El tema de la epidemia por coronavirus a nivel mundial es algo que está causando mucha alarma social actualmente. Ya hablamos de la transmisión del virus en embarazadas y niños en este post donde, en resumen,…
La covid se contagia por el aire, sobre todo en interiores donde el espacio es menor para guardar la distancia entre cohabitantes y hay menos ventilación que al aire libre. Por delante tenemos varios días de celebración en familia y con los peques. ¿Qué hacemos para evitar el coronavirus si vamos a reunirnos con la familia en Navidad o si los peques quieren ver qué les han traído los Reyes Magos en casa de sus familiares?
Más vale perder una Navidad en la vida que una vida en Navidad
En principio, y aunque el Gobierno haya permitido la movilidad entre comunidades para asistir a reuniones entre familiares entre el 23 de diciembre y el 6 de enero, con un límite máximo de 10 personas, el Ejecutivo apela a la prudencia y a limitar la movilidad y contactos lo máximo posible. Es decir: lo mejor es que nos quedemos en casa.
Tened en cuenta que por más que los echemos de menos y ellos a sus nietos, los abuelos son grupo de riesgo. Si hemos conseguido preservar su salud hasta ahora ha sido porque todos hemos hecho grandes esfuerzos. Así que antes de tirar el camino ya andado por la borda, debemos pararnos a reflexionar: ¿somos conscientes del riesgo?
Asimismo, los principales grupos vulnerables son los mayores de 60 años y aquellas personas (independientemente de su edad) diagnosticadas de hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias y embarazadas por el principio de precaución.
Así que si en nuestra familia hay personas con dichos perfiles, deberíamos intentar evitar a toda costa el contacto con ellos durante estas fiestas. Pero si aún así vais a reuniros con vuestros seres queridos, procurad tomar todas las medidas necesarias para evitar el contagio prestando atención a las recomendaciones de los expertos.
Las tres vías de contagio de la covid
En estos momentos, las autoridades sanitarias reconocen tres modos de contagio de la covid:
- Las gotas que expulsan los infectados al hablar o toser, que acaban en los ojos, boca o nariz del futuro contagiado.
- Las superficies contaminadas (aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU – CDC – indican que este caso es el menos probable y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades advierte de que no se ha descrito ni un solo contagio por esa vía).
- Y por último, la infección por aerosoles, partículas infecciosas invisibles que exhala una persona con sars-cov2 y que pueden respirar otras personas cuando respiran. Sin ventilación, quedan en suspensión y se condensan en la sala a medida que pasa el tiempo.
La covid es una enfermedad infecciosa y los científicos reconocen ya abiertamente el papel que desempeña en la pandemia el contagio por aerosoles, minúsculas partículas contagiosas que al exhalar un enfermo quedan suspendidas en el aire en ambientes cerrados. La pregunta ahora es, ¿podemos protegernos de ellas? ¿Es seguro reunirnos con familiares y allegados?
Espacios cerrados: así contagia el coronavirus en el aire
Los interiores son mucho más peligrosos que los exteriores, pero podemos minimizar los riesgos si tomamos todas las medidas posibles para combatir el contagio por aerosoles. Los aerosoles son partículas diminutas (inferiores a 100 micras de diámetro) que pueden quedar suspendidas en el aire durante horas.
Se propagan a través de las gotículas (gotas de saliva) que expulsamos al hablar, que son partículas de mayor tamaño (superiores a 300 micras) que vencen la resistencia al aire y caen al suelo en segundos. Por cada gotícula liberamos alrededor de 1.200 aerosoles.
Las infecciones respiratorias como la covid se pueden transmitir a través de gotículas respiratorias y también a través de núcleos goticulares. La transmisión por gotículas es distinta de la transmisión aérea, pues esta última tiene lugar a través de los núcleos goticulares, que contienen microbios.
Los núcleos goticulares (que tienen un diámetro inferior a 5 micras), pueden permanecer en el aire durante periodos prolongados y llegar a personas que se encuentren a más de un metro de distancia. Pero de acuerdo con los datos disponibles, el virus de la COVID-19 se transmite principalmente entre personas a través del contacto y de gotículas respiratorias más que por la simple transmisión aérea.
¿Qué quiere decir esto? Que en reuniones en espacios cerrados debemos tener cuidado con la distancia que guardamos con el resto de cohabitantes (la distancia mínima de seguridad establecida es de metro y medio), ventilar frecuentemente las habitaciones y, por supuesto, mejor mantener la mascarilla puesta para evitar el contagio por gotículas.
Cómo se produce el contagio por gotículas
El contagio a través de gotículas se produce por contacto cercano (a menos de un metro) de una persona. De esta forma, manteniendo la distancia, si se produce de repente una tos o un estornudo por parte de uno de los cohabitantes, evitaremos que llegue a las mucosas (boca y nariz) o la conjuntiva (ojos) del otro.
Además, se puede producir transmisión por gotículas a través de fómites (objetos inanimados que pueden llevar y extender microorganismos, enfermedad y agentes infecciosos) en el entorno inmediato de una persona infectada. Por consiguiente, el virus COVID-19 se puede contagiar por contacto directo con una persona infectada y, de forma indirecta, por contacto con superficies que se encuentren en su entorno inmediato o con objetos que haya utilizado.
Es decir, en reuniones con personas que no sean convivientes habituales, debemos procurar la desinfección de superficies de contacto habituales (mesas, sillas, pomos de puerta, grifería, etc.) y evitar tocar aquellos objetos cotidianos que tienen mayor posibilidad de contener elementos infecciosos (teléfonos, llaves, monedas, etc.).
Respirar, hablar y gritar contagia
Al comienzo de la pandemia se pensaba que el principal vehículo de contagio eran esas gotas que expulsamos al toser o estornudar. Sin embargo, ahora sabemos que gritar o cantar en un espacio cerrado y mal ventilado también genera un alto riesgo de contagio. Y por cuanto más tiempo se haga, peor.
Y es que al hablar a pleno pulmón se lanzan 50 veces más partículas cargadas de virus que cuando estamos en silencio. Si no se diluyen con ventilación, estos aerosoles se concentran con el paso del tiempo, aumentando por tanto el peligro de contagio. Por lo que si gritamos o cantamos durante, por ejemplo una hora, en un espacio cerrado, una persona con covid liberaría 1.500 dosis infecciosas. Y recordemos que esa persona infectada puede ser asintomática…
Asimismo, los científicos han demostrado que estas partículas, que también liberamos al respirar o con mascarillas mal ajustadas, pueden ser contagiosas a cinco metros de un enfermo y durante muchos minutos, incluso independientemente de las condiciones de ventilación. Es más, solo al hablar emitimos unas 10 veces más partículas respiratorias que en silencio.
Así que esas son las condiciones con las que nos vamos a encontrar en estas fiestas navideñas (en las que es frecuente cantar villancicos, hacer karaoke con los peques o incluso reír a carcajadas) que son, precisamente, las que conviene evitar a toda costa.
Recientes publicaciones científicas han forzado a la Organización Mundial de la Salud a reconocer este riesgo. En un artículo publicado en octubre de 2020 en la revista Science, un grupo de investigadores científicos ya hablaba de evidencias “abrumadoras” y los CDC señalan que:
Bajo ciertas condiciones, personas con covid-19 podrían haber infectado a otras que se encontraban a más de dos metros de distancia. Estas transmisiones ocurrieron dentro de espacios cerrados con ventilación inadecuada. En ocasiones, la persona infectada respiraba con intensidad, por ejemplo al cantar o ejercitarse.
Probabilidades de infección en un escenario cotidiano dependiendo de la ventilación, las mascarillas y la duración del encuentro
El 31% de los brotes conocidos en España se dan en reuniones sociales en interiores, sobre todo en encuentros con familiares y amigos. Es decir, nos contagiamos más cuando nos reunimos en casa con amigos y familiares.
Si en un grupo en interior de seis personas, independientemente de la distancia entre ellas, pasan cuatro horas juntos sin mascarillas ni ventilación y hablando en voz alta, se contagiarían las otras cinco (según el modelo científico aplicado en la actualidad). En caso de usar mascarillas, el riesgo se reduce a cuatro contagios.
Las mascarillas por sí solas no evitan los contagios si la exposición es muy prolongada. El peligro de infección se reduce por debajo de una persona contagiada solo cuando el grupo usa las mascarillas, acorta la duración del encuentro a la mitad y además ventila.
Por lo tanto las medidas mínimas que debemos tomar en toda reunión con no convivientes habituales son:
- Usar mascarillas.
- Ventilar frecuentemente.
- Evitar hablar fuerte, cantar o gritar.
- Tratar de mantener una distancia mínima de metro y medio.
- Lavar las manos frecuentemente con agua y jabón (o usar gel hidroalcohólico en su defecto).
Si además de todo esto desinfectamos las superficies de contacto más habituales con frecuencia, evitamos pasar objetos de mano en mano y compartir comida de fuentes (mejor platos individuales preparados por una sola persona con mascarilla y manos limpias) estaremos siendo todo lo precavidos que podemos teniendo en cuenta que el riesgo cero no existe y lo mejor sería quedarnos en casa con nuestros convivientes habituales.
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