Día Europeo de la Salud Sexual: Educación sexual para preservar la salud de nuestros hijos

El 14 de febrero es conocido en gran parte del planeta como el día de los enamorados o San Valentín. En Europa, además, se conmemora el Día Europeo de la Salud Sexual. Curiosa coincidencia ya que amor y sexo, a menudo, que no siempre, van de la mano.

Desde el año 2003, se celebra este día promovido por la Alianza Europea para la salud sexual que se encarga de concienciar y sensibilizar a la población para promover hábitos sexuales saludables.

Entendemos por salud sexual el estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad. No se trata solo de la ausencia de enfermedad, también engloba el respeto a los derechos sexuales de todas las personas para que puedan vivir su sexualidad en plenitud.

Y para tener hábitos sexuales saludables y disfrutar de una sexualidad plena es fundamental, como siempre, la información. De ahí la importancia de la educación sexual.

Qué es la educación sexual

La educación sexual es una herramienta necesaria para fomentar el conocimiento de nuestra propia sexualidad, el respeto a la diversidad sexual y los hábitos saludables con respecto al sexo y la sexualidad de las personas.

Hay quien tiene tendencia a asociar sexualidad con relaciones sexuales y, en consecuencia, piensa que la educación sexual se reduce a hablar de métodos anticonceptivos de barrera para evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Si nos quedamos con una visión tan reducida de lo que implica la educación sexual es lógico que haya quien piense que no es necesario iniciarla hasta la adolescencia.

Sin embargo, como ya hemos visto en otros posts y en la Tribu CSC, la sexualidad acompaña al ser humano desde el primer momento de su vida y engloba conceptos mucho más amplios que las relaciones sexuales.

Por eso es importante iniciar la educación sexual en Primaria e incluso en la etapa de Educación Infantil. Porque hay muchos aspectos de la sexualidad como la identidad de género o la expresión de género asociada a los estereotipos que están presentes desde la infancia.

Y al llegar a la pubertad, en torno al final de la etapa de Primaria y el comienzo de la etapa de Educación Secundaria, se hace imprescindible abordar la educación sexual desde el punto de vista de la salud a la hora de mantener relaciones sexuales.

Educación sexual en la adolescencia

Según los resultados del estudio HBSC 2018 en España sobre conducta sexual, que abarca edades comprendidas entre los 11 y los 18 años, el 8 % de las chicas y el 12,4 % de los chicos mantienen relaciones sexuales coitales antes de los 14 años.

Esperar a los 15 años o incluso más, para hablarles de educación sexual es llegar demasiado tarde en muchos casos. Con la pubertad aparece la atracción por otras personas con connotaciones de deseo sexual. La vida avanza y las hormonas dan el pistoletazo de salida hacia la vida adulta. Una buena educación sexual no tiene por qué adelantar la edad de inicio de las relaciones sexuales, pero la ausencia de esta educación puede tener graves e importantes consecuencias para la salud y la vida de nuestros/as adolescentes.

A estas edades es imprescindible ya hablar abiertamente de enfermedades de transmisión sexual, de métodos anticonceptivos y de reproducción. La necesidad de información existe y si no se les proporciona de forma fiable en la escuela o en el ámbito familiar la buscarán por cualquier otro medio. Podemos tender a pensar que hoy en día tienen mucha información y que ya lo saben todo, pero os sorprendería la cantidad de preguntas inverosímiles y de ideas peligrosamente incorrectas que plantean en clase cuando se abordan estos temas.

No solo es necesario hablarles de qué métodos anticonceptivos funcionan para prevenir un embarazo no deseado y cuáles les protegen eficazmente de las ETS, también es fundamental una educación socio-afectiva que les permita detectar conductas de control inadmisibles dentro de una relación de pareja que pueden ser el comienzo del maltrato. Y es necesario fomentar el autorrespeto y la autoestima para evitar que realicen prácticas sexuales sin que exista un deseo real, simplemente por encajar en las imposiciones del grupo de iguales.

La mayoría de adolescentes tienen acceso a internet casi ilimitado, lo cual, unido a una escasa o nula educación sexual suele dar como resultado que acceden a la pornografía a edades cada vez más tempranas; normalizando así, prácticas sexuales que en algunos casos incluso promueven la cultura de la violación.

También se hace imprescindible abordar y dar visibilidad a la diversidad sexual para poder atender en condiciones de igualdad a todo el alumnado sea cual sea su orientación sexual o su identidad de género.

En España, además, la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva nos indica que se garantizará y se promoverá la información y la educación afectivo sexual y reproductiva en los contenidos formales del sistema educativo.

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