Cada 20 de marzo se celebra en el mundo del Día Mundial de la Salud Bucodental. Es una jornada para concienciar sobre la importancia de tener dientes saludables desde pequeños. El cuidado dental debe iniciarse…
El 7 de mayo es el Día Mundial de la Espondilitis Anquilosante, un tipo de artritis crónica que afecta a los adolescentes en la columna vertebral y los lugares en los que los músculos, tendones y ligamentos se adhieren al hueso.
¿Qué es la espondilitis anquilosante juvenil?
La espondilitis anquilosante juvenil (EAJ) es un tipo de artritis que afecta a los niños en la columna vertebral y en lugares en los que los músculos, tendones y ligamentos se adhieren al hueso. Suele aparecer entre los 17 y los 35 años y afecta en mayor proporción a niños que a niñas y mujeres.
Es una afección crónica, aunque en algunas personas existen períodos de tiempo en los que la enfermedad está inactiva o es leve (en remisión). Otros afectados, en cambio, presentan síntomas continuamente.
¿Qué causa la espondilitis anquilosante juvenil?
Se desconoce la causa exacta de la espondilitis anquilosante juvenil, aunque suele ser hereditaria. El marcador genético llamado HLA-B27 se encuentra en casi todos los caucásicos y en la mitad de las personas afroamericanas que tienen la enfermedad, pero sólo una pequeña cantidad de personas que tiene el marcador desarrolla la enfermedad.
Por esta razón, los investigadores no saben con seguridad si el marcador genético aumenta el riesgo de la enfermedad. No obstante, parece claro que un menor puede tener mayor riesgo de tener EAJ si tiene:
- Antecedentes familiares con EAJ.
- El marcador genético HLA-B27.
- Es de sexo masculino.
¿Cómo saber si mi hijo tiene espondilitis anquilosante?
Dado que los síntomas de la espondilitis anquilosante juvenil pueden confundirse con otros problemas de salud, es necesario consultar con el pediatra o el especialista para recibir un diagnóstico. Si necesitas asesoramiento o tiene dudas al respecto, en la Tribu CSC puedes consultar online gratis a nuestro equipo de expertas durante todo un mes.
Síntomas de la espondilitis anquilosante juvenil
Los síntomas pueden ser levemente distintos en cada paciente y aparecer y desaparecer con el tiempo. Es importante estar alerta y aprender a diferenciarlos para consultar cuanto antes con el pediatra si el pequeño presenta:
- Dolor y rigidez en la espalda, las articulaciones, los glúteos, los muslos, los talones y los hombros.
- Rigidez matinal que mejora con la actividad.
- Problemas para pararse derecho.
- Problemas para respirar profundo.
- Pérdida de apetito.
- Pérdida de peso.
- Cansancio.
- Fiebre.
- Dolor en los ojos, enrojecimiento y sensibilidad a la luz.
Diagnóstico de espondilitis anquilosante juvenil
Como los síntomas son similares a los de otras enfermedades, la EAJ puede ser difícil de diagnosticar. Los médicos prestarán atención tanto a los síntomas como a los antecedentes de salud del niño y su familia. Asimismo, realizará un examen físico y es probable que le haga pruebas médicas, como:
- Radiografías. Las radiografías muestran cambios en la columna vertebral y las articulaciones (aunque es posible que los cambios no sean visibles en la etapa inicial).
- Otras pruebas de diagnóstico por imágenes. Por ejemplo, una IRM (esta prueba usa grandes imanes y una computadora para generar imágenes de los tejidos del cuerpo).
- Análisis de sangre. Aunque no existen análisis específicos para diagnosticar la EAJ, es posible que le indiquen análisis de sangre tales como:
- Velocidad de sedimentación globular (VSG). Este análisis se realiza para ver si hay inflamación en el cuerpo. Un niño con EAJ tiene un nivel alto de VSG.
- Detección del antígeno HLA-B27 (se trata de un análisis de sangre para detectar ciertas enfermedades autoinmunes. Si este antígeno está presente, es posible que haya algún tipo de enfermedad autoinmune).
Dado que diagnosticar la EAJ puede ser complicado, el pediatra puede derivar al paciente a un reumatólogo infantil, ya que es el médico especialista en enfermedades de las articulaciones.
Tratamiento de la espondilitis anquilosante juvenil
El tratamiento puede combinar medicamentos, ejercicios y fisioterapia. En cualquier caso, dependerá de los síntomas, la edad y el estado de salud del niño/a. Puede incluir:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para reducir el dolor y la inflamación.
- Uso a corto plazo de corticosteroides para reducir la inflamación.
- Fármacos antirreumáticos modificadores del curso de la enfermedad (FARME), como metotrexato, para disminuir la inflamación en el cuerpo.
- Medicamentos biológicos, como infliximab o etanercept, para disminuir la inflamación en el cuerpo.
- Actividad física regular, incluidos ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda.
- Fisioterapia.
Los objetivos del tratamiento de la espondilitis anquilosante juvenil son reducir el dolor y la rigidez, prevenir las deformidades y ayudar al menor a ser lo más activo posible.
¿Cómo evoluciona la espondilitis anquilosante juvenil?
¿Qué daños causa la espondilitis anquilosante juvenil? Las posibles complicaciones de la espondilitis anquilosante juvenil incluyen:
- Daño en las articulaciones.
- Huesos de la columna y el pecho que se fusionan.
- Curva anormal de la columna hacia adelante (cifosis).
- Problemas para respirar a causa de los cambios en la columna vertebral y el pecho (enfermedad pulmonar restrictiva).
- Fracturas en los huesos de la columna vertebral.
- Problemas en el corazón, los ojos y los riñones.
Esperanza de vida de la espondilitis anquilosante juvenil: Vivir con EAJ
La EAJ es una afección a largo plazo. Puede haber períodos de tiempo en los que la enfermedad está inactiva, y otros en los que presente síntomas leves o graves. En cualquier caso, diagnosticarla y tratarla a tiempo es importante para disminuir o retrasar las complicaciones. Los menores y personas adultas afectadas pueden tener calidad de vida, siendo para ello importante:
- Mantenerse lo más activo posible.
- Equilibrar la actividad y el descanso.
- Evitar el tabaco (fumar se ha asociado a tener más problemas con la EAJ. Así, es importante que el menor no empiece a fumar ni esté rodeado de personas fumadoras).
- Seguir una dieta saludable.
Asimismo, es importante trabajar con el equipo de atención médica del peque para crear un plan adecuado de tratamiento continuo, adaptado a sus necesidades específicas. Por otra parte, si el niño diagnosticado de espondilitis anquilosante juvenil refiere dolor de espalda o en las articulaciones, síntomas en los ojos, problemas para respirar, síntomas nuevos o síntomas que empeoran, es recomendable acudir a su médico cuanto antes.
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