Las rebajas de enero han comenzado tanto en las tiendas online como en las tiendas físicas y las familias aprovechan para proveerse de todo tipo de artículos a bajo coste, pero para sacarles el mayor…
Este post se publicó originalmente el 01/01/2024 y ha sido actualizado en fecha 03/12/2024
Enero y septiembre son meses complicados para el bolsillo de las familias. La vuelta al cole justo después del gasto en vacaciones, y la cuesta de enero tras las fiestas navideñas y la compra de regalos obliga a muchos hogares a revisar su economía y apretarse el cinturón. ¿Qué hacer para superar la cuesta de enero? ¿Cómo ahorrar y no malgastar el dinero?
La llamada «cuesta de enero» se hace cada vez más larga
El Black Friday, los regalos de Navidad, las comidas navideñas, los Reyes y las rebajas son una combinación de gastos importantes para muchas familias españolas. Enero se plantea como uno de los meses más negros para el ahorro de las familias. Sobre todo si tenemos en cuenta que el 25% de los hogares españoles no tiene capacidad para ahorrar a fin de mes y solo 1 de cada 3 personas consigue hacerlo hasta un 10% de lo que ingresa, según el Observatorio Cofidis de Economía Sostenible en el Hogar 2022.
Para los expertos en Estudios de Economía y Empresa de la UOC, el gran problema de la conocida como «cuesta de enero» es «haber gastado más de lo que se podía durante las fiestas navideñas» y recomiendan evitar gastos innecesarios y conseguir ahorrar en la medida de lo posible. Veamos cómo podemos conseguirlo…
1. Pon al día tus finanzas y haz un presupuesto
Es una actividad que nunca apetece hacer, pero es necesaria: si queremos ahorrar, tenemos que saber cuánto ingresamos, cuánto gastamos, en qué lo gastamos y en qué podemos recortar. Para ello lo mejor es crear una tabla en el ordenador o instalarnos alguna app de finanzas en el móvil. Las aplicaciones de los propios bancos también nos pueden ayudar a tener claro cuánto gastamos y en qué lo gastamos.
Después de hacer esto, para administrar bien nuestro dinero, es necesario decidir en qué tenemos o queremos gastar nuestro dinero. Es decir, realizar un presupuesto y no salirnos de él. En él tendremos que contemplar los gastos fijos (como de hipoteca o alquiler, seguros médicos, colegio y extraescolares, la gasolina o medios de transporte, etc.) y también aquellos que, aunque variables, son imprescindibles (como la lista de la compra para tener comida en casa, facturas de luz y agua, etc.). Son gastos que aunque pueden variar ligeramente, podemos calcular con aproximaciones bastante acertadas fijándonos en el gasto que hicimos en ellos el año anterior.
2. Reduce gastos
Una vez que tengamos claro cuáles son nuestros gastos imprescindibles (semanales o mensuales), es fundamental localizar los gastos de los que podemos prescindir. Es una de las mejores medidas para afrontar la cuesta de enero (y nuestro gasto durante todo el año).
Vamos a sumar todos esos pequeños desembolsos y apuntar el ahorro que obtenemos si prescindimos de ellos. ¡Todo ese beneficio extra lo podemos destinar a otras cosas! De entrada, suprimiendo algunos de estos gastos (o todos, si son innecesarios) ya estamos obteniendo una pequeña suma que podemos destinar al ahorro. ¡Un ahorro extra que antes no teníamos!
También vamos a fijarnos en qué canales gastamos más dinero. Por ejemplo, si muchas de nuestras compras son digitales, podemos estar adquiriendo productos de forma impulsiva sin ser conscientes de ello. Así que si, por ejemplo, has gastado mucho en ropa el año pasado, desinstálate las app de moda que tengas instaladas en el móvil para evitar comprar sin necesidad a lo largo del año.
Revisa los servicios que tenemos contratados
Como hemos revisado todos los gastos que hemos tenido a lo largo del año, podemos localizar con facilidad aquellos servicios que no utilizamos o que son innecesarios. Tal vez te has dado cuenta de que no usas 1 de las 3 plataformas de contenido a las que estás suscrito/a, que puedes salir a correr en lugar de pagar un gimnasio al que nos vas casi nunca o que puedes llevar de casa el desayuno al trabajo en lugar de bajar todos los días a la cafetería.
Quizás tengamos contratada una potencia de electricidad exagerada para nuestro consumo, o paguemos una cuota mensual de televisión por cable que no utilizamos nunca. A lo mejor nuestra tasa de internet, línea fija y teléfono móvil no es la más adecuada o hay compañías con ofertas más atractivas.
Revisaremos si podemos prescindir, abaratar o cambiar algunos servicios y, si nos cuesta prescindir de alguno, porque aunque no sea imprescindible sí lo usamos mucho, podemos valorar la posibilidad de compartir el gastos con amigos y/o familiares.
3. Abarata las facturas
Reducir el consumo de gas, de agua y de electricidad es una buena forma de gastar menos. Un consumo medido de los suministros del hogar nos permitirá ahorrar y planificar gastos. Para ello, podemos instalar bombillas de bajo consumo, termorregular la casa más eficazmente y elegir las horas más baratas de consumo para poner, por ejemplo, la lavadora o el lavaplatos en esas franjas horarias.
4. Proponte ahorrar
El ahorro es fundamental para encarar con éxito la cuesta de enero (y el resto de meses del año). Ahora que hemos suprimido servicios innecesarios y abaratado gastos, podemos destinar cada mes una partida de nuestro dinero al ahorro. De esta forma, seremos más solvente y podremos hacer frente más holgadamente a imprevistos y meses complicados.
5. Haz un consumo responsable
Cambiar la forma en la que consumimos para lograr tener un consumo más responsable y sostenible, adquiriendo solamente lo que vayamos a consumir, evitará que desperdiciemos nuestro dinero en compras innecesarias. Para ello es necesario cambiar ciertas rutinas y aprender a comprar mejor.
Aprende a comprar mejor: Compra inteligentemente y evita el desperdicio
Esto afecta, principalmente, a la compra de ropa y alimentación. Es fundamental no ir al súper con hambre ni pasearse por las tiendas (incluso aunque tengan ofertas y rebajas) si no necesitamos nada. También podemos aprovechar los descuentos y puntos de fidelidad de los comercios, y repartir los gastos de envío entre varios.
Desperdiciar comida es, literalmente, tirar dinero a la basura. Y esto sucede en muchos hogares, principalmente con los productos frescos, que terminan poniéndose malos, como es el caso de las frutas y las verduras. Comprar cantidades más pequeñas y hacer un mejor almacenamiento y conservación de frutas y verduras para que el etileno no las eche a perder evita que tengamos que malgastar consumibles casi semanalmente.
Por otra parte, es importante planear menús semanales para comprar solo lo necesario, congelar y reutilizar sobrantes. Asimismo, es fundamental revisar cada semana nuestra nevera, congelador y alacena para aprovechar mejor lo que tenemos y evitar repetir productos a la hora de hacer la compra.
Rechaza las marcas
Aunque es cierto que en muchos productos la marca es garantía de calidad, en muchos otros casos al comparar las etiquetas nos puede sorprender la cantidad de dinero adicional que pagamos por una marca. Esto es válido en todos los productos, especialmente en ropa y alimentos.
Lee atentamente la composición de las prendas y los ingredientes de los productos para elegir bien antes de comprar. Muchos supermercados disponen de marcas blancas realizadas por los mismos fabricantes de las primeras marcas.
6. ¿Realmente necesitas eso que estás a punto de comprar?: Respeta la regla de las 48 horas
Uno de los consejos preferidos de los expertos en materia de ahorro y economía es la regla de las 48 horas: consiste en esperar 48 horas desde el momento en que sientes el impulso de realizar un gasto, grande o pequeño, y aquel en que haces la compra. Si dos días después sigues necesitándolo o pensando en ello, cómpralo. Si no, ahórratelo.
7. Hacer la lista de la compra
Este es un consejo fundamental, y no solo durante la cuesta de enero. Sobre todo a la hora de comprar alimentos. Es importante ir al supermercado con una lista cerrada de las cosas que necesitamos. Existen aplicaciones que pueden compartirse con otros miembros de la familia y que permiten que cada persona vaya apuntando todo lo que le hace falta, para luego compartir las listas.
Esto también es válido cuando vamos a comprar ropa, por ejemplo. Tener claro cuáles son los productos que necesitamos y vamos a comprar antes de ir a la tienda, se reduce el riesgo de realizar compras innecesarias.
8. Comparar precios antes de comprar
Una vez que tenemos claro lo que queremos o tenemos que comprar, es importante realizar antes una comparativa de precios, porque nos va a permitir encontrar buenas ofertas y adquirir el mismo producto al precio más conveniente. Esta práctica es válida tanto si hacemos compras presenciales como si las realizamos online.
9. Esperar las ofertas y aprovechar rebajas
En este mes de enero, teniendo en cuenta el contexto económico actual, la inflación, la Guerra de Ucrania y la subida de precios de primeras materias, la previsión es que los españoles gasten un 2% menos en las rebajas de invierno, pasando de un gasto medio de 94,38 euros por persona, frente a los 96,33 euros del año anterior, según recoge una encuesta del comparador financiero Banqmi.
Aprovechar las ofertas, los descuentos, las rebajas y las promociones del mes de enero genera ahorro. Si quieres saber cómo aprovechar al máximo las rebajas, así como trucos y consejos para sacarles el mayor partido y evitar compras superfluas, puedes leer nuestra guía de compras para familias. En ella, ¡nos acordamos incluso de los animales de compañía!
La idea es aprovechar las rebajas para comprar cosas necesarias y artículos importantes que siempre usamos y a los que vayamos a sacar buen partido. Por ejemplo: abrigos, calzado y prendas de fondo de armario.
10. Controlar los gastos cotidianos invisibles
Hay muchos gastos que se generan a diario sin darnos cuenta ni ser conscientes de ellos, y que podemos limitar o suprimir.
Por ejemplo: hacer uso del transporte público en lugar de coger el coche para todo, llevarse la comida de casa al trabajo, comprar bombillas eficientes, vigilar el uso de las luces domésticas, unificar cuentas bancarias para tener solo un único gasto en comisiones o comprar los electrodomésticos más eficientes y hacer un uso racional de ellos.
Veamos todos estos pequeños gestos pueden llegar a suponer un ahorro importante:
Apaga los dispositivos que no uses
Si eres de esas personas que tienen las regletas y ladrones encendidos las 24 horas del día, ahí estás perdiendo dinero sin darte cuenta. Estos aparatos conectan gran cantidad de dispositivos y son muy cómodos al permitirnos tener un todo en uno. También pueden ayudarnos a controlar nuestro consumo pero, de la misma forma, su mal uso afecta mucho a nuestra factura de la luz.
Aunque dejemos los aparatos, como la televisión o el ordenador, en modo standby, cuando hay una lucecita encendida, esta nos indica que se sigue consumiendo una cierta cantidad de energía. Así que, siempre que tengas ocasión, apaga por completo los dispositivos en lugar de dejarlos en espera.
Limpia y ventila sin enfriar la casa
Dentro del hogar podemos utilizar algunos trucos para poder ahorrar dinero en casa fácilmente y reducir algunos gastos en las facturas, por ejemplo, en la de la calefacción. Y es que cuando ventilamos la casa en los meses invernales, esta se queda fría muy rápidamente. Y entonces solemos cometer el error de poner la calefacción a tope para volver a recuperar la temperatura de la casa. Así el contador se dispara y se incrementa la factura de la luz o de la calefacción.
Para evitarlo sin dejar de airear la casa, la solución es tan sencilla como solo dejar abiertas las ventanas un máximo de 10 minutos (lo recomendable, de hecho, es hacerlo entre 5 y 10 minutos). Además, esto debe hacerse habitación por habitación para no crear corrientes de aire que enfríen aún más la casa y con la calefacción apagada o al mínimo para no gastar innecesariamente.
Los textiles te ayudan a ahorrar en calefacción
Una de las opciones más básicas y económicas para estar calentitos en casa durante el invierno es decorarla con textiles. Estos nos ayudan a mantener un ambiente agradable y cálido dentro del hogar sin que suban las facturas.
Cojines y mantas en los sofás, cortinas gruesas en las ventanas, alfombras de lana y felpudos en el suelo funcionan como aislantes térmicos y nos ayudan a retener el calor a pesar de que las ventanas estén abiertas.
Revisa las horas de mayor consumo eléctrico
Según la hora en la que utilicemos los electrodomésticos y dispositivos, la luz será más cara o barata. Por lo general, la luz es más cara en los días de diario y en las horas diurnas, cuando por lo general hay más actividad en el hogar. Asimismo, suele haber unas horas durante el día en las que la luz es más «barata» y nuestro gasto, por tanto, es menor.
Para reducir el gasto en la factura de la luz, lo aconsejable es repasar la tarifa que tenemos contratada para saber qué tipo de discriminación horaria tenemos, si es que disponemos de este tipo de variaciones. Así podremos decidir cuándo nos conviene poner el lavaplatos, la lavadora o si preferimos prescindir este mes de la secadora y utilizar un tendedero.
También es aconsejable utilizar los programas de bajo consumo de los electrodomésticos, ya que, aunque tardan un poco más, contribuyen a reducir el consumo eléctrico.
Planifica la comida de la semana
Otra de las mejores técnicas para ahorrar dinero es la planificación de las comidas, tanto de las que hacemos en casa como las del trabajo. Organizarnos para reservar una mañana o una tarde a la semana para cocinar los menús semanales nos permite cocinar menos veces, comer mejor y ahorrar tiempo y dinero.
Para ahorrar en el cesto de la compra, considera con estos consejos de la Agencia de Seguridad Alimentaria para poder seguir comiendo sano en familia ahorrando en gastos superfluos a la hora de ir al súper.
Otra buena recomendación es comprar productos de temporada. Estos tienen un precio menor que el resto y, además son sinónimo de calidad. También es aconsejable recuperar los guisos de nuestras abuelas, grandes expertas en el aprovechamiento de la comida. ¡Si cocinas, por ejemplo, un cocido, podrás hacer después sopa, humus y croquetas!
Por último, cada vez que salgas a comprar hazlo con tus propias bolsas de tela o un carrito de la compra. Así evitarás gastar el dinero en las bolsas de plástico ¡y de paso ayudarás al medio ambiente!
Haz planes caseros de calidad
Si por presupuesto tienes que evitar los planes fuera de casa, hay un montón de actividades alternativas para hacer en el hogar sin tener que echar tanto de menos el exterior. Por ejemplo, puedes organizar una tarde de juegos de mesa, preparar una cena romántica casera, hacer una merienda-cena temática preparando los platos en familia, hacer un maratón de cine familiar con palomitas o preparar un chocolate caliente para disfrutar de una tarde de lectura.
También podéis hacer planes baratos fuera de casa, como salir de paseo al campo, ir de picnic al parque en lugar de hacer costosas salidas a restaurantes, salir a tapear de forma económica para sustituir la comida del mediodía o establecer una noche de pizza a la semana en un restaurante económico cercano a casa.
Ahorra en la factura del agua
Aunque no es un suministro tan caro como la luz, hay muchas pequeñas acciones que nos permiten ahorrar en la factura del agua para encarar la cuesta de enero y gastar menos dinero también el resto de meses del año.
Por ejemplo, al darnos una ducha en lugar de un baño ahorramos 60 litros de agua. También podemos cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes o mientras enjabonamos los platos. Y usar el inodoro sólo cuando lo necesitemos y no como papelera ahorra de 6 a 8 litros de agua y evita la sobrecarga de las depuradoras de agua residual.
Asimismo, descongelar los alimentos a temperatura ambiente y no bajo el grifo de agua fría ahorra 15 litros de agua. Y si ponemos la lavadora y el lavavajillas solo a plena carga, consumen 80 litros menos de agua.
Por último, intenta regar las plantas de exterior a primera hora de la mañana o de la tarde (un 30% del agua de riego se evapora con los rayos de sol).
Considera las cosas reutilizables
Como anticipábamos al principio de este post, la cuesta de enero es un momento fantástico para replantearnos nuestros hábitos de consumo. Por ejemplo, reutilizar y dar una nueva imagen a aquellos productos que ya tenemos contribuye a disminuir el uso de recursos y energía y nos permite tener un consumo responsable.
Pensemos en nuestras acciones diarias, aquellas que tenemos interiorizadas y damos por hecho casi sin darnos cuenta. Si, por ejemplo, compramos una botella de agua o un vaso de café todos los días, echemos cuentas de lo que este pequeño gesto nos está costando. Sustituye estos productos por una botella reutilizable o una taza térmica con tapa para ahorrar dinero en efectivo.
Cada vez que implementemos una de estas ideas, estaremos trabajando no solo en enfrentar la temida cuesta de enero sino en establecer un hábito de gasto saludable. ¡Asumir el control de nuestros gastos diarios aporta recompensas financieras por muchos años!
Asimismo, si quieres cuidar la salud de tu familia sin incurrir en un costoso gasto, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil, desarrollo y crianza respetuosa.
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