Este post se publicó originalmente el 17/11/2021 y ha sido actualizado en fecha 17/11/2024
La inmadurez de los bebés prematuros puede comprometer su desarrollo cognitivo. Este se refiere al proceso de aprendizaje relacionado con la memoria, el lenguaje, el pensamiento y el razonamiento. Con motivo del Día Mundial del Niño Prematuro, que se celebra hoy 17 de noviembre, vamos a explicar cuáles son los retos cognitivos de estos bebés y cómo se les puede ayudar, en caso de que sea posible, a conquistar los hitos del desarrollo.
El estrés del nacimiento y los primeros días puede tener consecuencias para el bebé prematuro
Se considera prematuro al bebé que nace vivo antes de las 37 semanas. Dependiendo de su edad gestacional, puede ser prematuro moderado a tardío (si nace entre la semana 32 y 37); muy prematuro (28 a 32 semanas); o prematuro extremo, si nace con menos de 28 semanas (y que son los que más riesgo tienen de no sobrevivir o de tener secuelas más importantes).
Muchos de esos niños tendrán que quedarse hospitalizados durante un periodo que dependerá de su estado. Y eso, puede tener consecuencias para ellos. Por supuesto, la estancia en las unidades de neonatología les dará la oportunidad de completar su desarrollo, pero también les puede pasar factura. Lo explica Jéssica Romero, terapeuta ocupacional pediátrica del equipo de Criar Con Sentido Común:
«Los bebés prematuros pueden presentar dificultades de autorregulación en mayor medida que los peques nacidos a término. Además de la inmadurez de su sistema nervioso central, este ha tenido que terminar de desarrollarse en un entorno que no es el más adecuado, eso, junto a la separación de sus padres y a que ha sido sometido a múltiples procedimientos médicos, provoca estrés en el recién nacido«.
Según explica nuestra experta, la literatura científica describe que:
«Los altos niveles de cortisol y otros neuroquímicos producidos por esta situación de estrés dejan una huella en el sistema nervioso central del menor». Y eso condiciona el comportamiento futuro de estos niños: «pueden ser niños más inquietos, más irritables, más inhibidos».
Cuidado profesional desde el primer día para promover el desarrollo cognitivo
Precisamente por esas consecuencias, los bebés prematuros también reciben cuidados que se orientan a intentar amortiguar el impacto de su entrada en el mundo. A nivel neurológico, según explica nuestra experta, los profesionales de la UCI pediátrica y neonatología aplican todas las precauciones a la hora de medicar a los bebés, o cuando se les aplica oxígeno (más presión de la necesaria puede provocar alteraciones como la retinopatía del prematuro).
Además, se buscará un «entorno tranquilo» con poco ruido, con luces reducidas y las manipulaciones se irán agrupando para interrumpir lo menos posible los periodos de sueño y promover así «que el sistema nervioso central que está en desarrollo sufra lo menos posible». Todo ello en paralelo a los cuidados del control postural y motor o en la alimentación.
«Los bebés prematuros de menos de 34 semanas no tienen el reflejo de succión bien desarrollado, por lo que se les proporciona alimento de manera artificial«, explica Jéssica Romero.
Durante la estancia en el hospital y para promover el desarrollo cognitivo de los bebés, se recomienda el método canguro. Este consiste simplemente en colocar el bebé en el pecho de su madre. Está comprobado que eso acelera su mejoría, recuperación y crecimiento; además de estimular la ganancia de peso y la succión del pecho, haciendo posible la lactancia materna en muchos casos.. De hecho, una vez en casa, el porteo de un bebé prematuro también tiene múltiples beneficios.
El desarrollo cognitivo de los bebés prematuros puede verse comprometido
Al igual que se plantean retos de autorregulación, el desarrollo cognitivo del recién nacido prematuro también puede verse salpicado por la situación. Según Jéssica Romero, generalmente se ven afectadas las funciones ejecutivas del niño, «que son las encargadas de mantener la atención, regular la conducta, controlar la impulsividad, adaptar el comportamiento a los cambios ambientales y demandas del entorno».
Si estas funciones se ven «alteradas, es muy probable que el menor presente dificultades de aprendizaje y posiblemente de conducta«. Por eso, en algunas ocasiones esto se puede relacionar con un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Pero el gran obstáculo es que, a diferencia de los retrasos motores (movimientos sin coordinación, falta de arrastre o gateo, etc.) que son más evidentes, estos problemas del desarrollo cognitivo no se aprecian de manera precoz en los bebés prematuros.
«A veces estas dificultades no se ven hasta que el niño tiene dos años y medio o más, y vemos que no juegan como otros, que son más inquietos y también empiezan a aflorar retrasos del lenguaje«.
Por desgracia, en algunos niños esto se detecta en el paso de Infantil a Primaria, cuando no alcanza el nivel adecuado en lecto-escritura, conteo matemático o razonamiento lógico.
Dificultades a nivel sensorial de los bebés prematuros
Al margen de estos retos en el desarrollo cognitivo, también pueden observarse dificultades a nivel de procesamiento sensorial en los bebés prematuros. Según Jéssica Romero, «en muchas ocasiones relacionadas con la irritabilidad y dificultades» que hemos explicado en los anteriores apartados.
«Son pequeños a veces muy sensibles, a los que les molestan ruidos, manipular texturas que les manchen las manos, a veces no toleran bien el corte de pelo o uñas, etc», indica nuestra experta en terapia ocupacional pediátrica.
Por último, la alimentación también puede verse «comprometida». Pueden presentar dificultades para tolerar los sólidos o determinadas texturas. Si, tras los seis meses de lactancia exclusiva, se opta por el Baby Led Weaning hay que tener en cuenta varios factores, como te explicamos en este post sobre BLW en prematuros.
En general, hay que tener en cuenta que los bebés prematuros deberían empezar la alimentación complementaria a los seis meses de edad corregida o hasta que muestren signos de estar preparados para ello. Hasta ese momento, su mejor alimento será siempre la leche materna o de fórmula.
¿Qué podemos hacer en casa para promover el desarrollo cognitivo de los bebés prematuros?
Como apoyo al desarrollo cognitivo (y psicomotor), muchos niños prematuros necesitan acudir a atención temprana o a otros centros especializados para ser tratados por logopedas, terapeutas ocupacionales o psicólogos, dependiendo de los déficit que presenten. Pero, ¿qué se puede hacer en casa para estimular el desarrollo cognitivo?
La recomendación de la terapeuta Jéssica Romero es una correcta organización del entorno y promover «una estimulación rica, sin sobreestimular y organizando óptimamente las zonas de juego».
Es mejor evitar una gran cantidad de estímulos. «Si tenemos varios juguetes, mejor de uno en uno, y el resto recogidos para ayudarle a concentrarse en un solo juguete». Su zona de juego debe ser tranquila y sin «mucho ruido» ni distracciones como la televisión. La estimulación, por último, ha de responder a las características de cada peque. «Si es muy nervioso, por ejemplo; intentar buscar herramientas para que se calme y se vaya organizando poco a poco», concluye Jéssica Romero.
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