Familias separadas o reconstituidas, ¿cómo celebrar la Navidad?

Este post se publicó originalmente el 24/12/2020 y ha sido actualizado en fecha 06/12/2024

Cada vez existen más modelos de familias. El modelo de familia clásico, biparental, formado por padre, madre e hijas/os es, hoy en día, solo un modelo más entre tantos otros. Existen familias monoparentales, homoparentales, familias sin hijos, familias de acogida, de adopción, familias extensas… y cada una de ellas, celebra la Navidad a su manera. 

La Navidad en casa de familias separadas o reconstituidas

En el caso de las familias separadas o reconstituidas, el cambio en la situación familiar afecta, lógicamente, a la manera en que niños y niñas celebran la Navidad. Donde antes había un único núcleo familiar y un único domicilio, ahora hay dos núcleos familiares y, en la mayoría de los casos, dos domicilios. La familia ha cambiado y, por lo tanto, las celebraciones, también. 

Es frecuente que tanto las niñas y los niños como las personas adultas, sientan cierta inquietud a la hora de tener que organizar la celebración de estas fiestas con la nueva situación familiar. Los cambios suelen generarnos esa inquietud, es algo normal, y es importante recordar que si se tomó la decisión de afrontar una separación fue porque era la mejor opción para la familia. 

Es probable que un niño exprese tristeza por no poder compartir estas fechas tan señaladas con ambos progenitores, como había hecho hasta ahora. Aunque nos cueste, es positivo que les permitamos expresar esa tristeza y que acompañemos esas emociones que son naturales y que les permitirán transitar el duelo por la pérdida del modelo familiar que habían tenido hasta ahora.

Con el tiempo, todos los miembros de la familia se irán adaptando y la tristeza volverá a dar paso a la alegría. Lo más importante para niños y niñas es saber y sentir que sus progenitores siguen queriéndoles igual que antes y siguen estando disponibles para ellos y ellas.

Cómo acompañar el cambio de forma respetuosa

Si esta es la primera vez que os enfrentáis a estas fechas como familia separada o reconstituida, os dejamos algunas ideas para acompañar con respeto y empatía este proceso de cambio.

1. Podéis seguir compartiendo ciertos momentos especiales

Si la relación entre ambos progenitores es buena, podéis optar por compartir algunos momentos junto a vuestro/a hijo/a. Por ejemplo, si habéis decidido que en Nochebuena cenará con mamá y en Navidad comerá con papá, podéis desayunar juntos y abrir los regalos para hacer el tránsito de una casa a otra.

Esto puede ayudarles especialmente si la separación es reciente, aunque solo es viable en caso de que la relación sea buena y dejando claro que la decisión de la separación es firme aunque se sigan compartiendo momentos importantes con los hijos. 

2. Tened en cuenta sus preferencias

Si es posible, preguntadle qué fecha preferiría pasar con cada uno. Organizar un calendario de vacaciones no es fácil, pero ellos no han elegido esta situación. Si tenemos la posibilidad de escuchar y atender sus preferencias, podemos contribuir a que los cambios que se van a producir estas navidades sean menos difíciles.

3. Es importante que facilitemos el contacto con el otro progenitor mientras están con nosotros

Si va a pasar la Nochevieja con nosotros, poder felicitar el Año Nuevo a su padre/madre le ayudará a saber que los dos seguís estando ahí para él o ella aunque ahora no conviváis juntos en vuestro día a día. Seguís siendo sus principales referentes en la vida, así que es importante mantenerle al margen de los conflictos (si los hay) para que pueda mantener una relación sana y plena con cada uno de vosotros.

4. No multipliquéis los regalos

Lo que vuestros hijos necesitan es vuestra presencia y vuestro acompañamiento. En estas fechas, en las que es tradición hacer regalos a los más pequeños de la casa, es importante que evitemos caer en una competición para ver quién le regala más o quién le hace el mejor regalo.

Es probable que la capacidad adquisitiva de cada progenitor sea diferente, pero esto no debería marcar una diferencia en este sentido. El mejor regalo que podemos hacerle a nuestros hijos es pasar tiempo con ellos y permitirles crecer en una familia donde el amor y el respeto siempre estén presentes. 

5. Disfruta del tiempo que compartáis

Tener a tus hijos solo durante la mitad de las vacaciones también tiene su parte positiva. Normalmente, vivimos intentando encontrar el equilibrio entre las obligaciones y los placeres. Aprovecha el tiempo que estarás sin ellos para hacer todas esas cosas que te cuesta más hacer cuando tienes que atenderles, y reserva los días que vais a compartir para disfrutar junto a ellos y fabricar recuerdos preciosos de estas navidades. Que sean diferentes no quiere decir que sean peores. 

La Navidad es una fiesta que está muy ligada a las reuniones familiares y ser una familia separada o reconstituida aumenta las posibilidades de reunirnos con todas las personas que forman parte de su vida. 

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