11 Formas de demostrarle amor a tu hijo

Este post se publicó originalmente el 21/05/2024 y ha sido actualizado en fecha 25/09/2024

Demostrar amor a los peques tiene importantes beneficios para su desarrollo, pero, a pesar de ello, a muchos adultos les cuesta decir te quiero o tener pequeños gestos con ellos. ¿Cómo se le demuestra el amor a un hijo?

¿Por qué es importante demostrar a nuestros hijos que les queremos?

Como cualquier otra persona, los peques necesitan sentirse queridos. Por ello, es importante demostrar el amor a los hijos con gestos y con palabras. Es cierto que cuando son pequeños son habituales los besos, los abrazos o decirles te quiero cada momento. Pero esos pequeños gestos se van diluyendo casi a la misma vez que crecen. Hasta que llega la adolescencia y prácticamente desaparecen.

¿Y por qué es importante demostrarles este amor a nuestros peques? Por algo tan sencillo como que sentirse querido, amado y respetado es fundamental para su bienestar y desarrollo emocional y también nos ayudará a establecer el vínculo con ellos.

Y, quizás, lo más importante: un niño querido, puede aprender qué es el amor. Un amor incondicional, porque los padres y madres deberían querer a sus peques tal y como son, sin necesidad de cambiar o adaptarse a las expectativas de los adultos.

¿Cómo se demuestra el amor a un hijo?

Es clave que nuestros hijos sepan que los queremos y crear un vínculo con ellos. Este se puede establecer desde el mismo embarazo. Tras el nacimiento, la madre suele tener muchas más oportunidades de establecer ese vínculo más rápido: no solo ha estado en su interior 9 meses, también influyen otros factores como la lactancia, con la que ambos pasan muchas horas unidos.

Pero eso no significa que el otro progenitor no tenga muchas otras ocasiones para establecer ese vínculo y demostrarle amor a su hijo o hija. Ambos pueden demostrar amor a sus hijos en diferentes momentos del día con pequeños gestos.

1. Contacto físico: es esencial para la salud y el desarrollo emocional del peque.
2. Leerle cuentos. Leer junto a los hijos e hijas fortalece el vínculo con ellos y promueve una crianza positiva.
3. Valida sus emociones. Si tu peque está enfadado o de mal humor, ayúdalo a poner nombre a lo que siente y transitarlo. Puedes acompañarlo con un abrazo, una caricia o cualquier otra señal de afecto.
4. Disciplina positiva. En lugar de una educación autoritaria con gritos y castigos, podemos optar por la disciplina positiva, con reglas, límites claros y consecuencias que puedan entender.
5. Tiempo para jugar. Dedica tiempo de calidad para jugar con tus hijos e hijas, ya sea en casa o al aire libre. Para ello, es clave dejar el móvil o la tablet a un lado y centrarnos en los intereses de nuestro peque. Además, dedica tiempo especial y en exclusiva para cada uno de ellos.
6. Usa un lenguaje positivo, con palabras de aliento donde estén siempre presentes «gracias» y «por favor». No utilices el sarcasmo, la burla ni los desprecios, ni siquiera de broma. Los niños no entienden la ironía ni su intención. Y discúlpate siempre que te equivoques.
7. Disfruta de la naturaleza con tu hijo o hija y enséñale cómo proteger el medio ambiente.
8. Interésate por el día a día de tu hijo, pregúntale y escucha su respuesta sin interrupciones. Para ello, no hagas preguntas abiertas porque puede que te respondan con un «bien» o «mal» a secas. En su lugar, puedes optar por preguntar qué fue lo que más le gustó del día y qué lo que menos.
9. Demuéstrale que estás disponible siempre que te necesite.
10. Respeta sus decisiones y no intentes influir en él para que las cambie.
11. Dile que le quieres todos los días. Aunque lo sepan, es importante que se lo digas.

Beneficios de demostrar a nuestros hijos e hijas que les queremos

Decirles a nuestros peques que les queremos tiene importantes beneficios. Tanto que ayuda a acabar con el estrés, el enfado, la dejadez o el olvido. Además, nos ayuda a conectar con las personas a las que se lo decimos.

Su poder es tan importante que debería formar parte de nuestro día a día y no quedar reservado a momentos concretos como las despedidas o estar asociado a pedir disculpas. Así, al decirles te quiero no solo reafirmamos nuestro amor por ellos, también reforzamos el vínculo, mostramos abiertamente nuestros sentimientos y creamos un clima de confianza y complicidad.

Pero también fortalece la autoestima de los peques, fomenta la comunicación, los hace sentirse felices y valorados y les ayuda a no sentir miedo ni inseguridad. Y, a pesar de todos esos beneficios, ¡nos sigue costando decir te quiero a nuestros hijos e hijas! Quizás porque no se le dé la importancia que realmente tiene, porque apenas lo escuchamos de nuestros progenitores cuando éramos peques o porque consideramos que son más importantes los hechos que las palabras. Aunque la realidad es que ambos son igual de importantes.

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