Nos encontramos en casa, son tiempos raros y difíciles, los acontecimientos se suceden a una velocidad que no somos capaces de calibrar y pasamos de la rutina a una despedida temporal y un confinamiento prolongado.…
En esta sociedad tan dada a las etiquetas, la pandemia del coronavirus también ha dado paso a nuevos conceptos como «cuarentenials», «coronials» o «pandemials». Así se ha bautizado a la generación de los bebés nacidos en pandemia y los niños y adolescentes que la han sufrido como nosotros.
La pregunta ahora es: ¿Cómo afectará a sus vidas haber nacido o crecido en esta situación? Algunos de los profesionales de Criar Con Sentido Común reflexionan hoy sobre ese impacto de la pandemia en nuestros hijos.
Los conceptos de cuarentenials, pandemials, coronials
La palabra «coronial» ya aparece en la Real Academia de Lengua Española (RAE). La define como «generación nacida o concebida durante la pandemia del coronavirus». Etimológicamente es un calco del inglés coronial y, según explica la RAE, se documenta por primera vez en un artículo de marzo de 2020 en La Nación (Argentina) donde se daba la noticia de los primeros bebés nacidos en pandemia. Es una palabra análoga a milennial.
Ni cuarentenials ni pandemials están recogidos en este diccionario, pero sí han aparecido en distintos artículos de medios de comunicación. Incluso en nuestro blog hemos contado historias de bebés nacidos durante este periodo tan duro. «Cuarentenials», por tanto, hace referencia a los niños nacidos durante el confinamiento (entre marzo y junio de 2020).
La etiqueta «pandemial» se aplica no solo a los niños nacidos en 2020 sino a los que niños y adolescentes que en 2030 tendrán como máximo 26 años.
Una predicción difícil de realizar
Estamos en una sociedad muy cambiante donde la rapidez se imprime a todos los niveles; una inmediatez a la que los adultos nos hemos entregado y que nos condenan a dedicar poco tiempo a la reflexión. Estas etiquetas de cuarentenials, pandemials o coronials son llamativas, pero el impacto de una pandemia es difícil de medir a tan corto plazo. Es algo en lo que coinciden todos los profesionales de la Tribu CSC.
«Es muy difícil saber con exactitud cómo serán los bebés y niños de la pandemia, aunque todo indica que viviremos en un mundo todavía más rápido, donde todo será más inmediato y donde se pierda más el valor del trabajo y el esfuerzo por conseguir algo», indica Armando Bastida, enfermero, tripadre y CEO de Criar con Sentido Común.
«Yo creo que sí va a afectar, aunque no sé cómo. Está claro que se va a producir un cambio en las relaciones sociales pero no creo que los futuros adolescentes sean más reivindicativos porque hayan visto cómo los adultos hemos aceptado restricciones de nuestra libertad por el ‘bien común’ sin apenas resistencia. Y creo que habrá más dificultad para avanzar psicoevolutivamente e incluso habrá más infantilización«, reflexiona Mamen Bueno, psicóloga de CSC.
«Aún no ha pasado el tiempo suficiente como para tener resultados sobre las consecuencias de la pandemia en los niños a largo plazo. Las consecuencias de la pandemia, desgraciadamente, no han sido las mismas para todos y por eso es importante delimitar qué problemas son directamente atribuibles a la pandemia y cuáles son problemas que ya estaban y lo que ha ocurrido es que la pandemia los ha agravado. Hay que tener en cuenta diferentes variables como la edad, el entorno familiar, etc.
No es lo mismo un bebé que haya nacido durante el confinamiento y haya estado sus primeros meses con mamá y papá en, por ejemplo, una casa con jardín; que un niño de ocho años con padres sanitarios en primera línea o que hayan tenido la desgracia de perder algún familiar», cree por su parte Elena Mesonero, logopeda de CSC y también psicóloga y educadora infantil.
Consecuencias para las salud de los cuarentenials, pandemials y coronials
Desde el punto de vista de la salud, una de las matronas de Criar Con Sentido Común, Esther Esteban, señala que las mujeres que han pasado el embarazo durante la pandemia y, más concretamente, en el confinamiento; han vivido esta época «con más incertidumbre y estrés» y eso puede afectar al bebé porque pasará «en mayor o menor medida» a la placenta. Ese estrés mantenido en el tiempo también ha podido influir en partos prematuros, «aunque no hay datos aún de esto».
Las restricciones a la hora de los grupos (como grupos de padres o de lactancia) y la falta de citas médicas presenciales también ha podido suponer un obstáculo y generar más dudas e incertidumbre en los primerizos. Y también ha podido tener «repercusiones» para la lactancia materna. Entre las consecuencias para los padres, Esther Esteban destaca que:
«El hecho de no haber podido salir durante un tiempo ha podido influir en los niveles de estrés de los nuevos padres. El recién nacido no necesita salir tanto porque ha estado con sus padres, que era lo necesario, pero las madres y padres sí necesitan salir».
También a nivel físico hay repercusiones. La pediatra Gloria Colli señala que el confinamiento y el uso de la mascarilla ha desplazado a algunos virus «que han cambiado su comportamiento»:
«Muchas embarazadas no han pasado la gripe y no han podido traspasar anticuerpos intraútero, de modo que no sabemos si los bebés que han nacido en estas circunstancias están más desprotegidos. Desconocemos cómo reaccionarán».
Lo positivo, subraya Armando Bastida, es que «los peques han aprendido nuevas costumbres de higiene y prevención para la salud».
El sueño infantil es otro aspecto que se ha visto afectado por la pandemia. «El año pasado sí hubo muchos trastornos del sueño en los pequeños y para los más grandes, el estrés, la preocupación, etc. también afectó su descanso», explica Rafi López, experta en este área en CSC. Durante el confinamiento, además, los bebés sí pudieron tener alguna alteración temporal por la falta de salidas, los cambios de rutina y la falta de luz exterior, «que es súper sana».
¿Ha impactado la pandemia en el desarrollo de los bebés?
Algunos expertos han subrayado que el confinamiento ha podido influir en el desarrollo psicomotor de algunos bebés cuarentenials o coronials. Pero nuestra terapeuta ocupacional pediátrica, Jéssica Romero, discrepa:
«A largo plazo veremos, pero yo creo que lo han pasado peor los adultos que los niños. Los peques son más resilientes y tienen más estrategias para encararlo todo. Es posible que el hecho de no haber salido a la calle durante tres meses y si no se les ha ofrecido oportunidades en casa, haya podido influir en que algún bebé haya podido ser tener un desarrollo motor más torpe. Pero no creo que se haya visto afectado el desarrollo neurológico típico. Si los padres han jugado y estimulado sus movimientos y desarrollo, no tiene por qué haber ninguna consecuencia«.
¿Y las mascarillas? Jéssica Romero sí cree que ha podido ser un obstáculo para los más pequeños y para los niños con necesidades especiales que necesitan ver el rostro y seguir los labios de los monitores para sus actividades. Sobre el aprendizaje del lenguaje también la logopeda Elena Mesonero consiente en que ha podido dificultarlo, pero «afortunadamente no lo es todo».
«Si así fuera, las personas con discapacidad visual no aprenderían a hablar y esto no sucede así. En este sentido, lo que sí debemos tener en cuenta ante los retrasos del lenguaje de estos años es cómo ha sido el entorno de esos peques durante este año y medio, si han pasado mucho tiempo con cuidadores con mascarilla, si les han notado que duermen peor o están más tristes, nerviosos, etc. para poder descartar además cualquier problema psicológico».
El teletrabajo: Beneficios y desventajas para cuarentenials, pandemials y coronials
Otra de las circunstancias que ha caracterizado a la pandemia del coronavirus ha sido el teletrabajo. Algunas empresas y trabajadores lo han mantenido hasta ahora, para otros ya acabó la no presencialidad. Pero durante el confinamiento la mayoría de cuarentenials, pandemials o coronials han vivido con sus padres en casa.
«La pandemia nos ha hecho descubrir la realidad del teletrabajo. Sus beneficios, pero también sus desventajas. Porque trabajar en casa es genial, porque estás en tu entorno, pero cuando hay niños de por medio, puede llegar a ser casi imposible concentrarse en lo que estás haciendo. Esto también tiene repercusiones en muchos peques, sobre todo bebés, si ven a su madre o padre en casa y no pueden ser atendidos. En según qué casos, casi es mejor que busquen un lugar en el que trabajar, si es que pueden, fuera de casa», indica Armando Bastida.
Mamen Bueno, por su parte, aporta otra parte más dramática. El confinamiento ha eliminado la «vía de escape» para mujeres y niños que, lamentablemente, viven en entornos familiares violentos:
«Es muy difícil anticipar cómo va a afectar todo lo relacionado con la pandemia, pero sí que ha tenido consecuencia para las personas que viven situaciones traumáticas en casa, como abusos, maltrato o problemas de salud mental. Por ejemplo, con el confinamiento, las víctimas han tenido que vivir con su maltratador/a y para algunos niños la única vía de escape era irse al colegio y eso se ha limitado. Y para los adolescentes y universitarios, con tanto trabajo online, se han visto frente a limitaciones o sin vías de escape que han provocado un aumento de la tasa de suicidios, trastornos alimenticios, etc.«
Las relaciones sociales cambiarán
Las restricciones a la hora de salir y de reunirse con otras personas ha cambiado. Hemos pasado de charlar y visitar a los abuelos, a limitar esas visitas a contactos telefónicos o por videoconferencia. Está por ver (aunque ya empieza a despuntar) qué consecuencias tiene para los menores el uso excesivo de las nuevas tecnologías para esas relaciones sociales y también como medio de entretenimiento cuando la madre y/o el padre tenían que trabajar en casa.
Para Armando Bastida, uno de los aspectos negativos es que los niños:
«Han aprendido que puede ser más seguro distanciarse de los demás. Y eso puede chocar con su necesidad de conocer a los otros y relacionarse desde el contacto. Se han perdido muchos besos y muchos abrazos y poco a poco los tendrán que recuperar«.
También las relaciones entre iguales han cambiado, añade Mamen Bueno:
«Los adolescentes se han visto en tesituras muy difíciles, como tener que elegir con qué amigos podían quedar y cuáles se quedaban fuera por las restricciones de reuniones. Y eso supone tomar decisiones muy difíciles para las que a lo mejor no estaban preparados evolutivamente», explica la psicóloga de CSC.
También se han perdido lo que Mamen Bueno llama «rituales de paso», que son simbolismos cargados de significados sociales y que acompañan cada etapa, dotando de una experiencia que sirve a la persona para pasar a la siguiente fase. Se refiere, por ejemplo, a los viajes de fin de curso. «Más que celebraciones, son ritos de paso para abrazar nuevas necesidades y decir adiós a la infancia anterior».
Una última reflexión sobre las futuras generaciones
Cada familia, cada persona debería reflexionar sobre cómo ha cambiado su vida con la pandemia y qué lecciones nos ha enseñado. Es algo que puede ayudarnos a conocernos y, sobre todo, a tener empatía con nuestros hijos e interesarnos en cómo lo han vivido ellos, sin necesidad de que les apliquemos la etiqueta de cuarentenials, pandemials o coronials.
Mi hija mediana, de seis años, lo apuesta todo a «cuando acabe el coronavirus». Para esa fecha tiene listos para soltar millones de sueños retenidos por una situación que nos ha superado en muchas ocasiones. Para mí lo más positivo ha sido todo el tiempo que he podido pasar con ellas en casa. Lo peor, los que se han marchado y no pudimos darles el adiós que merecían. Y eso también nos marcará como adultos.
«Yo, y esto es opinión personal, quiero ser optimista y pensar que nuestros peques tienen una capacidad de adaptación infinitamente mayor que la nuestra y no sufrirán consecuencias a largo plazo siempre que se les garanticen los recursos necesarios, el acompañamiento adecuado y el amor suficiente como para minimizar los posibles estragos que la pandemia haya podido ocasionar», reflexiona por último Elena Mesonero.
Y, ante cualquier duda, como también ella recomienda, consultar a los profesionales. Profesionales como los que tenéis en la Tribu de CSC y con los que podéis contactar para aclarar cualquier duda sobre crianza respetuosa.
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