Investigadores australianos diseñan herramientas para detectar el autismo de manera temprana

Investigadores de la Universidad La Trobe (Victoria, Australia) han desarrollado un método que permite la detección precoz del autismo en niños y niñas de apenas 12 meses. Es un método que se utiliza ya en 11 países y cuya fiabilidad puede llegar al 96%.

Jéssica Romero, nuestra terapeuta ocupacional pediátrica, a la que podéis consultar online a través de la Tribu CSC, explica qué son los trastornos del espectro autista (TEA):

«El trastorno del espectro autista es un trastorno del neurodesarrollo que se detecta en la infancia y afecta al desarrollo de la comunicación e interacción social y la conducta. Los pequeños con TEA suelen mostrar patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos«.

El diagnóstico solo es observacional. Es decir, los médicos observan el comportamiento del menor y su desarrollo. Por eso, es muy importante su detección precoz. 

Herramientas para la detección precoz del autismo

Las herramientas desarrolladas por la Universidad de La Trobe son:

• SACS-R (en español Estudio de Atención y Vigilancia Social Revisado). Destinada a bebés de entre 11 y 30 meses.
• SCAS-Preschool (Estudio de Atención y Vigilancia Social Revisado en edad preescolar). Para niños de 3’5 a 5 años.

Han sido desarrolladas por un grupo de investigadores liderados por Josephine Barbaro, profesora asociada del Centro de Investigación del Autismo Olga Tennison (OTARC) de la Universidad de la Trobe. Una profesional con más de 15 años en la investigación de la detección precoz del autismo.

Ambas herramientas están destinadas a profesionales de la salud y de la educación, para que estos puedan detectar de manera precoz el autismo. El SACS se basa en la observación, requiere la capacitación de profesionales de la salud y la educación infantil. Y funciona mejor cuando se implementa en un entorno que monitorea de forma rutinaria el desarrollo infantil. Por ejemplo, centros de salud o de atención temprana.

Precisión diagnóstica del autismo muy alta

Para evaluar estas herramientas se realizó un estudio publicado en Jama Network en el que se incluyó a 13.411 niños de entre 11 y 42 meses. Se recogieron datos de abril de 2020 a noviembre de 2021.

Se capacitó a enfermeras del área materno-infantil para el uso del SACS-R y del SACS-PR, de modo que pudieran aplicarlo durante los controles de niños y niñas de entre 11 y 30 meses, y en el seguimiento a los 42 meses. Y los resultados indican que estas herramientas obtuvieron una precisión diagnóstica muy alta para la detección temprana del autismo. 

En concreto, el método consiguió una precisión diagnóstica del 83% entre los 12 y los 24 meses. Ese porcentaje subió hasta el 96% a los tres años y medio. 

Los investigadores estiman que estas herramientas son muy útiles en la detección precoz del autismo y que son más precisas que los métodos utilizados convencionalmente, por lo que creen que podrían usarse de manera universal. Hay 11 países donde ya se están utilizando.

¿Cuándo se suele detectar el TEA?

Tal y como explica Jéssica Romero, existe una «gran variabilidad» tanto en las causas como en la manifestación y evolución de los síntomas. Hay menores que pueden tener problemas para interaccionar con otros, a los que les resulta difícil pedir lo que necesitan o que no tienen lenguaje o no saben usarlo. Otros tienen síntomas más sutiles. Por eso se llama espectro del autismo.

Según el estudio de Jama Network, los menores con TEA pueden ser diagnosticados en el segundo año de vida. Pero no hay un método universal para la detección precoz del autismo. Las herramientas que se utilizan normalmente tienen una precisión baja en muestras comunitarias. Una de las más conocidas en M-CHAT y su precisión es del 6% en población comunitaria.

Pero desde la Universidad de La Trobe creen que el SACS-R+PR «tiene una alta precisión diagnóstica» a la hora de predecir el espectro del autismo. Esta herramienta es capaz de detectar un conjunto de comportamientos que son característicos de los menores en el espectro desde los 11 meses, incluso el uso poco frecuente o inconsistente de:

• Gestos (agitar, señalar objetos o saludar).
• Contacto visual.
• Responder a la llamada de su madre/padre.
• Imitar o copiar las actividades de otros.
• Compartir el interés con los demás.
• Juegos de simulación.

Detección precoz del autismo: La atención en neuropediatría

El objetivo de la herramienta desarrollada para la detección precoz del autismo en Australia es disponer de un método capaz de detectar desde el inicio cualquier alteración. Ya se está usando no solo en territorio australiano, también se ha implementado en países como Japón o China.

Además, tal y como resalta Jéssica Romero, «un único signo o comportamiento no indicaría por sí solo que un peque tenga TEA». Es necesaria la presencia de varios síntomas o comportamientos y es «fundamental» que el diagnóstico se complemente con estudios de Neuropediatría (pruebas genéticas, de neuroimagen, analíticas, etc.).

Nuestra experta asegura que la intervención en estos casos es fomentar el interés por comunicarse del peque y estimularle de manera temprana. También es clave la familia, que ha de ser «el eje de la intervención», y una buena coordinación con el centro escolar y otros lugares donde pase tiempo el niño o la niña para que dicho objetivo se cumpla.