Con el fin de las clases, muchos peques dejan olvidados los libros y las obligaciones del día a día, a pesar de que es fundamental seguir haciendo trabajar al cerebro en cualquier época del año. ¿Cómo…
La vida de las personas afectadas por una catástrofe natural se ve alterado en cuestión de segundos. Y los más pequeños son los grandes afectados. Por ello, es fundamental mantener las rutinas de los niños y niñas y en situaciones de emergencias, por pequeñas que estas sean.
De hecho, es habitual que tras episodios de esta magnitud, los más peques sufran regresiones en su día a día habitual. Puede que el sueño se vea afectado y tengan múltiples despertares o necesiten dormir acompañados o que no controlen los esfínteres cuando hace tiempo que dejaron el pañal.
Recuperar las rutinas: todo empieza por volver al cole
Las rutinas son esenciales para los más pequeños. Gracias a ellas, pueden estructurar su día a día y anticiparse siempre a lo que va a ocurrir. Eso les da calma y tranquilidad para poder afrontar la vida diaria. Cumplir de forma más o menos ordenada los mismos horarios y actividades permite que el cambio de una a otra sea incluso más calmado.
Sin embargo, ante una catástrofe natural como la DANA acaecida en la provincia de Valencia y Castilla-La Mancha, es muy complicado mantener estas rutinas. Las prioridades pasan a ser otras, como las tareas de limpieza, y los niños y niñas pasan a ser los grandes olvidados. Por suerte, se han creado espacios como DANA Kids para atender a los más pequeños mientras los adultos prosiguen los trabajos de recuperación de sus hogares.
Volver a establecer rutinas, por pequeñas que sean, es clave. Volver a la normalidad aún tardará mucho (si es que es posible volver a la vida de antes algún día), pero sí podemos darles a los peques cierta estabilidad en momentos de crisis. Y para que eso pueda ser una realidad, es importante recuperar cuanto antes las rutinas del día a día.
Así, la principal es poder volver al colegio cuanto antes. Así podrán recuperar su sentido de seguridad y pertenencia en un entorno cambiante, además de reafirmar que nada de lo sucedido es por su culpa, según explica la portavoz de Psicólogas y psicólogos sin Fronteras, Ofelia Almeida. Pero, además, permite hacer un seguimiento emocional diario, ya que los más pequeños son especialmente vulnerables a las situaciones de emergencia.
Por ello, para los niños y niñas, retomar su día a día e ir al cole es esencial. Para ellos es un lugar seguro, el espacio donde poder recuperar cierta normalidad, desconectar del desastre y relacionarse entre iguales.
Cómo mantener las rutinas de los niños durante emergencias
A partir de ahí, todo dependerá de la situación de cada familia tras el desastre natural y de otros factores, como la edad del peque. Si son muy pequeños, lo ideal es buscar puntos de apoyo donde puedan quedar un poco al margen de la devastación que sufren algunas zonas. Así, se han creado espacios de juego o «escoletas» para atender a niños y niñas mientras los adultos prosiguen con las tareas de limpieza y recuperación.
Además, dentro de la dificultad para mantener la rutina de los niños durante emergencias, es importante tener tiempo para ellos. Si ya de por sí en cualquier otra situación necesitan tiempo en exclusiva sin distracciones ni móviles, en situaciones de emergencia es elemental. Solo así serán conscientes de que sus personas de referencia están cerca y disponibles para ellos siempre que lo necesiten. De hecho, es fundamental escucharlos, hablar con ellos de lo ocurrido con un lenguaje siempre adaptado a su edad y ofreciendo un mensaje positivo y de esperanza.
Mantener un espacio y tiempo para juegos, dibujos y cuentos es fundamental ya que son herramientas muy valiosas para comunicarnos con los niños. A través de ellos pueden expresarnos qué y cómo se sienten y, como adultos, debemos escuchar y validar todas sus emociones, además de explicarles que es completamente normal sentirse triste en momentos así.
Igualmente, debemos evitar la exposición de los peques a las pantallas, especialmente si tienen acceso a información de actualidad y pueden ver imágenes o escuchar determinados testimonios no adecuados para su edad. No se trata de aislarlos de la realidad, sino de adaptar el mensaje ya que los niños y niñas no tienen herramientas emocionales para afrontar el miedo o el dolor que suelen provocar desastres naturales como la DANA ocurrida en Valencia.
Tratar de mantener los horarios de la comida y la cena en la medida de lo posible, así como la hora de ir a dormir les dará también la estabilidad que necesitan en momentos de crisis.
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