Estreñimiento en el embarazo: Cómo evitarlo y remediarlo

Este post se publicó originalmente el 05/08/2021 y ha sido actualizado en fecha 24/09/2024

Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre fuertes cambios hormonales que afectan en su día a día. Y una de las consecuencias directas de ellos es el estreñimiento en el embarazo. Sin embargo, evitarlo o reducir sus síntomas es posible con unas pautas muy sencillas.

¿Por qué tenemos estreñimiento cuando estamos embarazadas?

Alrededor de un 50% de las mujeres sufren estreñimiento en el embarazo, según un estudio de Obstetrics and Gynecology. Y la principal responsable no es otra que la progesterona. La hormona está más presente que nunca en esta etapa con una función clara: inhibir las contracciones de la musculatura del útero. Sin embargo, su radio de acción se extiende en ocasiones también al aparato digestivo y al intestino, lo que provoca que se reduzcan también las contracciones de la musculatura intestinal.

Además, a medida que el embarazo progresa y el feto crece, ejerce mayor presión sobre los intestinos, dificultando por tanto el paso de los alimentos.

A ello se suma que durante el embarazo, el cuerpo de la mujer necesita más líquidos y absorbe y retiene el que llevan los alimentos. La consecuencia es que las heces (que habitualmente contienen agua) se endurecen, dificultando así el tránsito intestinal.

Por último, hay que tener en cuenta los suplementos de hierro que se suelen tomar en esta etapa, ya que pueden provocar estreñimiento.

¿Qué pasa si una embaraza se estriñe?

La principal consecuencia del estreñimiento es la aparición o empeoramiento de las hemorroides. De hecho, se calcula que un 30% de las mujeres embarazadas sufren hemorroides en esta etapa. Aunque lo normal es que solo causen molestias, en ocasiones pueden llegar a ser muy dolorosas.

El estreñimiento provoca la alteración de la flora bacteriana intestinal, lo que puede aumentar el riesgo de cistitis y vaginitis. Estas infecciones no suelen generar problemas si se detectan y se tratan correctamente, pero siempre es preferible la prevención.

No hay que olvidar la hinchazón y la sensación de pesadez que puede conllevar el estreñimiento en el embarazo, especialmente durante el tercer trimestre. Además, hay que vigilar el estreñimiento mantenido (aunque solo sea unas semanas) ya que puede causar un impacto negativo sobre el suelo pélvico.  

¿Cómo aliviar el estreñimiento en el embarazo?

Aunque la progesterona se mantendrá en niveles muy altos durante el embarazo, afectando al tránsito intestinal, entre otras cosas, se puede aliviar el estreñimiento siguiendo unas recomendaciones sencillas:

Hidratación adecuada

Mantener una buena hidratación favorece el tránsito intestinal. Por ello, es importante hidratarse adecuadamente con agua durante el embarazo, una recomendación que se extiende a cualquier persona, esté o no embarazada. Además de beber agua a lo largo del día, tomar algo caliente nada más levantarte, puede ayudarte a ir al baño con más facilidad.

Alimentación rica en fibra

La alimentación y seguir una dieta adecuada es clave para aliviar el estreñimiento en el embarazo. Por ello, se recomienda seguir una dieta rica en verduras, hortalizas y frutas con piel siempre bien lavadas para evitar el riesgo de listeria.

Por la mañana puede ayudarte tomar en ayunas un kiwi, fresas, albaricoques, una naranja o ciruelas pasas rehidratadas. Los zumos están desaconsejados porque al exprimir la fruta, pierde la fibra, y contienen muchos azúcares, aunque sean naturales. Por ello, siempre hay que consumir las frutas enteras.

Debes elegir alimentos muy ricos en fibra como es el caso de los cereales integrales, el pan y el arroz integral. En la medida de lo posible, hay que evitar el arroz blanco ya que tiene efecto astringente y, si se toman, acompañarlo de verduras o en ensalada.

La leche, los yogures y los derivados lácteos ayudan a mantener la flora intestinal, por lo que serán muy útiles para evitar el estreñimiento. Además, puedes añadir avena o semillas de lino sin cáscara a los yogures. Eso sí, depende de cada mujer ya que la leche en exceso puede generar estreñimiento.

Según la sensibilidad de cada mujer, hay que procurar evitar también los alimentos más propensos a provocar flatulencias como la cebolla, los puerros, la col, la coliflor o la alcachofa. Y recuerda que, al estar embarazada, es mejor realizar varias pequeñas comidas a lo largo del día, además de masticar más los alimentos, lo que te ayudará a hacer mejor la digestión.

Actividad física y deporte para evitar el estreñimiento en el embarazo

Practicar ejercicio es importante a lo largo de toda la vida y durante el embarazo no iba a ser menos. Así, ayudará a tener una buena gestación, un buen parto y una buena recuperación postparto. Atrás quedan las recomendaciones de hacer reposo o solo salir a caminar, que quedan reservadas a casos muy concretos.

De hecho, es importante cuidar la postura y mantenerse activa durante todo el embarazo con ejercicios de cardio y fuerza, que se pueden combinar con yoga o pilates.

Consume menos hierro

Aunque se suele prescribir al principio del embarazo un suplemento de hierro, la realidad es que solo se debe tomar cuando es necesario. Así, el suplemento de hierro está indicado a partir del segundo trimestre si hay anemia al estar la hemoglobina está por debajo de 11.

Medicación pautada por el médico

Cuando todo lo anterior falla, es necesario acudir al médico o la matrona para que analice la situación y valore la posibilidad de recetar laxantes. Al estar embarazadas, es importante que sea siempre bajo prescripción médica y no tomes nada sin receta.

La buena noticia es que el estreñimiento suele desaparecer tras el parto. Así que durante el embarazo, recuerda estar siempre bien hidratada, cuidar tu alimentación y mantenerte activa para facilitar el tránsito intestinal.

Además, evita hacer mucha fuerza cuando vayas al baño y usar un pequeño taburete para mantener las piernas en alto, lo que facilitará el trabajo y contribuirá a evitar la aparición de hemorroides. Es importante también «escuchar la llamada», es decir, no aguantar ya que esto empeora notablemente el estreñimiento. Si además mantienes la exhalación, estarás cuidando tu periné y la zona abdominal de posibles daños como la diástasis.

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