5 Claves para ayudar a tus hijos a gestionar sus emociones

Este post se publicó originalmente el 28/03/2022 y ha sido actualizado en fecha 30/09/2024

La educación emocional es uno de los aspectos que más suele costarnos enfocar. Por eso, hoy veremos algunas claves para ayudar a tus hijos a gestionar sus emociones.

Y es que cuando nos convertimos en madres y padres, nos planteamos si seremos capaces de hacerlo bien, si sabremos educarlos, si conseguiremos construir una relación fuerte basada en la confianza y en el amor, si encontraremos el equilibrio entre la firmeza y la amabilidad, si serán buenas personas, si tendrán éxito, si… Y, entre esa maraña de preguntas e inquietudes, se encuentra la educación emocional.

¿Sabemos los adultos qué ayuda a los niños a gestionar su emociones?

No es de extrañar que nos resulte difícil si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad que es prácticamente analfabeta desde un punto de vista emocional. Durante nuestra infancia lo más cercano a la educación emocional que tuvimos fueron frases del tipo “no llores”, “no pasa nada”, “no te pongas así que no es para tanto” o, como mucho “ay, mi niña, pobrecita”.

Con estos antecedentes, no es de extrañar que nos encontremos con niños que no saben gestionar sus emociones y familias que buscan trucos, consejos o ejercicios para aprender a gestionar las emociones en niños. Porque la realidad es que es esencial que, primero, aprendamos a identificar y regular nuestras propias emociones para, después, poder acompañar las de nuestras hijas e hijos y hacernos cargo de su educación emocional.

Cómo ayudar a nuestros hijos a gestionar sus emociones

La educación emocional debería formar parte de cualquier educación que pretenda ser integral. Si educamos para la vida, el autoconocimiento y la autorregulación emocional deben ser parte esencial de la educación de nuestros hijos e hijas.

Es normal que nos planteemos qué podemos hacer o que busquemos ejercicios para gestionar las emociones en niños. Los cuentos sobre emociones para niños siempre ayudan, pero si estáis en ese punto en el que os estáis planteando qué podéis hacer como madres y/o padres para ayudar a vuestros hijos e hijas a gestionar sus emociones, aquí os dejamos 5 claves:

Habla sobre tus propias emociones

Como ya hemos dicho, antes de enseñar a nuestros hijos e hijas a conocer y gestionar sus propias emociones es imprescindible que hagamos ese recorrido personal. Para que se familiaricen con las distintas emociones que existen es buena idea hablarles sobre nuestras propias emociones. “Estoy muy contenta porque me han dado una buena noticia”, o “estoy muy enfadado y necesito estar solo unos minutos”, o “Me siento triste y necesito un abrazo”. Mostrarles nuestras emociones y cómo las gestionamos es el primer paso para iniciar su educación emocional.

Valida sus emociones

A menudo, nuestra propia experiencia y la escasa educación emocional que recibimos nos lleva a repetir patrones heredados de nuestra infancia y acabamos negando o minimizando la importancia de las emociones de nuestros hijos e hijas. No se trata de dramatizar las situaciones y añadir el peso de nuestras propias emociones a las suyas; pero es importante que respetemos cómo se sienten, que les ayudemos a identificar sus emociones, que verbalicemos que es normal sentirse así y que tienen derecho a expresar esa emoción.

Las emociones son válidas per se, pero en una sociedad en la que algunas emociones son censuradas de manera casi sistemática es necesario que aprendamos a validar las emociones de nuestras hijas e hijos.

Usa y ofrece el tiempo fuera positivo

En otras ocasiones hemos hablado en este blog de la herramienta de Disciplina Positiva conocida como “tiempo fuera positivo”. Consiste en ser capaces de identificar que estamos a punto de sufrir lo que se conoce como un secuestro emocional y retirarnos del conflicto para poder calmarnos y para poder abordar el problema, posteriormente, en plenas facultades.

Modelar esta conducta de autorregulación dando ejemplo a nuestros hijos e hijas y ofrecerles que se tomen ese tiempo fuera positivo si lo necesitan es otra de las claves de la educación emocional.

Ofrece estrategias para gestionar la ira de forma respetuosa

De entre todas las emociones que existen, la ira quizá sea una de las que peor prensa tienen. Pero la ira es una emoción tan necesaria y tan útil como cualquier otra. Sin embargo, es normal que nos preocupe que, cuando nuestra hija o nuestro hijo se enfadan, la emprendan a golpes con cualquier cosa o incluso contra alguien.

La violencia no es una opción si queremos apostar por una educación respetuosa, pero es necesario entender que esos impulsos son normales y que durante la primera infancia su cerebro aún no tiene la capacidad de filtrar esas emociones ni frenar esos impulsos. Por eso es importante que les enseñemos otras formas de canalizar esa rabia sin lastimar a nadie.