7 Recomendaciones para enseñar a nuestros hijos a ser agradecidos

La gratitud es un importante valor de vida que se puede inculcar desde la primera infancia

«Es de bien nacido ser agradecido», dice el refrán, pero ¿cómo enseñar a mi hijo a ser agradecido? ¿Cómo se enseña la gratitud? El 11 de enero se celebra el Día Internacional del Agradecimiento y aprovechamos la ocasión para proponeros actividades para trabajar la gratitud con los niños.

La gratitud, un valor de vida fundamental

¿Cómo enseñar a decir gracias a los niños? Cómo enseñar a dar las gracias es una pregunta frecuentemente consultada por los progenitores en Internet, pero enseñar a los peques a ser agradecidos va más allá de acostumbrarles a responder con un «gracias».

«Infundirles un sentido de gratitud [a los niños y niñas] es algo completamente diferente. La gratitud va más allá de los buenos modales: es una mentalidad, un rasgo y un estilo de vida«, señalan los psicólogos.

 

¿Cómo enseñar a mi hijo a ser agradecido?

 

La gratitud es un valor necesario para ser capaz de reconocer lo que los demás hacen por nosotros. Ser agradecido es una característica personal importante con otras ramificaciones, como la tendencia hacia la generosidad y la bondad, ya que una niña o un niño agradecido es menos egoísta.

La importancia de ser agradecido y sus beneficios emocionales

Según los psicólogos, inculcar a los niños y niñas el valor del agradecimiento tiene muchas ventajas y beneficios de las que disfrutarán durante toda su vida:

  • Predispone a las emociones positivas.
  • Reduce el riesgo de depresión.
  • Aumenta la satisfacción de las relaciones personales.
  • Incrementa la capacidad de recuperación frente a eventos estresantes de la vida.

De hecho, según Robert Emmons, un destacado experto académico en gratitud, desarrollar una actitud agradecida frente a la vida nos ayuda a mejorar nuestro nivel de satisfacción vital general.

 

¿Cómo enseñar a mi hijo a ser agradecido?

 

Es decir, convertir la gratitud en un hábito, puede generar una vida más llena de alegría y conexión con los demás. Por lo tanto, es importante concienciar a las niñas y los niños de que practicar la gratitud es un gran regalo para ellos y para las personas de su alrededor.

Eso sí, es importante transmitir a los niños y niñas la necesidad de encontrar un equilibrio entre el bienestar de los demás y el propio para que nuestros hijos no se esfuercen por agradar o complacer a los demás por encima de sus propios deseos o necesidades.

¿Cómo enseñar a mi hijo a ser agradecido?

¿Cómo fomentar el valor de la gratitud? Los consejos de los psicólogos para enseñar a los niños a ser agradecidos pueden resumirse en 7 recomendaciones:

1. Perseverancia y paciencia

Enseñar a las niñas y niños pequeños a ser agradecidos es una tarea a fuego lento. Podemos empezar a transmitirles la virtud de la gratitud desde la primera infancia, pero debemos tener paciencia para acompañarles en su desarrollo madurativo porque, además de ser un rasgo de personalidad que puede estar más o menos marcado en función de la persona, también es un hábito y una actitud que puede no integrarse a las primeras de cambio y debemos procurar transmitir como cualquier otra enseñanza de vida.

 

¿Cómo enseñar a mi hijo a ser agradecido?

 

2. Dar ejemplo

Los progenitores y otras personas adultas de referencia (abuelos, hermanos, docentes, etc.) son el primer modelo de conducta para los niños y niñas. Si los peques desde pequeños ven a sus progenitores comportarse de manera generosa y disfrutar y valorar las cosas buenas que les ocurren, por pequeñas que sean, querrán seguir el ejemplo de sus padres. Si, por el contrario, ven que sus progenitores protestan constantemente por todo, son negativos, groseros, egoístas, ariscos y nunca están satisfechos con nada, será muy difícil que entiendan qué significa ser e integren el sentirse agradecidos.

3. Fomentar la empatía en los peques

Las niñas y niños más pequeños lloran cuando sus deseos no son satisfechos al instante. Ser egoístas y egocéntricos forma parte de su naturaleza y obedece a su instinto de supervivencia ya que dependen de los demás para subsistir.

Después, poco a poco, a medida que van creciendo, van abriéndose a lo que sucede a su alrededor, y no solo dentro de ellos, y estableciendo relaciones interpersonales más significativas. Entienden entonces que el mundo es más grande y no se reduce a ellos mismos ni a su entorno más inmediato. Se trata de una cuestión biológica y madurativa, pero nosotros también podemos ayudarles en su aprendizaje.

 

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Con paciencia, y sin esperar que lo integren a la primera, podemos ayudarles a que vean que todos tenemos deseos y necesidades, y que en ocasiones estos pueden ser contrarios o poco compatibles con los de los demás.

También que no siempre podremos satisfacerlos y que esto puede generar mucha frustración y desplazar nuestra atención de lo que sí tenemos y tenemos que saber valorar y no hacer un mundo de lo que nos falta.

4. Enseñarles a compartir

Compartir implica aprender a ser considerado con los demás, cultivar la empatía y desarrollar la generosidad. Pero cuidado, porque es contraproducente obligar a los niños a compartir. Incluso, en ocasiones, tendemos a «mal-enseñarles» lo que es compartir quitándoles de las manos un juguete y dándoselo a otro niño, sin ser conscientes de que lo que les estamos enseñando es a quitar cosas a la fuerza. Hay que enseñarles, con paciencia, explicándoles siempre las cosas, pero sin obligar nunca.

5. Subrayar la importancia de decir «gracias»

Dar las gracias no debe ser una respuesta mecánica que los niños suelten sin pensar cada vez que reciben algo. Evidentemente, para los más pequeños al principio será tan solo una palabra, pero debemos explicarles su verdadero significado para que, poco a poco, vayan aprendiéndolo. Así, además de integrar la costumbre de decir gracias, poco a poco, irán interiorizando el plantearse por qué realmente se sienten agradecidos.

 

¿Cómo enseñar a mi hijo a ser agradecido?

 

6. Agradecer a los niños cuando hagan algo bueno

Cuando los niños hagan algo bueno hay que darles las gracias también a ellos. Mostrarles gratitud es la mejor forma de darles ejemplo para que ellos se muestren gratos hacia los demás. Así, los niños descubrirán que ellos también importan y que hay cosas muy sencillas que agradan a los demás y que los hacen felices a cambio de muy poco, tan solo un gesto. Esto, a la vez, fomentará en ellos la curiosidad de descubrir cuáles son esas cosas en los demás. Es decir, les enseñará a ser empáticos.

7. Hablar sobre las cosas por las que se está agradecido

Hace tiempo os explicamos en un artículo de Criar con Sentido Común un ejercicio muy sencillo que podemos hacer con los peques al final del día para enseñarles a desarrollar el pensamiento positivo y a ser conscientes de su día a día.

Consiste en charlar con ellos para ayudarles a destacar aquellas cosas buenas que nos han pasado, los logros que hemos obtenido, las alegrías que hemos tenido, etc. Los ejercicios de refuerzo positivo en niños son fantásticos para valorar las cosas buenas que nos suceden a diario y fomentar las emociones positivas.

Eso sí, es importante que cuando los peques expresen, animados por nosotros, por qué se sienten agradecidos, no les juzguemos ni critiquemos porque consideremos que no valoren algo. La gratitud es un proceso de aprendizaje y, además, cada persona puede valorar en grados diferentes distintas cosas. Asimismo, la escucha activa nos sirve de mucho para conocer mejor a nuestros/as hijos/as y saber qué aspectos de su forma de ser hay que reforzar o trabajar con ellos para «limar».

 

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También es importante que la conversación sea un diálogo y que las personas adultas también participen y compartan, explicándole a los niños las cosas por las que ellas se sienten agradecidas. De esta forma, estos también pueden escuchar y aprender de los demás, ampliar su visión del mundo y entablar un diálogo.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional para conocer actividades para niños asociadas a la gratitud o actividades para trabajar la gratitud en primaria, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la docente, logopeda y psicóloga infantil Elena Mesonero.

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