9 de septiembre: Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques

Este post se publicó originalmente el 09/09/2021 y ha sido actualizado en fecha 18/09/2024

La Agencia Europea para el Refugiado, más conocida como ACNUR, y la Unesco conmemoran este 9 de septiembre el Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques. El objetivo es hacer visible una realidad dramática: miles de escuelas e institutos de infinidad de países en el mundo tienen que cerrar por culpa de ataques.

Y esto significa dinamitar un derecho universal de los niños, el acceso a la educación (artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).

Niños y niñas, víctimas olvidadas de los conflictos internacionales

ACNUR ofrece un dato: solo en la región africana del Sahel, la violencia ha obligado a cerrar 2.500 escuelas, dejando fuera del circuito de la educación a 350.000 estudiantes. Pero es una realidad que se da en otros países como Filipinas, Siria, Yemen o Colombia.

Es una situación que persiste pero que apenas se ve reflejada en las noticias diarias, excepto cuando se produce algún ataque muy llamativo o el secuestro de cientos de alumnos en países como Nigeria. Allí, según Amnistía Internacional, 600 escuelas han cerrado por miedo a estos secuestros.

Ahora que la situación de Afganistán nos acompaña a diario en los grandes medios de comunicación. habría que preguntarse qué ocurrirá con los niños que pasan a ser refugiados (solo este año 570.000 personas se han visto desplazadas). Y con los que se van a quedar en su país, ahora controlado por los talibanes.

Antes de esta crisis, la situación de la educación en Afganistán ya era preocupante. Según datos de la ONU, alrededor de 3,7 millones de niños no asistían a clase (casi la mitad de los niños en edad escolar) y de ellos, el 75% eran niñas. Entre 2017 y 2018 los ataques a escuelas se multiplicaron por tres.

«El aumento de la inseguridad, las altas tasas de pobreza y la persistente discriminación contra las niñas sin escolarizar llevaron a que la tasa de niños sin escolarizar aumentaran por primera vez desde 2002″, según un informe de Unicef en 2019.

Violencia sexual y niños soldados

El Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques es una forma de visualizar los peligros a los que miles de niños se ven expuestos a diario. ACNUR cita a la Coalición Global para Proteger la Educación (GCPEA, por sus siglas en inglés) que estima que la violencia en las escuelas afecta a profesores y personal educativo, pero principalmente a los estudiantes.

A muchos niños se les recluta para que participen en grupos armados o criminales. A muchos otros estos ataques le lleva a ser víctimas de violencia sexual. Y las escuelas se utilizan como base de operaciones militares.

Según la GCPEA, en los últimos cinco años se han producido 11.000 ataques a la educación en 93 países del mundo. En ese lustro, 22.000 alumnos, docentes y otros miembros del personal educativo resultaron heridos, asesinados o sufrieron daños por este tipo de violencia.

Y estos ataques se producen en la misma escuela, pero también en los trayectos hacia ella. En Afganistán, por ejemplo, Unicef colaboraba con el gobierno anterior y otros aliados para que los niños tuvieran acceso a la educación en edificios y hogares comunitarios. El objetivo era precisamente «reducir el riesgo a la seguridad que corren los niños camino a la escuela».

Por qué un Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques

La celebración del Día Internacional para la Protección de la Educación de Ataques cada 9 de septiembre se aprobó en 2020. Los miembros de la Asamblea General de la ONU lo apoyaron por unanimidad. «Debemos asegurarnos de que nuestros niños tengan un entorno seguro en el que puedan adquirir los conocimientos y competencias que necesitarán en el futuro«, afirmó entonces el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.

Qatar fue el país que promovió esta resolución y con ella la ONU puso de relieve otra cifra aterradora: 75 millones de niños de entre 3 y 18 años que viven en 35 países afectados por crisis necesitan ayuda urgente. La ONU encomendó a ACNUR y la Unesco la visibilización de este Día Internacional para que quienes vivimos en estados en paz comprendamos que los hijos e hijas de otras personas no tienen las mismas oportunidades que los nuestros.

En la resolución aprobada por unanimidad, la ONU afirma que los gobiernos tienen la «responsabilidad fundamental de proporcionar protección y asegurar una educación de calidad, inclusiva y equitativa a todos los estudiantes, especialmente a los que se encuentran en situaciones vulnerables».

También subraya que hay que incrementar los esfuerzos y la financiación para promover «entornos escolares seguros». Y refleja la necesidad de adoptar medidas para proteger las escuelas, los alumnos y el personal docente de ataques.

España, entre los países firmantes de la Declaración Sobre Escuelas Seguras

Cinco años antes de que la ONU aprobara la creación del Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques, se aprobó en Oslo (Noruega) la Declaración sobre Escuelas Seguras. Se trata de un compromiso político para mejorar la protección de estudiantes, profesores, escuelas y universidades durante los conflictos armados. La idea es que no se interrumpa la educación durante los conflictos y que las escuelas no se usen militarmente.

España es uno de los países adheridos a esta Declaración y, por tanto, se ha comprometido a:

• Proporcionar asistencia a víctimas de ataques.
• Investigar alegaciones de violaciones de la legislación nacional e internacional y procesar a los perpetradores cuando se considere necesario.
• Buscar y promover acciones para que la educación prosiga de forma segura durante conflictos armados.

Lo cierto es que nuestro país ya ha dado otros pasos en la protección de los derechos de los niños, como la nueva ley de la infancia, con protocolos específicos para, por ejemplo, detectar y subsanar casos de acoso escolar.

 

 

La realidad educativa de los refugiados

Al margen de la situación en los países en conflicto, queda otro fleco que también necesita reflexión. ¿Qué ocurre con los niños que tienen que huir con sus familias y convertirse en refugiados? Según los datos de ACNUR, más de la mitad de los refugiados y desplazados en el mundo son niños. Y el 48% de ellos no asiste a la escuela. Su educación se ha visto interrumpida por la guerra y el desplazamiento.

En algunos campos de refugiados existen aulas y este organismo internacional se encarga de formar a profesores para que esos niños no se descuelguen de la alfabetización. Pero se necesitan fondos para los materiales y para que puedan acceder a la educación a la que tienen derecho.

Y también es necesario que los países que los acogen no obstaculicen su asistencia a clase. De hecho, las oportunidades para ellos descienden a medida que crecen, solo el 31% de los adolescentes refugiados acuden al instituto. Apenas el 3% llega a la enseñanza superior.

 

 

Hoy es el Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques. Ignorar estos datos sobre los menores que ven negado su derecho a una educación por conflictos que nada tienen que ver con ellos es, de algún modo, contribuir a esa desprotección. Al menos que las cifras no nos dejen indiferentes.

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