Hay familias que viven los exámenes como una parte más del proceso de aprendizaje y otras que los viven como una situación estresante. Vamos con los segundos. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos adolescentes con…
¿Cómo ayudar a los adolescentes a elegir una carrera? Un nuevo estudio revela que tratar de influir en nuestros hijos para que elijan su vocación profesional no es buena idea, y que los jóvenes deben guiarse por sus intereses implícitos para conseguir el éxito y el bienestar profesional.
No todos los adolescentes saben a qué quieren dedicarse. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo con 16.600 jóvenes por la consultora Círculo Formación al término del Salón de Orientación Universitaria UNITOUR encontró que el 76% de los jóvenes españoles que cursan bachillerato no tiene claro qué quiere estudiar.
Ahora un nuevo estudio revela que los jóvenes que sí tienen una clara vocación definida, no siempre escogen una carrera acorde a ella. ¿El motivo? Las influencias externas.
A la hora de elegir una carrera, influyen factores externos más allá de la vocación
Según la investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el 55% de las elecciones vocacionales de los adolescentes al decidir los estudios que cursar no coinciden con sus preferencias e intereses.
El estudio, realizado por los investigadores del Departamento de Psicología de la UAB y publicado en la revista científica «International Journal of Environmental Research and Public Health», se llevó a cabo con 304 estudiantes de 16 años de 4º de la ESO (155 chicos y 149 chicas) del área de Barcelona.
Según uno de sus autores, «esta falta de coherencia sugiere que los factores externos tienen una fuerte influencia en las elecciones, y que las verdaderas preferencias no se tienen en cuenta en muchos casos».
Cómo eligen los jóvenes su carrera profesional
Elegir cuál será su formación profesional tras la educación secundaria obligatoria es un paso importante en la vida de los/as adolescentes. Esta decisión tiene lugar en la etapa de desarrollo de la adolescencia, que es un período particularmente sensible de la vida del ser humano, donde muchas dimensiones de su personalidad, vínculos sociales y habilidades aún están en proceso de construcción.
Sin embargo, elegir una carrera es una tarea compleja que involucra obtener información sobre diferentes especialidades, demandas académicas y opciones profesionales junto con un conocimiento profundo de las propias habilidades y preferencias.
Las opiniones de los demás les influyen, pero no en positivo
«También puede ser un proceso sesgado por el relativo prestigio social de algunas opciones o las opiniones que puedan tener familiares cercanos o amigos sobre cuál sería la mejor opción», manifiestan los autores del estudio.
Además, según los investigadores, en el momento en que la mayoría de los adolescentes tienen que tomar esta decisión, el conocimiento sobre las especialidades suele ser «bastante borroso», así como la seguridad sobre sus propias habilidades.
«Por lo tanto, muchos de ellos se ven obligados a tomar una decisión que determinará su futura trayectoria académica basada en una base de información débil, lo que conduce con frecuencia a una elección que no es óptima.
Las implicaciones de esta elección no solo implican restringir las opciones de carrera posteriores, sino que también inciden en sus estados emocionales y configuran una situación que puede tener una fuerte influencia en su posterior éxito y felicidad.»
La adolescencia es un período en el que los/as jóvenes todavía no saben mucho sobre sí mismos/as. Eso hace que algunas decisiones, como las relativas a las elecciones vocacionales, sean un tema complicado que tiene importantes consecuencias para su vida.
Aunque los factores externos pueden tener un fuerte efecto en la toma de decisiones de los/as adolescentes, después no mejoran su desempeño académico o laboral:
«Es una situación típica que las motivaciones externas dejen de tener efecto una vez que han sido satisfechas. Por ejemplo, los esfuerzos dedicados a lograr un ingreso extra no se generalizan a las situaciones normales de trabajo. De hecho, incluso pueden tener un efecto negativo en el desempeño laboral ordinario, inspirando la participación y el trabajo duro solo para tareas recompensadas con bonificación.»
La concordancia entre los intereses implícitos y las elecciones explícitas es inferior al 50%
Intereses implícitos y elecciones explícitas no son lo mismo. Más allá de la elección vocacional, tener clara esta diferencia entre preferencias e intereses personales e influencias externas puede, según los autores, mejorar la calidad de vida y la salud mental de los/as jóvenes.
Según los investigadores, elegir carrera profesional desde las preferencias implícitas les aproxima a su auténtica orientación vocacional y reduce su nivel de indecisión.
«La mayoría de estas motivaciones externas están orientadas a objetivos, mientras que el cumplimiento de los intereses intrínsecos está orientado a tareas y, en cierta medida, es independiente de los resultados alcanzados.
En otras palabras, las personas intrínsecamente interesadas disfrutan haciendo las tareas y también disfrutan obteniendo buenos resultados. Las personas motivadas externamente solo disfrutan obteniendo resultados.
Por lo tanto, los intereses intrínsecos permiten el disfrute diario, mientras que los intereses extrínsecos proporcionan el disfrute de un punto específico (por ejemplo, cuando se paga el salario, cuando se obtiene un premio, cuando se alcanza una calificación) a veces asociado a actividades cotidianas desagradables».
Es decir, para acertar a la hora de elegir, no solo se han de considerar la vocación o las aptitudes sino también los intereses (las materias o campos que más motivan a cada persona).
«Además, la literatura científica proporciona evidencia de que los intereses intrínsecos en comparación con los extrínsecos predicen una mayor satisfacción con la vida, una mayor autoestima y una mayor autorrealización; atenúan la depresión y la ansiedad y proporcionan un aumento en el comportamiento cooperativo. Se sabe que la motivación intrínseca guía las elecciones cuando las metas tienen un significado personal e interiorizado para un individuo».
No obstante, según los resultados de la investigación, los efectos motivacionales de los intereses operan junto con factores motivacionales externos, como el prestigio, los ingresos o la satisfacción de las expectativas de otras personas (por ejemplo, las expectativas de los padres).
Criterios para elegir una carrera: No solo se han de tener en cuenta las aptitudes, sino también los intereses
Pero no cualquier tipo de interés vale. Según los investigadores «el interés no es un concepto monolítico, y en la literatura se hace una clara distinción entre el interés individual y el interés situacional«.
«El interés individual se refiere a un tipo de interés estable, como un interés profundamente arraigado en la psicología, la ciencia o cualquier otro campo. Este tipo de interés se desarrolla gradualmente y determina una disposición a comprometerse y perseverar en un tema en particular a lo largo del tiempo.
Se espera que este tipo de interés se desarrolle lentamente y sea resistente a la manipulación externa (por moda o preferencias de grupo, por ejemplo). Por tanto, los intereses pueden representarse como una disposición asociada a las preferencias personales, y el cumplimiento de tal disposición proporciona satisfacción a la persona».
Según los autores, cuando un determinado campo académico o profesional coincide con los intereses de alguien, la satisfacción que se siente contribuye a una mayor concentración y persistencia en las tareas, lo que se asocia con mejores resultados.
En la situación contraria, cuando las actividades académicas o profesionales no coinciden con los intereses, actúa de manera negativa, reduciendo el enfoque y la perseverancia.
Cómo escoger una carrera universitaria: ¿Y si dudan entre lo que les gusta y lo que piensan que les dará más prestigio social o un mayor estatus económico?
Según el estudio, a pesar de las conocidas ventajas de los intereses intrínsecos, estos no se divulgan ampliamente sino que al tomar decisiones que conciernen a elecciones vocacionales, muchos adolescentes pueden colocar intereses intrínsecos y extrínsecos en un nivel similar o pueden no considerar el interés intrínseco en absoluto. En estas situaciones, recomiendan a los adultos orientar a los jóvenes seguir sus propios intereses.
«Por ejemplo, alguien puede sentir que dos especialidades diferentes pueden ser igualmente interesantes: una porque le gusta mucho el objeto de la especialidad y la otra porque proporciona salarios promedio más altos. En casos como este, el sabio consejo debe ponderar de manera diferente las opciones y dejar en claro las ventajas indirectas de los intereses intrínsecos, resolviendo así la aparente igualdad de las dos opciones.
En este sentido, también es común el malentendido de que incluso cuando una profesión tiene un ingreso promedio más bajo que otra profesión, por lo general los mejores profesionales de ambos campos reciben salarios muy por encima de los valores promedio. Ser uno de los mejores profesionales tiene mucho que ver con la implicación en la tarea, incluyendo actitudes como la orientación a la superación personal constante y el amor por la calidad de los resultados.»
La seguridad o la indecisión a la hora de elegir carrera: La motivación económica no es sinónimo de acierto
La indecisión profesional aparece cuando surgen problemas durante el proceso de toma de decisiones profesionales. La indecisión explica por qué algunas personas no están seguras de su futuro educativo y vocacional, mientras que otras tienen más confianza para tomar sus decisiones. Una mayor confianza en la elección no implica necesariamente que la elección sea correcta.
«Por ejemplo, alguien que solo ha comparado salarios promedio puede estar bastante seguro de su elección si se trata de la profesión que, en promedio, está mejor pagada. A pesar de su sentimiento de confianza, cuando se aplica este criterio único, podrían optar por una especialidad que no se ajusta ni a sus bienes ni a sus intereses intrínsecos«, se menciona en el estudio.
Por otra parte, las dificultades en la decisión de carrera también se han asociado con rasgos de personalidad, vinculando estos rasgos con la indecisión.
Los rasgos de personalidad también importan
Según los autores, la personalidad está relacionada con las expectativas profesionales de los estudiantes y también influye en la decisión de carrera:
- El neuroticismo define a personas que tienden a estar ansiosas, deprimidas, enojadas o inseguras que acostumbran a mostrar una mayor indecisión a la hora de elegir carrera.
- La extraversión (aquellas personas que tienden a ser sociables, comunicativas, asertivas y activas) se asocia con personas intelectuales, imaginativas, sensibles y de mente abierta.
- La conciencia se aplica a individuos que tienden a ser cuidadosos, minuciosos, responsables, organizados y escrupulosos.
- El optimismo se refiere a una expectativa generalizada de que sucederán cosas buenas en el futuro.
- La autoeficacia se define como el nivel en el que el individuo se siente seguro de su capacidad para realizar con éxito tareas en la toma de decisiones profesionales, como recopilar información ocupacional, seleccionar metas, hacer planes y resolver problemas.
Según los investigadores, las personas extrovertidas tienden a tener más claras sus elecciones de carrera profesional. En el sentido opuesto, las personas inestables emocionalmente (neuroticismo) suelen tener mayor indecisión a la hora de elegir futuro profesional.
La ansiedad-rasgo se ha observado como un importante precursor de la indecisión profesional. Es decir, que la ansiedad está estrechamente relacionada con la indecisión profesional, y las personas con mayor ansiedad-rasgo tienden a experimentar más dificultades en la toma de decisiones de carrera y están menos satisfechas con su elección de carrera. «En estos casos, la toma de decisiones se ve obstaculizada por la ansiedad previamente existente: existía antes de la situación de elección, cediendo a la indecisión, y la indecisión podría aumentar el nivel de ansiedad», sostienen los autores.
Las personas extrovertidas, optimistas y autoeficaces tienen mayor probabilidad de acierto a la hora de elegir carrera profesional
«Se ha demostrado que tanto la extraversión como la conciencia están asociadas con la motivación profesional y el éxito profesional», manifiestan los autores.
El optimismo influye en las expectativas de resultados, y estas afectan a su vez al comportamiento de establecimiento de objetivos, como los necesarios para lograr resultados profesionales. «De hecho, varios investigadores han observado los beneficios potenciales del optimismo en el establecimiento de planes de carrera, así como en el éxito posterior en roles de liderazgo», alegan los investigadores.
Por otro lado, la autoeficacia es considerada como uno de los factores significativos que influye en el proceso de elección de carrera. Aunque, advierten los autores: «Sentirse capaz de hacer una elección racional reduce la indecisión, aunque no asegura una elección óptima».
Que la carrera coincida con sus preferencias es fundamental para acertar a la hora de elegir su futuro profesional
Las elecciones vocacionales son menos importantes que los beneficios obtenidos al hacer algo que coincide con preferencias implícitas, aseguran los investigadores:
«Las decisiones vocacionales generan bienestar a corto plazo y pueden ser modificadas, ya que una determinada elección no impide cambiar de carrera posteriormente. Por otra parte, estudiar y trabajar en algo que responda a intereses tan implícitos es una inversión a largo plazo en bienestar, que produce beneficios en muchas otras dimensiones de la vida».
Según los autores, este es un factor importante que ha de ser tenido en cuenta a la hora de orientar y aconsejar a los adolescentes, particularmente aquellos que muestran dificultades para tomar una decisión vocacional. Así se conseguiría reducir su indecisión. Además, aumentar el peso de las preferencias implícitas en la “ecuación de toma de decisiones” aumenta la probabilidad de hacer una buena elección tanto a corto como a largo plazo.
«La indecisión tiene efectos negativos inmediatos sobre la felicidad y el bienestar general, como han descubierto algunos investigadores. Mejorar la calidad de la orientación vocacional-profesional también mejora la regulación emocional y reduce los niveles de ansiedad en los jóvenes.
Estudios anteriores han ilustrado que las personas con un alto rasgo de ansiedad tienden a retener demasiada información y se involucran en comportamientos de exploración erráticos y, por lo general, carecen de compromiso con la carrera elegida.
Por tanto, sería muy relevante que los orientadores animaran a las personas con alta ansiedad-rasgo a conductas de exploración más eficientes y focalizadas, incorporando sus preferencias y no solo criterios externos para que puedan llegar a una decisión profesional satisfactoria.»
«Tomar conciencia sobre los intereses implícitos y sus efectos a largo plazo es un objetivo fundamental para todo tipo de estudiantes». Más allá de sus efectos positivos en la elección vocacional, también beneficia su autoconocimiento e indirectamente mejora su autoestima. Eso supondrá beneficios para su salud mental y su bienestar a largo plazo.
También te puede interesar...
0 responses on "¿Cómo ayudar a los adolescentes a elegir una carrera?"