Lenguaje corporal del bebé: 13 Cosas que tu bebé te está diciendo con sus gestos

El llanto es la primera forma de comunicación del recién nacido con los adultos. Pero, poco a poco, el bebé comienza a realizar gestos, muecas y balbuceos y llegan las primeras sonrisas.

Interpretar los gestos del bebé para anticiparnos

¿Qué gestos hacen los bebés? Entender lenguaje corporal recién nacido, saber por qué mi bebé hace gestos raros con la cara o las claves del baby sign es una tarea que requiere mucha práctica y dedicación. Pero además, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de profesionales que puede ayudarte. Entre ellos, se encuentra la psicóloga infantil, logopeda y maestra, Elena Mesonero.

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A través de los gestos y el llanto, los bebés nos expresan su estado de ánimo: si están contentos, tristes, si tienen hambre o sueño ,miedo… Interpretar los gestos del bebé de forma correcta, permite a los adultos anticiparnos y evitar episodios de angustia innecesarios. Pero, ¿qué quiere decirnos el bebé con sus gestos? 

1. Los primeros gestos: Reflejos arcaicos y comunes a todos los bebés

Durante las primeras semanas de vida, todos los bebés tienen gestos recurrentes, que no son más que puros reflejos primitivos y no tienen ningún tipo de intención. Sin embargo, es cierto que sí provocan una reacción en el adulto, afianzando el vínculo.

Entre estos reflejos, es habitual ver cómo los recién nacidos aprietan con su mano el dedo de mamá o papá. Es el conocido como reflejo de prensión.

Pero no es el único. El reflejo de Moro es habitual cuando el bebé tiene la sensación de caerse: arquea la espalda y abre los brazos cuando alguien lo levanta de la cuna. A ellos se unen una mueca de disgusto si prueba algún sabor diferente a la leche, por ejemplo si le das un biberón con fórmula por primera vez.

2. Dolor

El llanto es la principal forma de comunicarse que tienen los recién nacidos. Poco a poco, iremos conociendo los gestos del bebé e incluso diferenciar su llanto y saber qué nos dice cuando llora.

Cuando lloran por dolor, el llanto suele aparecer de forma explosiva con mucha intensidad desde el primer momento. Además, tienen los ojos cerrados normalmente, la frente arrugada y tensión en los ojos y los labios. Suelen tener los puños cerrados, el cuerpo rígido y la espalda arqueada.

3. Los gestos del bebé cuando tiene sueño

Los bostezos es la señal más característica de bebés y adultos cuando tienen sueño. Además, los bebés hacen otro tipo de gestos como frotarse los ojos o tocarse la oreja.

Cuando llega el agotamiento, comienza el llanto, al principio de forma leve para ir subiendo y adquirir un tono muy agudo. A veces también arquean la espalda o tratan de ocultar la cara para bloquear los estímulos visuales. Además, perderá el control sobre sus movimientos, siendo cada vez más torpes. 

4. Cuando el bebé comunica con gestos que tiene hambre

Si el bebé abre y cierra la boca de repente de forma repetitiva, se lleva las manos a la boca e intenta chuparlas o trata de recostarse sobre el pecho para una toma nos está indicando que tiene hambre. 

Además, hay otros gestos que el bebé utiliza para mostrar que tiene hambre. Entre ellos, los movimientos de cabeza a un lado y a otro como si estuviera buscando el pecho, sacar la lengua y hacer el reflejo de búsqueda o lamerse los labios y hacer chasquidos.

5. La primera sonrisa

Aunque los bebés sonríen como una mera imitación de los adultos cuando son muy pequeños, hacia el tercer mes surge la primera sonrisa. Además, aparecen las miradas cargadas de intención y la búsqueda de contacto. El bebé tiene necesidad de sentirse protegido y busca a su figura de referencia para conseguirlo.

Por supuesto, los adultos reaccionan (o al menos deberían) a las sonrisas, miradas y necesidad de protección y, además de devolverle esas sonrisas, le hablan. Y aunque el peque no es capaz de entender el significado de las palabras, sí capta el tono y sabe distinguir cuando es alegre a cuando no lo es tanto.

6. Las risas y carcajadas

En pocos meses, las primeras sonrisas desembocan en risas y carcajadas que suelen aparecer sobre el quinto o el sexto mes de vida. Descubrir que nuestro peque tiene cosquillas y estalla en carcajadas es una de las sensaciones más placenteras para los adultos, que rompen a reír también.

En este momento es habitual también jugar con nuestro peque a escondernos tapándonos la cara con las manos y descubriéndonos después. Es el famoso cucu-tra, que sorprende al bebé y desencadena la risa. Para los bebés de esta edad, todo lo que desaparece de su campo de visión no existe, por lo que verlo aparecer de nuevo causa gran sorpresa.

Este juego es perfecto también para hacer frente a la ansiedad por separación, habitual sobre los 8 meses y, hacerle entender que su mamá (o papá) es un ente independiente a él mismo y que existe aunque no lo vea todo el rato.

A esta edad, los brazos de los adultos son el mejor juguete de los peques. Jugar al caballito o hacerlos volar son los juegos más comunes que les hacen reír a carcajadas, transmitiéndonos que lo están pasando bien y se sienten seguros con nosotros.

7. Los gestos del bebé: Las miradas

Poco a poco los bebés comienzan a moverse cada vez más y empiezan a descubrir mundo. Así, aunque cada bebé es un mundo, en torno al séptimo mes comienzan a gatear lo que les otorga cierta independencia. Pero, como aún no se sienten completamente seguros para hacerlo, buscan a sus progenitores a través de la mirada.

Buscando aprobación a lo que hacen, asegurándose de que siguen cerca y pueden estar tranquilos para seguir… Si los adultos le sonríen, continuarán su aventura. Aunque es probable que si les decimos que no sigan mientras sonreímos… ¡también lo hagan y empiecen a reírse!

8. Aplaudir

Los bebés aprenden la mayoría de los gestos por imitación. Aplaudir es uno de ellos y suele estar asociado a la conocida canción «Palmas, palmitas…»

A pesar de que no es un gesto sencillo porque requiere cierta coordinación, cuando lo consiguen, suele provocar entusiasmo en sus p(m)adres o abuelos, lo que les incita a seguir aplaudiendo. Y poco a poco, lo asociará para mostrar satisfacción cuando consigue algo.

9. ¡No!

Poco a poco irán comprendiendo también el significado del NO. Cuando le pedimos que no hagan una cosa determinada, pero, sobre todo, relacionado con la comida. Los bebés son capaces de controlar sus niveles de saciedad y hacernos saber que no quieren seguir comiendo.

Así, es probable que hagan muecas de disgusto, pongan la mano en la boca, aparten o tiren el plato para hacernos saber que no quieren más o que no les gusta. En este caso, es importante respetar las señales y no obligarlo a comer.

10. Rechazo social

Sobre el octavo mes, llega la ansiedad por separación. Los bebés suelen establecer en este momento un buen vinculo con papá y mamá y empiezan a ser conscientes que no son una extensión de ellos, sino seres independientes. No entienden que, aunque se vayan, van a volver, de ahí que no quieran separarse en ningún momento. Es la mal conocida como mamitis o papitis.

Lo cierto es que en este momento no van a querer estar en brazos de nadie más. Ni abuelos, tíos o primos y dejarlos en la escuela infantil puede suponer todo un reto. Si hablamos de desconocidos, la cosa puede empeorar aún más.

Y el bebé lo va a demostrar con sus gestos: lo más probable es que encoja los brazos, gire todo el cuerpo para aferrarse a papá o mamá dando la espalda al resto, diga que no enérgicamente con la cabeza o acabe llorando. Con suerte, la situación suele desaparecer a las pocas semanas.

11. Pedir cosas

Entre los gestos de los bebés más comunes se encuentra pedir cosas con la mano. Pueden señalar algo que quieren, aunque lo más habitual es que extiendan la mano boca arriba y la cierren y la abran repetidamente.

Así tratan de indicarnos que quieren que le demos algo. Y si tardamos en hacerlo, ¡lo repetirán con ganas hasta conseguirlo!

12. Decir adiós, uno de los gestos del bebé más habituales

Entre los 9 y los 12 meses, los bebés pueden decir adiós con la mano. Es un gesto que aprenden por imitación al invitarlos a hacerlo cada vez que nos vamos de algún sitio o se va algún miembro de la familia.

Poco a poco, también aprenderán a saludar con la mano cuando nos encontramos a alguien por la calle o llega alguien nuevo a casa. Al principio lo harán porque lo invitamos a ello y poco a poco por iniciativa propia.

13. Los primeros besos

Y junto al gesto de la mano para despedirnos, los peques comienzan también a lanzar sus primeros besos como señal de afecto. Sobre los 18 meses, comenzarán a dar esos besos en la mejilla como una expresión de afecto consciente.

Como casi siempre, el bebé aprende estos gestos por imitación. Sabe que dar besos y abrazos tiene un componente afectivo, que le gusta recibirlos de papá, mamá o su cuidador principal y, por tanto, él también los da como respuesta.