efecto en la salud cardiovascular. Además, recuerdan que las mujeres pueden intentar reducir sus niveles de estrés a través de una variedad de estrategias, como mantenerse activas y hacer ejercicio, evitar el alcohol y las drogas, mantener una alimentación saludable y evitar el  aislamiento social.

Aunque las conclusiones son importantes y sus autores recalcan «el poder de iniciar importantes debates por la escasa literatura existente», también reconocen que los resultados son limitados. Así, recuerdan que el estudio comprende un grupo de mujeres mayoritariamente blancas de alto nivel socioeconómico que se someten a diferentes técnicas de fertilidad para conseguir quedarse embarazadas.

No solo eso. La percepción de estrés por parte de las propias participantes también puede generar sesgo. Por ello, reclaman que las investigaciones futuras sobre el mismo tema puedan centrarse en variables adicionales como la calidad del sueño o la seguridad del vecindario, así como el efecto del estrés precio a la concepción en la salud del bebé.

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