La Navidad es la época más mágica del año para los niños y niñas pequeños, pero para sus progenitores supone una importante fuente de estrés y ansiedad, según varias encuestas. ¿Por qué? Y ¿cómo reducir el estrés en Navidad?
La Navidad nos estresa a 1 de cada 6 progenitores
Según la Encuesta Nacional sobre la Salud Infantil del Hospital Pediátrico C.S. Mott de Michigan, 1 de cada 6 padres y madres afirma padecer estrés durante las fiestas navideñas. Asimismo, 1 de cada 5 considera que su estado de ánimo afecta a sus hijos/as. En este sentido, la psicóloga Mamen Bueno, a quien podéis consultar online en la Tribu CSC nos recuerda que «las discusiones afectan a los más pequeños y pueden ser el desencadenante de rabietas o comportamientos anómalos» que, a su vez, añaden más estrés y tensión.
Y es que muchas personas con niños pequeños a su cargo echan en falta disponer de tiempo a solas durante las fiestas. De hecho, un 71% de los encuestados sostiene que la tranquilidad es fundamental para poder gestionar el estrés, según la consulta realizada por el C.S. Mott.
Asimismo, también 1 de cada 5 considera que sus hijos/as tienen expectativas poco realistas sobre estas fiestas, mientras que 1 de cada 4 valora que, como personas adultas, también idealizan esta época del año. Mamen Bueno aconseja que, aunque «es difícil impermeabilizarse ante según qué cosas», siempre ayuda «hacer un buen ajuste de expectativas, sobre cómo deben ser esas fechas»:
«Aceptar que no todo va a ser como nos gustaría. Y entender que no son reuniones para justificarnos o buscar aprobación. En el mejor de los casos son reuniones sociales que muchas personas viven como un trámite.»
El 50% de las familias sufre estrés por el importante gasto que suponen estas fiestas
Según otra encuesta realizada por GoStudent 5 de cada 10 madres y padres españoles sufre estrés en Navidad por el importante desembolso económico que implican estas fiestas, aunque hay otros factores estresantes como la conciliación laboral durante las vacaciones escolares, la compra de regalos, pasar tiempo con la familia y los compromisos sociales.
El último estudio de Nascia, una compañía española dedicada a tratar el estrés, también coincide en que los aspectos que generan más ansiedad son los gastos económicos y los compromisos sociales.
Las familias españolas no son las únicas. La inflación de precios está siendo un quebradero de cabeza para las familias de todo el mundo. De acuerdo al estudio «Holiday Shopping 2022» de Ipsos (una multinacional de investigación de mercados y consultoría con sede en París, Francia), casi 9 de cada 10 personas están tan estresadas por la inflación, que no piensan que la Navidad sea una época de felicidad, sino de gastos.
Un 70% asegura que las compras navideñas son la principal fuente de ansiedad
Según los datos obtenidos por Nascia, el 70% de los afectados por estrés en Navidad asegura que las compras navideñas son la principal fuente de los sentimientos negativos. Mientras que las celebraciones provocan angustia a un 48% y los mensajes navideños a un 30%.
Por otra parte, para padres y madres los factores desencadenantes del estrés en Navidad son diferentes. En tanto las madres se estresan por la cantidad de tareas que tienen que hacer en estas fechas, a los padres les preocupa que sus hijos/as se pongan enfermos y las críticas familiares sobre los planes de la Navidad. En este sentido, Mamen Bueno señala que
«Aquí toca realizar dos desidealizaciones. Una sobre el mismo concepto de familia como lugar seguro, y otro la Navidad como período de felicidad e ilusión. La familia puede ser tanto un lugar de protección como de sufrimiento. Y las navidades movilizan muchas emociones, y no todas positivas. Es donde las dinámicas familiares más disfuncionales se hacen más patentes en un corto período de tiempo».
Asimismo, la especialista nos recomienda poner en práctica la comunicación asertiva y establecer límites: «Todas las personas merecemos respeto; no hace falta justificar nuestras decisiones continuamente, no necesitamos aprobación, pero sí respeto«. En este sentido, la experta nos recuerda que «si no nos respetan, tenemos derecho a poner límites».
«Las navidades son a veces la excusa para reunirse en un afán de perseguir una idea de familia que no siempre se da. Por perseguir ese ideal esos días se obvian las necesidades reales de las diferentes personas de esa familia. Respetar hace más por el bienestar de la familia que el forzar reuniones en ocasiones contraproducentes«, manifiesta nuestra especialista en esta entrevista en nuestro blog.
Los principales síntomas del estrés
Los principales síntomas del estrés son el insomnio, dolores de cabeza, musculares, problemas estomacales, pensamientos negativos, irritabilidad y sensación de pérdida del control. Igualmente, el estrés puede desembocar en ansiedad y provocar una respiración deficiente, pudiendo llegar a la hiperventilación.
¿Qué es la depresión navideña?
En algunos casos, la Navidad provoca depresión. Y es que, aunque no está establecido como un trastorno, la “depresión blanca” o “blues de Navidad” es un estado de ánimo negativo temporal hacia todo lo que tiene que ver con esta época del año. Los síntomas son insomnio, ansiedad, tristeza, falta de apetito, mal humor…
Las madres sufren más estrés en Navidad que los padres
Más madres que padres consideran la vuelta al trabajo como un alivio después de las fiestas navideñas. El 23% de las mujeres y el 14% de los hombres confiesa que tener niños en edad escolar en el hogar deteriora su salud mental.
La carga mental de las madres en Navidad y la presión de tener que crear recuerdos navideños «perfectos» para los peques
Las mujeres continúan siendo las que más carga soportan y mayor responsabilidad tienen en esta época del año, según la encuesta realizada por Nascia y cuyos datos coinciden con en el estudio Mott Poll de la Universidad de Michigan.
Este último afirma que las madres padecen niveles de estrés dos veces superior al de los padres, siendo sus principales preocupaciones:
- La conciliación (según Nascia, las mujeres se encargan de más cosas y, por tanto, experimentamos más dificultades para conciliar la vida profesional con la personal.)
- La lista interminable de tareas pendientes.
- La planificación de las compras.
- Las comidas familiares.
- La presión por tener que crear recuerdos navideños «perfectos» para los hijos e hijas.
Como consecuencia, el doble de las madres padecen niveles de estrés más altos que los padres, un 23% frente a un 12%. Algo que también se refleja en sus redes sociales
Por unas Navidades en las que las mujeres no tengamos que estar encerradas en la cocina mientras el resto hace como si nada.
No a unas Navidades en las que los niños son demasiado niños para ayudar pero las niñas tienen que poner la mesa y ayudar a la madre.
+— Mery Winchester 👻🎃🍁 (@MeryWinchester6) December 20, 2022
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No a unas Navidades donde las mujeres tenemos que responsabilizarnos de recoger la mesa e ir sirviendo como si fuéramos camareras. Donde nos tenemos que preocupar de la decoración, de si falta una silla. Donde tenemos que preocuparnos de saber qué regalos hay que comprar
+— Mery Winchester 👻🎃🍁 (@MeryWinchester6) December 20, 2022
+ para que todo salga bien, para que nunca falte de nada, para que todo esté perfecto y pensar en lo que necesita cada persona (por ej: alergias alimentarias), etc. Una carga mental que estamos obligadas a coger porque sino nadie lo hará, porque ya se da por sentado q lo haremos+
— Mery Winchester 👻🎃🍁 (@MeryWinchester6) December 20, 2022
Unas Navidades sin todo ese peso, donde las madres y mujeres puedan DESCANSAR y ayudar en lugar de cargarse la reunión familiar a las espaldas.
— Mery Winchester 👻🎃🍁 (@MeryWinchester6) December 20, 2022
Una Navidad especialmente difícil para la economía familiar
Este año está siendo especialmente complicado para la economía de las familias debido a la imparable subida de precios.
La inflación aumenta la ansiedad entre la sociedad
Según el estudio de Holiday Shopping 2022, un 44% de la población mundial decidió empezar mucho antes con las compras por miedo a la inflación, de manera que a principios de noviembre ya tenían prácticamente todos los regalos.
El incremento de los precios provoca estrés a nivel mundial y afecta negativamente a la sensación que transmite las Navidad. De hecho, un 87% siente estrés por la inflación y, entre ellos, un 55% que está más estresado que el año pasado. Lo que se traduce en que este año, la mayoría de las personas no piensan que las navidades sean una época de felicidad, sino de gastos.
En el caso de la población española, se concluye que sufrirá un 54% más de estrés por el aumento de los precios que el año pasado.
¿Cómo reducir el estrés en Navidad?
Algunas de las mejores formas para lidiar con este problema cuando sufres estrés en Navidad y eres [p]madre son escuchar música, hacer ejercicio y rezar/meditar, según la encuesta del Hospital Pediátrico C.S. Mott. Estas actividades han aglutinado un mayor porcentaje en la encuesta, con un 55%, 46% y 28% respectivamente.
Por su parte, desde GoStudent recuerdan que el verdadero valor de la Navidad no debería ser el consumismo y los regalos, sino pasar tiempo en familia, disfrutando de planes que no tienen por qué ser especialmente costosos, sofisticados o grandiosos. Asimismo, los regalos no tienen por qué ser obligatoriamente materiales o suponer un gran desembolso económico y, en lugar de «cosas» podemos regalar experiencias inolvidables a nuestros hijos e hijas.
A estas recomendaciones, se suman las recomendaciones generales para prevenir y combatir el estrés de los expertos en salud mental:
- Realizar ejercicio diario. El deporte puede reduce un 40% el estrés al ayudarnos a producir endorfinas, neurotransmisores que generan alegría y felicidad; y reducir la producción de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que provocan nerviosismo.
- Practicar alguna técnica de relajación. De esta forma, la presión arterial y la cardíaca disminuirán. Un ejemplo de los ejercicios es la respiración profunda, con un porcentaje de efectividad del 95,24%. Asimismo, meditar o practicar mindfulness favorece que el cuerpo y la mente vuelvan a equilibrarse.
- Mantener unos hábitos saludables. Un cuerpo sano tiene más facilidad para luchar contra el estrés. Por consiguiente, una dieta sana y variada; evitando los excesos típicos de estas fiestas, una correcta hidratación, una buena higiene del sueño y evitar productos tóxicos como la cafeína, el tabaco y el alcohol; nos ayudan a mantener una buena salud mental y emocional.
- Intentar gestionar nuestras emociones y pensamientos negativos: ser honestos con nosotros mismos, aprender a perdonar y perdonarnos. Darnos cuenta de que no somos los únicos que nos sentimos así, expresar nuestros sentimientos y buscar una red de apoyo.
- Aprender a establecer límites y practicar más el autocuidado.
- Realizar actividades placenteras que de verdad nos apetezcan (aunque solo sea dar una vuelta, leer un buen libro, ir al cine o bañarnos tranquilamente).
- Rodearnos de personas con las que sí nos apetece estar puede ayudarnos a relajarnos y tener una mejor perspectiva de las cosas.
- Realizar actividades altruistas. Muchas veces, cuando sufrimos, nos encerramos en que «sólo somos nosotros» cuando esto no es así. Ayudar a otro, nos hace sentir mejor.
Un buen antídoto: La Navidad emocional
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