Seguramente ya os habréis dado cuenta del bombardeo comercial en el que se nos invita a calzar a los más pequeños precozmente. Encontraréis multitud de marcas con líneas especializadas en zapatos para gatear, primeros pasos o incluso…
El desarrollo cognitivo es lo que permite al bebé conocer su propia existencia y el mundo que le rodea. Es lo que comúnmente llamamos «tener conocimiento». Este proceso implica tanto el desarrollo del pensamiento, como la conducta que refleja que el bebe «sabe y conoce». Es decir: es consciente de sí mismo y de las personas y objetos que le rodean.
El desarrollo cognitivo de los bebés: ¡Desde recién nacidos, son inteligentes!
Los bebés llegan al mundo con unas habilidades innatas que poco a poco van desarrollando, por ejemplo: la capacidad de pensamiento. El ser humano desarrolla como nunca el pensamiento a lo largo, sobre todo, de sus dos primeros años de vida, en los que aprenden gracias a la experimentación y la observación.
Al principio, el bebé conoce el mundo que le rodea solo a través de la información que le llega de los sentidos. Desde recién nacidos son capaces de dar respuestas a estímulos como la luz, el sonido o la caricia… Poco a poco, en las primeras semanas de vida, se van creando en su cerebro nuevas rutas neuronales que permiten que las capacidades del bebé se vayan desarrollando paulatinamente.
Después, a lo largo de los primeros meses de vida del bebé, se desarrollan las zonas superiores del cerebro, encargadas de pensar y razonar. Es decir: al nacer los bebés ya diferencian entre imágenes, sonidos y olores. A los 2 meses ya son capaces de relacionar esas percepciones entre sí y, a partir de ese momento, su mente empieza a esforzarse por conocer y empezar a descifrar el mundo que les rodea.
Hacia los 3 meses de edad empiezan a entender que las cosas existen (aunque no se vean). A los 5 meses son capaces de conocer la intención con la que se realiza un acto (dar un gritito o llorar para que les atiendan, por ejemplo), saben que los acontecimientos están formados por secuencias (como tirar un objeto al suelo para que haga ruido).
De forma paralela, también van aprendiendo sobre la “mente” de los demás observando a los otros. De esta forma, a los 6 meses ya saben juzgar la intención y los actos de los demás (identifican, por ejemplo, los gestos y timbres de voz de enfado o alegría) y comienzan a darse cuenta de que ellos también pueden ver sus intenciones y anticiparse a ellas.
En este momento es cuando empieza a aparecer el “NO”. ¡A los bebés les cuesta comprender que no todos piensan y quieren lo mismo que ellos! Poco después de comprender esto se desarrolla, poco a poco, la empatía y la capacidad de entender a los demás. Por último, alrededor de los 24 meses, aparece la consciencia y empiezan a buscar respuesta a preguntas.
Las etapas del desarrollo cognitivo
Según Jean Piaget (psicólogo que desarrolló la Teoría del Desarrollo Cognitivo), existen 4 etapas en el desarrollo cognitivo de los niños:
- Desde el nacimiento hasta los 2 años de edad: en esta etapa se desarrolla la actividad sensoriomotora que experimenta el mundo a través de los sentidos y las acciones. Es la etapa de aprendizaje por experimentación del mundo que les rodea.
- Entre los 2 y los 6 años: es el momento del desarrollo de la etapa preoperacional, en la que aprenden a representar cosas mediante palabras e imágenes, pero sin razonamiento lógico. Es la etapa de desarrollo de los juegos ficticios, el egocentrismo y el desarrollo del lenguaje.
- Entre los 7 y los 11 años: aquí es donde se desarrolla el pensamiento lógico, la comprensión de analogías y la realización de operaciones aritméticas.
- De los 12 años en adelante: se desarrolla el razonamiento abstracto, la lógica abstracta y la capacidad de razonamiento moral adulto.
Los bebés, niños y adolescentes deben estar en un entorno saludable, tener una estimulación ambiental adecuada y una estimulación cognitiva y emocional acorde a su desarrollo y nivel madurativo. Solo esto permite mejorar sus procesos de aprendizaje y consolidar los conceptos aprendidos. Todo lo cual repercute tanto en el rendimiento académico como en los desempeños de la vida diaria.
Cómo estimular a los bebés y niños pequeños
La estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas y estrategias que mejoran el rendimiento y la eficacia de las capacidades cognitivas (atención, memoria, concentración, etc.). Actúa promoviendo la mejora y potenciación de las capacidades y habilidades de los niños por medio de actividades y juegos.
Si los bebés y niños pequeños no reciben estímulos, pierden interés por su entorno y se aburren. ¡Los peques necesitan nuevos estímulos de forma constante para poder aprender y seguir explorando el mundo!
Para ello lo mejor es favorecer la estimulación cognitiva a través del juego. Jugando, los niños interaccionan con estímulos de su entorno, estimulando (valga la redundancia), sus capacidades de pensamiento y comprensión.
También el deporte es fundamental para el desarrollo cognitivo. El ejercicio físico produce la liberación de ciertos naurotransmisores así como de endorfinas, relacionadas con la disminución de los niveles de estrés y ansiedad, lo cual repercute directamente en el estado de bienestar de nuestros hijos e hijas.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la terapeuta ocupacional pediátrica experta en desarrollo infantil Jessica Romero.
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