¿Estás esperando un bebé y te da alergia el deporte? ¿Eres una embarazada sedentaria? Pues este post te interesa. Y, sintiéndolo mucho, no vas a encontrar un aval para la falta de actividad. Todo lo…
Subirse a la báscula no siempre es necesario y cada vez más personas se niegan a ser pesadas por temor a la reacción del médico o a las emociones negativas que les produce el control de peso, según expone un reciente estudio de la Universidad de Missouri.
Y es que aunque una visita rutinaria al médico casi siempre incluye que nos pesen, especialmente en el caso de las embarazadas, esta petición puede resultar estresante.
Según los investigadores, más de la mitad de las personas estudiadas sienten que el hecho de que les pidan que se suban a la báscula en el médico impacta negativamente en sus emociones, autoestima y salud mental. Además, a muchos les preocupa que su médico les discrimine si conoce su peso.
«Conocer las razones por las que las personas se niegan a ser pesadas nos da más información sobre la relación entre las personas y sus proveedores de atención médica. Podemos utilizar estos hallazgos para informar la atención médica desde un nivel de políticas», manifiesta Virginia Ramseyer Winter, experta en imagen corporal y salud, profesora asociado en la Escuela de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias de la Salud y directora del Centro de Investigación y Política de Imagen Corporal.
No siempre es necesario subirse a la báscula
«Las investigaciones muestran que la mayor parte del tiempo no es necesario pesarse durante una visita al médico. El primer paso es difundir el mensaje de que se puede rechazar que se pese. La mayoría de la gente no lo sabe», sostiene Ramseyer.
Kate Trout, experta en servicios de salud e investigación sobre equidad en salud, profesora asistente en la Facultad de Ciencias de la Salud y colaboradora del estudio, manifiesta que «las implicaciones de estos resultados muestran que realmente necesitamos comenzar a capacitar al personal de atención médica para aclarar este tema».
«A partir de nuestro estudio, sabemos que más del 30% de las mujeres se niegan a ser pesadas, y también sabemos que las mujeres incluso evitarán la atención médica por completo en un esfuerzo por negarse a ser pesadas. Tenemos que ser más inclusivos para garantizar que todos reciban la atención que necesitan, lo que podría conducir a mejores resultados de salud a largo plazo», incide Trout.
Los investigadores reclutaron a 384 mujeres adultas para participar en una encuesta que incluía preguntas sobre su visita al médico más reciente. Los participantes reclutados tenían diversos tamaños corporales, por lo que los resultados del estudio muestran que el impacto negativo de que se les pida que suban a la báscula no está necesariamente relacionado con ningún tipo o tamaño de cuerpo específico.
¿Y cuándo sí es necesario?
Según los autores del estudio, una forma de mitigar el impacto de ser pesado cuando es médicamente necesario es esperar hasta el final de la visita al médico para subirse a la báscula una vez que se determina la consulta.
Winter y Trout colaboraron en el proyecto con Gillian Bartlett-Esquilant, experta en investigación de atención primaria y decana asociada de Educación en Investigación de Posgrado en MU. También colaboraron con expertos en trabajo social de la Universidad de Washburn y la Universidad de Denver, así como con un experto en desarrollo humano y ciencias de la familia y estigma y discriminación por peso de la Universidad de Connecticut. Según las autoras, este esfuerzo de colaboración les permitió ver la investigación desde varias perspectivas únicas.
«Vimos esta investigación desde varias lentes diferentes y pudimos utilizar un enfoque interdisciplinario, que realmente nos ayuda a comprender lo que realmente está sucediendo aquí. Adoptar este enfoque proporciona la información que necesitamos para desarrollar herramientas e intervenciones que, en última instancia, brindarán atención médica que incluya el peso para todos«.
El control de peso durante el embarazo
Durante el embarazo, es habitual controlar el peso de la mujer para evitar complicaciones. Para ello, hay que valorar el Índice de Masa Corporal (IMC) de partida para calcular cuántos kilos se recomienda ganar durante el embarazo.
No obstante, la matrona de CSC, Sara Caamaño, matiza:
«Se debe tener en cuenta que esto es una recomendación estándar y muchas veces no se representa a todas las mujeres en esa franja de IMC. Además, el IMC muchas veces tampoco representa la salud de la mujer, puede tener una masa muscular estupenda y un porcentaje de grasa saludable y tener un IMC alto porque solo se basa en la altura y el peso«.
Esta especialista sostiene que «el control de peso no es imprescindible en la consulta y si creen que puede afectar a su salud emocional se puede hacer una pesada ciega (sin ver ni decir la cifra) o incluso no hacerla».
Y es que, aunque la mujer se somete a diferentes pruebas médicas a lo largo del embarazo para comprobar que todo transcurre correctamente, una de las más “temidas” es el control de peso, que suele realizarse prácticamente siempre que la embarazada acude a consulta durante la gestación.
«No es imprescindible y lo triste es que tenga que ser algo temido. Algo estamos haciendo mal como sociedad y los sanitarios para que a una mujer le dé miedo pesarse«, insiste Caamaño.
Estas reprimendas, lejos de ayudar, pueden llegar a convertirse en una auténtica obsesión para las futuras mamás:
«Estas reprimendas no deberían existir porque nadie es quien para reñirte por absolutamente nada, esto tiene que quedar claro. Y no me extraña que se convierta en obsesión cuando las estamos empujando a ello», sostiene nuestra matrona.
De hecho, tal y como explica la psicóloga de CSC, Mamen Bueno, en una entrevista sobre los trastornos alimenticios durante el embarazo: «Avergonzar a una mujer embarazada por lo que come o cómo es su cuerpo no la ayuda. Es más, es violencia«.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la matrona Sara Caamaño y la psicóloga perinatal Mamen Bueno.
Aunque un peso excesivo puede generar complicaciones durante el embarazo (como desarrollar diabetes gestacional, preeclampsia o partos prematuros), en estos resultados influyen otros factores como «la calidad de la alimentación de la mujer y si hace o no una vida saludable, que es lo más importante», explica Caamaño.
La realidad es que hay diferentes factores que influyen a la hora de determinar si se está poniendo peso correctamente o, por el contrario, estamos poniendo más kilos de los recomendados. Entre ellos, el peso inicial de embarazo, el tipo de alimentación que llevamos a cabo o si hacemos ejercicio durante la gestación o, por el contrario, somos sedentarias.
La alimentación durante el embarazo
Las restricciones alimentarias durante el embarazo pueden ser muy peligrosas. La alimentación es clave en cualquier momento de la vida, pero más aún cuando estamos embarazadas, ya que todo lo que consumamos se lo pasamos a nuestro bebé a través de la placenta.
Nutrientes o grasas, todo le llega en igual medida. «Las grasas también son nutrientes y muy importantes en el embarazo», nos recuerda la matrona. Eso sí, siempre que sean grasas saludables: «En el embarazo las grasas saludables y las proteínas son tan importantes como las verduras, puedes hacer una alimentación con mucha verdura y fruta que si no tomas lo otro también, no va a ser saludable”.
Así que puede que durante el embarazo engordemos más de lo que puede considerarse recomendable, pero lo importante es ¿cómo es nuestra alimentación? ¿Es rica y variada, con gran aporte de frutas y verduras o nos hemos lanzado a comer bollería con la excusa de que estando embarazada todo vale y, además, podemos comer por dos?
Hay una gran diferencia entre ingerir calorías vacías o llenas de nutrientes, por lo que se debería tener en cuenta en todos los controles de peso del embarazo porque lo importante, más allá de los kilos, es comer sano y evitar el sedentarismo.
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