Hábitos de sueño para peques

Con la vuelta al cole, vuelven también las rutinas. Y entre ellas, recuperar las rutinas a la hora de dormir y los buenos hábitos de sueño en niños.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de ellos? Te explicamos qué son los hábitos de sueño y cuáles son los más saludables para niños.

¿Qué son los hábitos de sueño para niños?

El sueño de los bebés y niños suele ser uno de los mayores quebraderos de cabeza de padres y madres. No en vano, y aunque hay niños que duermen bien y toda la noche desde muy peques, no suele ser lo habitual. Por ello, es importante establecer unos hábitos de sueño saludables para ayudar a que ese sueño sea lo más reparador posible para niños y adultos.

Pero, ¿cuáles son los hábitos de sueño saludables en los niños? ¿Cómo crear hábitos de sueño en niños? ¿Qué beneficios trae un sueño saludable en los niños? ¿Cuáles son los buenos hábitos del sueño para niños?

Lo primero y fundamental, es que dormir suficiente debe ser una prioridad para toda la familia. El sueño es clave para niños y adultos. De hecho, no dormir lo suficiente puede afectar a la salud.

Por otra parte, los peques tienden a imitar todo lo que hacemos los adultos y, por ello, es necesario dar buen ejemplo. Por ello, si ven que dormir y descansar bien es prioritario para nosotros y creamos rutinas nocturnas saludables, tenderán a imitarlas en su día a día.

Hábitos de sueño en niños

La American Academy of Pediatrics (AAP) coincide con la American Academy of Sleep Medicine (AASM) a la hora de establecer los hábitos de sueño para dormir desde pequeños. Son los siguientes:

Hábitos de sueño: La importancia de las rutinas

Seguir unos horarios más o menos fijos es clave para el día a día. Así, despertarnos a la misma hora, comer, dormir la siesta, jugar o ducharnos ayuda a los más peques a sentirse más seguros al poder adelantarse a lo que va a ocurrir.

De esta forma, su día tiene un orden, una estructura. Lo que les hace estar más tranquilos y dormir mejor. Por ejemplo, para los más peques, una rutina sencilla para dormir sería baño, cena, cepillarse los dientes (si los hay), cuento y dormir.

Actividad diurna para crear buenos hábitos de sueño

Para los niños y niñas es fundamental estar activos durante el día, hacer deporte y tener actividad física y al aire libre de forma diaria.

Límite de pantallas

La AAP recomienda no tener televisión, ordenadores, móviles o tablets en la habitación de los niños, especialmente durante la noche. La luz azul de los dispositivos es perjudicial para los peques. Además, es importante apagar las pantallas al menos dos horas antes de dormir.

Crea un ambiente seguro para el sueño

Elige luces cálidas y de baja intensidad antes de ir a dormir y controla la temperatura de casa. Los bebés duermen mejor en ambientes frescos, ni muy fríos ni muy calurosos, siendo la temperatura ideal entre 18 y 21º.

Asimismo, la cuna debe ser un lugar seguro para dormir, no para jugar. Por ello, es importante no llenarla de juguetes, mantas, cojines, almohadones o sábanas con los que pueden ahogarse.

No duermas a tu bebé con un biberón de leche, zumo o cereales

Ofrece a tu bebé agua antes de ir a dormir (siempre que sea mayor de 6 meses, ya que de lo contrario está contraindicado), ya que darle leche o zumo y acostarlo sin lavarle los dientes puede incrementar las caries (sin embargo, esto no sucede con la lactancia materna, por lo que sí puedes dormir a tu bebé en el pecho).

Además, ten en cuenta que los zumos, incluso los naturales, están desaconsejados por su alto contenido en azúcar y recuerda que el biberón de cereales para dormir tampoco está recomendado en la actualidad (de hecho, cada vez más pediatras lo desaconsejan y optan por ofrecer al bebé «cereales reales»). Es totalmente falso que los bebés duerman más y mejor con él. El sueño infantil va variando a lo largo del desarrollo y es normal que los niños pequeños tengan despertares nocturnos.

Dar al bebé sólidos antes de los 6 meses no garantiza que duerma del tirón

Adelantar la alimentación complementaria está desaconsejado, además de ser innecesario. El consumo de sólidos debe empezar a los 6 meses, cuando los más peques muestran interés por la comida, pierden el reflejo de extrusión y se mantienen sentados solos.

Si los ofrecemos antes, es probable que su sistema digestivo aún no esté preparado y duerman peor. Además, lo ideal es introducir los sólidos durante el día, cuando podemos observar si existen reacciones alérgicas o intolerancias alimentarias.

Hábitos de sueño: No llenes su día a día de demasiadas actividades

El vertiginoso horario laboral de los adultos nos lleva, en muchas ocasiones, a llenar el día a día de nuestros hijos/as de multitud de actividades extraescolares, que se suman a las horas de clase, a los deberes y a las responsabilidades diarias (como recoger los juguetes, darse una ducha o ayudar a poner la mesa).

Sin embargo, esto puede conllevar dificultades para dormir bien por la noche. Por ello, es importante que los peques tengan también tiempo también para relajarse, jugar ¡e incluso aburrirse!

Habla con tu pediatra sobre el sueño del niño

El pediatra es la persona de referencia en todo lo relacionado con la salud del niño/a, también en el sueño. Es más, en ocasiones, los trastornos de sueño pueden esconder un problema de salud, por lo que es importante consultar con el pediatra. En la Tribu CSC puedes consultar online a la pediatra Gloria Colli. Además, muchos de estos trastornos pueden ser tratados con la ayuda de un profesional.

Aprende a identificar los problemas de sueño

Es habitual que muchos niños tengan dificultades para conciliar el sueño o no quieran irse a dormir.

Además, algunos peques roncan, tienen apneas de sueño, respiraciones ruidosas o pesadas, síndrome de piernas inquietas, sonambulismo, somniloquia, pesadillas y terrores nocturnos… que les pueden provocar multitud de despertares.

Pero, ¿qué es normal y qué no? Es importante diferenciar lo que es «normal» en el sueño de nuestros peques de los trastornos del sueño, que sí pueden necesitar tratamiento profesional. Si tienes dudas en este sentido, en la Tribu CSC también puedes consultar online a la experta en sueño infantil y psicóloga, Rafi López.

Los adolescentes necesitan dormir más, no menos

El sueño va cambiando a medida que crecemos y, aunque puede parecer lo contrario, lo cierto es que los adolescentes necesitan dormir más horas y no menos. Pero la realidad es que duermen menos al tener el horario retrasado: se acuestan tarde y madrugan para ir al instituto, lo que deriva a la larga en deprivación del sueño. Además, no dormir lo suficiente en esta etapa aumenta el riesgo de sufrir enfermedades, según un estudio.

No en vano, la AAP ha abogado para que las escuelas retrasen el comienzo de las clases 30 minutos o más, lo que les permitiría dormir más y responder así a sus necesidades, ya que en la adolescencia el sueño cambia y los adolescentes suelen sentirse cansados más tarde y necesitar dormir más por las mañanas. Como consecuencia, retrasar la hora de entrada a las aulas también mejoraría los resultados académicos escolares, según reveló otro estudio.

¿Cómo hacer una rutina de sueño para niños?

Establecer una tabla de rutinas ayuda a los peques a anticiparse a lo que va a ocurrir. Como resultado, aumenta su seguridad, favorece el sueño y la alimentación y, por tanto, también su bienestar y tranquilidad.

Hacerlo es muy sencillo: solo hay que seguir la misma secuencia de acontecimientos todos los días más o menos a la misma hora. ¿La más clásica? Baño relajante, cena, lavado de dientes (si los hay), un cuento y a dormir.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que seguir una rutina del sueño con nuestro bebé no garantiza que este vaya a dormir del tirón toda la noche. Aunque hay niños y niñas que sí lo hacen desde muy pequeños, hay muchos otros que tienen múltiples despertares, lo que es perfectamente normal a esa edad. De hecho, tanto lo uno como lo otro entra dentro de la normalidad ya que cada bebé es único y tiene unas necesidades diferentes.

La clave es observar a nuestro peque y su estado de ánimo. Si duerme lo suficiente y descansa bien, estará activo, tranquilo y feliz. Por el contrario, si cuando está despierto está nervioso, enfadado e inquieto, es porque algo no va bien y, probablemente, esté relacionado con el sueño, según explica la experta en sueño infantil de CSC y codirectora del Centro de Estudios del Sueño Infantil, Rafi López, a la que podéis consultar online en la Tribu CSC.

¿Cuándo empezar rutina sueño bebé?

Aunque podemos empezar desde recién nacidos, lo cierto es que hacerlo antes de los 4 meses de vida sirve más de ayuda a los padres que a los propios bebés. ¿El motivo? Los recién nacidos no siguen patrones de sueño claros y, de hecho, se pasan gran parte del día durmiendo sin diferenciar el día de la noche.

Es alrededor de los 4 meses cuando adquieren el ritmo circadiano y su sueño se asemeja más al de los adultos. Por ello, en este momento podemos empezar a establecer las rutinas y los hábitos de sueño en su día a día para ayudarlo a dormir más y mejor.