Qué hacer cuando tus hijos no aceptan a tu nueva pareja

La llegada de una nueva pareja puede hacer tambalear el núcleo familiar y que a los hijos les cuesta aceptarla. ¿Podemos hacer algo para que los hijos acepten a una nueva pareja?

¿Cómo hacer para que los hijos acepten una nueva pareja?

Cada vez existen más modelos de familia. Tras las separaciones y divorcios, pueden surgir nuevas relaciones de pareja en la que uno o ambos aportan hijos e hijas de relaciones anteriores. Son las conocidas como familias enlazadas o reconstituidas. Y, en ocasiones, pueden surgir conflictos porque nuestro hijo o hija no acepta a nuestra nueva pareja. ¿Qué hacer entonces?

Lógicamente, tanto nuestro hijo o hija como nuestra nueva pareja son personas independientes con su propia personalidad, preferencias, gustos o manías. Por ello, es posible que no conecten y, en ese caso, poco podremos hacer. Pero sí podemos favorecer que la relación entre ambos fluya con respeto mutuo.

1. Sin prisas. Es importante no forzar los encuentros con la esperanza de que así prospere antes la relación. Cuando se den, elige terrenos neutrales y un entorno casual para que los peques no sientan que invaden su propia casa.
2. No sustituyen a los progenitores. Es necesario dejarles claro que la nueva persona no viene a sustituir a su padre o madre. Si van a convivir con la nueva pareja, podrán cuidarles, prepararles la comida, llevarles al cole, contarles cuentos… Pero todas las partes deben tener claro que las decisiones importantes sobre la educación seguirá siendo responsabilidad de los progenitores. Eso no quita que puedan manifestar su opinión respecto a la nueva logística familiar, mejor en privado al principio, o poner límites si hay faltas de respeto.
3. Habla con ellos, escucha todos sus miedos y sus necesidades y aclara todas sus dudas. Hazlo con empatía, pero con firmeza. Explícales que la llegada de una persona nueva no significa que tú dejes de quererlos o descuidar tu papel como madre o padre.
4. Dales tiempo. Tras el miedo de ver a su padre o madre con una nueva pareja, tienen que aceptarla. Y en muchos casos, será necesario darles tiempo para asimilar los cambios. No los presiones. Si un día te piden pasar más tiempo con esa persona porque lo pasan bien con ella, genial. Si por el contrario, te dicen que no les apetece quedar tantos días y prefieren estar a solas contigo, respétalo también. Cada peque lleva tu ritmo y necesita tiempos diferentes para enfrentarse a una nueva situación.
5. Pasa tiempo de calidad y en exclusiva con tus peques. No trates de compartir todo con tus hijos y tu nueva pareja. Reserva pequeñas parcelas para compartir tiempo y espacio a solas con los niños y seguir creando momentos juntos.
6. Valida y acompaña sus emociones. La llegada de una nueva persona puede provocar diferentes emociones en los peques: nerviosismo, inquietud, miedo, celos, enfado… Por ello, es fundamental validar cada una de esas emociones y ayudarlos a transitarlas.
7. Busca intereses comunes. Trata de encontrar algo que les apasione a tus peques y a nueva pareja para compartir un rato divertido. Deportes, juegos de mesa, cocinar, ir a la montaña… Pasar tiempo juntos les ayudará a forjar esa relación de cariño poco a poco, sin forzar ni fingir.

En todo este proceso, la paciencia, el respeto, el tiempo y el amor son claves. Sin embargo, es posible que pase el tiempo y la relación no vaya a mejor. En ese caso, no te empeñes en cambiar las cosas, ya que el amor no se pueden forzar. Acéptalo sin más. Y puede que poco a poco, el cariño acabe por aparecer sin más.

Por supuesto, todo ha de ser desde el respeto. Entre todos los miembros de la nueva familia reconstituida debe primar el respeto. No solo en el trato, también en las decisiones que los propios progenitores toman respecto a sus hijos o cuando se habla del otro progenitor en presencia de los hijos e hijas.

¿Por qué los peques suelen rechazar a las nuevas parejas?

La llegada de una nueva pareja es siempre fruto de una pérdida anterior, ya sea por una separación o divorcio o por el fallecimiento de uno de los progenitores. Por ello, necesitan un tiempo para hacerse a la nueva situación. Pero, además, van a influir otros factores como la edad del peque o su madurez.

En este proceso, puede que los peques estén más irritables, tengan más rabietas o desarrollen un apego excesivo con su progenitor (o todo lo contrario). Además, pueden tener más ansiedad e incluso síntomas depresivos, y pesadillas o llamadas de atención constantes. En el caso de los adolescentes, pueden expresar su rechazo con malas contestaciones, faltas de respeto o actuaciones muy rebeldes.

Para los niños, la familia es su espacio seguro y quieren que sus progenitores estén juntos. Así, es habitual que los peques puedan fantasear con la idea de que si se niegan a aceptar a la nueva pareja, la relación se acabará. Por ello, es fundamental ser honestos con los peques. Es decir, respetamos sus emociones, pero no deberían tener la capacidad de decidir sobre la vida sentimental de sus progenitores.

Pero, además, los celos y el miedo a ser abandonados tienen un papel importante. Uno de sus principales temores es el hecho de que la nueva persona les “robe” tiempo para estar con su padre o su madre. Si comprueban que no es así, te ven bien con tu nueva pareja y comprueban que la relación con ellos no cambia y se mantiene como siempre, es posible que le den la oportunidad de conocerlo y formar parte de sus vidas.

Tampoco hay que obviar que a veces puede que se sientan en medio de un conflicto de intereses. Pensar que son desleales a su madre o padre si sienten aprecio por la nueva pareja. Sobre todo si la anterior pareja no ve con buenos ojos la nueva relación.

¿Cómo afecta una nueva pareja a los hijos? ¿Quién debe ser la prioridad la pareja o los hijos? ¿Qué hacer cuando tu hijo tiene celos de tu pareja? ¿Cómo decirle a mis hijos que tengo una nueva pareja? Si no sabes qué hacer si tus hijos no quieren a tu nueva pareja o tu hija no quiere que rehagas tu vida, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de expertos/as que pueden ayudarte. Entre ellos, se encuentra la psicóloga infantil, docente y logopeda Elena Mesonero o la psicóloga Mamen Bueno. 

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