No te preocupes por el mundo que le dejas a tus hijos, preocúpate por los hijos que le dejas a este mundo

Antes de intentar alcanzar grandes metas, convendría quizás empezar por otras más realistas y alcanzables: nuestros hijos

La crianza es un largo camino en el que es clave educar a nuestros hijos e hijas en valores para que estén preparados el día que decidan volar solos. 

¿Qué significa educar con valores?

La contaminación, la sequía, la subida de las temperaturas, el cambio climático, o las guerras no son más que algunos ejemplos de la situación actual en la que se encuentra el mundo. Y es habitual escuchar a muchas personas pedir que trabajemos por cambiar el mundo para dejar a nuestros hijos e hijas un lugar mejor. Pero, ¿cómo? ¿De verdad podemos hacerlo?

Aunque parezca que no, sí. Con pequeños gestos de todos, podríamos lograr un gran cambio. Pero antes de intentar alcanzar grandes metas, convendría quizás empezar por otras más realistas y alcanzables: nuestros hijos. De hecho, puede que hayas escuchado el mensaje “Si no puedes cambiar el mundo, al menos cambia tú, para que tu familia y tus hijos sean parte de ese cambio”.

 

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Y una vez conseguida la primera meta, prioriza a tus peques ya que no tendrás mucho tiempo para hacerlo: 12, 13 o 14 años quizás. Entonces querrán volar por sí mismos a descubrir el mundo solos, cayendo y con ganas de volver a intentarlo. Y muchas de las decisiones que tomen dependerán en gran medida de lo que hayan aprendido en casa gracias a sus progenitores o adultos de referencia.

Tal y como explica el enfermero de Pediatría y CEO de CSCArmando Bastida, lo que debe quedar a partir de esa edad es la confianza“Será entonces cuando deba encontrar su lugar en el grupo y empezar a tomar decisiones importantes. Tendrán que elegir qué estudiar, si lo pasa mejor con un refresco o con una cerveza con alcohol o si acepta el cigarro que le ofrecen o prefiere decir no al tabaco“.

El largo (y duro) camino de la crianza

Y la respuesta a todas esas decisiones empieza a forjarse en casa cuando aún son pequeños. Cuando los preparamos para “enfrentarse” al mundo, validando todas sus emociones, enseñándoles a tomar sus propias decisiones y siendo autónomos. Según Armando Bastida:

“De lo que hagáis hoy, de cómo actuéis mañana, de cuál sea vuestra manera de ser, actuar y educar cada día, semana, mes y año, dependerá en gran parte cómo será vuestro hijo cuando lleguen todos esos momentos. Y habrá muchas cosas de las que los padres y madres no se enteren nunca o tarde. Por eso lo que queda al final es la confianza.

Ya no tendréis el control y eso da mucho miedo. Deberá quedar la confianza en que el día que vuestro peque eche a volar seré capaz descubrir con responsabilidad las capacidades, las limitaciones y las posibilidades, y de escoger bien el camino, aunque a menudo se equivoquen”.

 

No te preocupes por el mundo que le dejas a tus hijos, preocúpate por los hijos que le dejas a este mundo

 

Lógicamente, el camino no es fácil. Habrá días en los que nos saquen de nuestras casillas, nos enfademos y tengamos ganas de gritar. Pero incluso así, les estaremos enseñando que nosotros también sentimos ira, enfado, rabia, deseo de venganza. Y aprenderán que hay otras formas de canalizar toda esa rabia en lugar de hacerlo con gritos.

Porque la crianza es un trabajo a tiempo completo y de largo recorrido. Preocupaciones, noches sin dormir, interminables preguntas sobre cómo hacerlo mejor… Y en todo ese proceso les enseñamos a vivir, a sentir, a ser. Especialmente cuando llegue el momento de volar por sí solos con confianza, autoestima y seguridad en sí mismos. Porque quizás no podemos cambiar el mundo, pero sí podemos ayudar y preparar a nuestros hijos e hijas a vivir en él.

¿Qué significa educar con valores? ¿Cómo podemos educar con valores? ¿Cuál es el objetivo principal de los valores? ¿Qué son los valores de la educación? Si desconoces la importancia de educar en valores, o quieres ejemplos de educación en valores en la escuela, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentran la psicóloga infantil y logopeda Elena Mesonero o el enfermero de Pediatría y CEO de CSC, Armando Bastida.

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