Embarazadas con Covid: Sanidad recomienda heparina (nuevas recomendaciones)

Sanidad ya había recomendado administrar heparina a las embarazadas con Covid si las pacientes son asintomáticas o leves. La nueva pauta recomendada por la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) da más peso a los factores de riesgo propios de cada mujer y abre la puerta a personalizar en cada caso concreto el uso de la heparina como medida profiláctica.

Después de dos años de pandemia, hemos podido conocer que los efectos de la infección por Covid-19 van mas allá del área respiratoria y que su sintomatología va muy ligada a procesos inflamatorios, aumentando el riesgo trombótico por la elevación de los factores de coagulación de interleucinas proinflamatorias (sustancias que favorecen y mantienen la inflación de los tejidos) que actúan a nivel vascular.

¿Por qué se recomienda heparina a las embarazadas con Covid?: El embarazo, un momento susceptible

Durante el embarazo se produce un estado de hipercoagulabilidad fisiológica, sobre todo de cara al tercer trimestre. Nuestro cuerpo se prepara para evitar grandes hemorragias durante el parto.

Esto no suele ser un problema cuando no hay factores de riesgo que predispongan a trombosis, como puede ser el IMC elevado, la inmovilidad, un estado inflamatorio crónico (que normalmente está presente desde antes del embarazo), algunas enfermedades como el lupus… o infecciones como en este caso, el SARS Covid-19.

Si además le añadimos que según avanza la gestación la movilidad es menor, el retorno venoso se dificulta, sobre todo a nivel de extremidades inferiores y que la propia infección por COVID conlleva un confinamiento que en muchos casos implica moverse menos… el riesgo es mayor.

Por eso, desde que se tiene consciencia de ese riesgo, se propone a la mujer embarazada que es positiva para el virus, una profilaxis con heparina de bajo peso molecular durante dos semanas.

La heparina es un anticoagulante inyectable, que previene la formación de trombosis en la madre y que es segura para el bebé, ya que no atraviesa la barrera placentaria. Se suele inyectar de forma subcutánea en la zona abdominal, muslos, caderas, brazos… y sus efectos secundarios más frecuentes son los hematomas locales, el escozor y la inflamación temporal del tejido subcutáneo en el lugar de inyección.

Nuevas recomendaciones en la pauta de HBPM en embarazadas positivas

El pasado 24 de enero de 2022 se publicaba el nuevo documento con las recomendaciones para embarazadas con Covid-19 de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).

Hasta ahora, se le pautaba a toda gestante positiva HBPM adecuada a su peso, durante dos semanas al menos, independientemente de los factores de riesgo y de las semanas de gestación en la que se encontrase. Por suerte esta recomendación ha cambiado, dándole más peso a los factores de riesgo propios de cada mujer y abriendo la puerta a personalizar a cada caso concreto el uso de la heparina como medida profiláctica.

Gestante positiva en primer y segundo trimestre

Las embarazadas en el primer y segundo trimestre que no tengan factores de riesgo trombótico añadido y que estén pasando la enfermedad de forma leve o asintomática, no necesitarán realizar el tratamiento con HBPM.

¿Y cuáles son esos factores de riesgo? Entre ellos encontramos: 

• No estar vacunada de COVID.
• Ser mayor de 35 años.
• Tener obesidad.
• Sufrir otras patologías (como HTA, diabetes previa al embarazo, enfermedades cardiorrespiratorias, tratamientos con medicación de riesgo prolongados como corticoides, inmunosupresión…).

Si alguno de ellos está presente, se recomendará profilaxis durante dos semanas.

En caso de enfermedad moderada que requiera permanecer en cama varios días, también sería adecuado el tratamiento con HBPM dos semanas. Y, por supuesto, en pacientes con SARS Covid-19 grave, su duración dependerá del estado de la madre y la situación clínica.

Prueba positiva en tercer trimestre

En este caso, dado que en el tercer trimestre de embarazo los factores de coagulación aumentan de forma natural y la infección se suma a esa hipercoagulabilidad, se recomienda la prevención haciendo un tratamiento de dos semanas con HBPM ajustada al peso de la mujer, aunque la sintomatología sea leve o no exista. Si además hay factores de riesgo, con mayor motivo.

Tratamiento durante el postparto

El puerperio es un momento de alto riesgo trombótico. Por un lado, por la modificaciones en la coagulación fisiológicas y por otra, porque suele estar relacionado con una disminución de la movilidad. Bien por la propia recuperación del parto, porque son muchas horas dando la teta o el biberón, bien porque hay menos tiempo para salir teniendo un bebé recién nacido… pero también por el contexto hormonal e inflamatorio.

Por eso, si das positivo en esta etapa, lo mas probable es que te sugieran tratamiento durante dos semanas. Si además tienes algún factor de riesgo añadido como IMC mayor a 40, antecedentes de tromboembolismo, parto por cesárea, cirugía tras el parto, enfermedades de riesgo, renales, diabetes… puede incluso prolongarse.

¿Y si he estado en contacto estrecho, pero aún no sé si soy positiva?

En ese caso, salvo que la sintomatología fuera grave, se recomienda esperar a pautar la heparina hasta que tengas una prueba positiva.

Seria ideal reevaluar cada 48-72 horas sobre todo si hay sintomatología y valorar los factores de riesgo de trombosis en tu caso concreto.

Si en algún momento tu prueba sale positiva, ponte en contacto con tu médico o servicio de urgencias para valorar la necesidad de tratamiento.

Medidas básicas para disminuir el riesgo trombótico

La profilaxis con HBPM es segura y en muchos casos, necesaria, pero no podemos olvidar las medidas básicas que tenemos a mano para disminuir el riesgo trombótico y que también se recogen en el documento de la SETH. Por ejemplo, el riego de infección durante el embarazo aumenta, en parte debido también a ese confinamiento que en muchos casos suele conllevar un sedentarismo más marcado.

Si te encuentras bien, lo mas recomendable es que sigas realizando ejercicio físico como el que venias haciendo, es importante mantenerse en movimiento. Gracias a eso nuestro sistema circulatorio recibe un bombeo por parte de la musculatura y el tejido conectivo que lo rodea que cobra más importancia aún en el embarazo (sobre todo al final) donde el retorno venoso muchas veces está dificultado por el peso y el volumen uterino. Si además le añadimos que la fibra muscular lisa, como la de los vasos sanguíneos, también se relaja por efecto de la relaxina, nos encontramos con una etapa de nuestra vida en la que el ejercicio físico cobra una importancia vital.

En caso de estar en periodo postparto, quizá no puedas seguir realizando los mismos ejercicios que durante el embarazo, pero puedes moverte por casa, cambiar de posición a menudo, hacer respiraciones, estiramientos suaves, ejercicios que estimulen la circulación…

Además de eso, es importante mantenerse bien hidratada y llevar una alimentación adecuada lejos de ultraprocesados, con grasas saludables, proteínas de calidad, frutas, verduras frescas…

También es básico que se detecten y se traten las deficiencias de vitamina D durante el embarazo y también en el puerperio, dado que esta vitamina con efectos a nivel hormonal, es primordial a la hora de regular los procesos inflamatorios.

Por último, y no menos importante, tu salud mental es importante durante ese confinamiento. Busca apoyo, sal al balcón si tienes y toma un poco el sol, descansa cuando el cuerpo te lo pida y conecta con tu bebé sabiendo que tu placenta es tan maravillosa que le protege del virus de una forma muy eficaz. 

Si ya ha nacido, puedes seguir amamantando sin problema a tu peque si es lo que has elegido, tomando las precauciones higiénicas necesarias. De hecho, le estarás pasando unas defensas estupendas. 

Entiendo tu malestar… Seguramente no es el escenario que habías imaginado para gestar y dar a luz a tu bebé, pero esos días de confinamiento pasarán y volverás a disfrutar de paseos al sol. Mientras tanto, te mando un abrazo.