¿Somos capaces de ponernos en el lugar de nuestra pareja durante el embarazo? La empatía con la pareja es básica para comprender cómo se siente el otro y dejarle su espacio cuando llega el bebé,…
Cuando supe que iba a ser padre pensé en la ilusión por formar una familia, en la gran responsabilidad de traer una nueva vida al mundo y en todas las cosas que quería hacer con mi hija. Me mentalicé para nuevas sensaciones, un cambio de vida, nuevas prioridades, dormir menos… Lo que no sabía hasta que fui padre es la cantidad de artilugios (útiles, eso sí) que también traía consigo nuestro bebé.
Cosas que no sabía hasta que fui padre
Cuando Lucía y yo nos enteramos de que íbamos a ser papás hicimos una habitación a medida para que Paula tuviera su espacio y pudiéramos guardar su ropa, sus juguetes, etc. También pensamos en la necesidad de algunos artilugios como una cuna, un carrito de bebé o una silla para el coche (¡imprescindible!). Pero había más… Palabras como muselina, sacaleches, pañalera o cojín de lactancia eran grandes desconocidas para mí hasta que Lucía se quedó embarazada.
Soy consciente de que se puede ser padre sin todo esto y que realmente los bebés solo necesitan amor y cuidado de sus padres. Lo que no elimina el hecho de que sean elementos más que útiles, desconocidos para mí entonces, y que ahora me acompañan en mi día a día…
Por ejemplo, ¿qué es una muselina? Cuando Lucía empezó a meter la ropita de Paula en el armario (hemos heredado mucha ropa de su prima, así que teníamos bastante antes de nacer) veo que guarda una especie de «trapitos suaves».
–¿Qué es eso?
–Una muselina.
Preciosa palabra que no había oído en mi vida, y que hemos utilizado y mucho durante los primeros meses de vida.
Después apareció en casa un cojín con forma de herradura. No lo terminaba de ver como almohada, pero quizás a Lucía le ayudaba a dormir. No era para ella. O sí. El cojín de lactancia es otra de las cuestiones que no conocía, y sin las cuales la tarea de dar el pecho se complica. Los discos de lactancia pensé que eran para desmaquillarse… Hasta que no ves una lactancia real, no entiendes para qué sirven…
El sacaleches fue uno de los artilugios con los que más aluciné. Cables, biberones conductos, una base, plásticos de diferentes formas y colores… El nombre da muchas pistas, pero difícil imaginar semejante trasto hasta que te enfrentas a él. Eso sí: de utilidad infinita.
Otra de mis favoritas es «cuna de colecho». ¡Antes de meterme en el mundo bebé el término me era completamente desconocido! Mochila de porteo ergonómico. Otra gran desconocida. Pero luego…. ¡Anda que no hemos porteado a Paula!
Y ya no solo hablamos de cosas o instrumentos que se utilizan cuando eres padre o madre. Es que ya durante el embarazo aprendí terminología nueva que no había escuchado jamás. Versión cefálica externa, episiotomía, preeclampsia, doppler o incluso meconio, son solo algunos ejemplos de términos que aprendí durante el embarazo o al poco de nacer mi hija.
Lo que aprendemos al ser padres
Ser padre te hace cambiar de perspectiva en la vida. Me ha hecho darme cuenta de lo realmente importante, he aprendido a relativizar mucho las cosas. He aprendido a ser más paciente, a descubrir nuevas facetas mías y de mi mujer después de más de 10 años juntos. He comprobado lo duro, pero a la vez increíble, que es la paternidad, y, más aún, la maternidad. He alucinado de lo fuertes que sois las madres y he sentido envidia del vínculo que genera la lactancia con vuestro bebé…
¡Y también he aprendido nuevo vocabulario, he conocido nuevos aparatos, trastos e instrumentos… y hasta los he incorporado en mi día a día! Asimismo, aprendes que hacer Tribu en la [p]maternidad es importante, porque tener una extensa red de apoyo para criar a un bebé es, en nuestros días, más necesaria que nunca.
0 responses on "La cantidad de artilugios que no sabía que existían hasta que fui padre"